'Gladiator II' - Pan y circo
Partamos de una base: las posibilidades de que 'Gladiator II' fuera tan buena como 'Gladiator' eran prácticamente nulas. Y, de hecho, 'Gladiator II' no es obviamente tan buena como 'Gladiator'... y es más que posible que le cueste adquirir esa especie de aura mágica que como clásico tiene el film de 2000. El mundo ha cambiado, y como suele ocurrir con secuelas como la presente, producidas tantos años después, es muy difícil que sorprenda cuando, a diferencia del ahora primer film, la estamos viendo venir y cuenta con un legado y una memoria ante las que rendir cuentas...
"... lo que hacemos en la primera tiene su eco en las secuelas".
Una secuela por otro lado innecesaria, podemos dar por sentado, como no obstante lo son la mayor parte de las películas; en especial, las concebidas como un espectáculo como sin ir más lejos lo es 'Gladiator II'. Al fin y al cabo se trata, se trataba y se tratará siempre de pan... y sobre todo de circo. De un circo como el que monta un Ridley Scott que parece rodar este tipo de producciones como quien baja a comprar el pan. Grandes producciones históricas, como también lo son, por ejemplo, las por otro lado más sólidas, completas y redondas 'El último duelo' o 'Napoleón' (en su "Director's Cut").
No es que 'Gladiator II' no sea una película también muy sólida, que lo es como lo son todas las de Scott. Pero no se siente ni tan completa ni tan redonda; tampoco apegada a un relato preestablecido o histórico, siquiera a una predecesora cuya herencia retuerce un poco para poder encajar. Es, quizá, esta libertad aparente para antojarse lo que quiera, lo que hace que este nuevo y épico péplum moderno no de la sensación de apretar y encauzarse de manera tan contundente como tal vez lo pueda parecer sobre el papel. De no sentirse tan real y auténtica como película, sino más bien una ficción.
Una ficción puede que algo funcional y mecánica aunque también efectiva, y que en cualquier caso promete lo que ofrece con rigurosa irregularidad: un ágil y muy entretenido espectáculo que vibra sobre todo cuando pisa la arena del Coliseo. Scott rueda con su solvencia habitual aunque, en su conjunto, le falta algo de esa fuerza, ingenio o temeridad que puede imprimirle un cineasta con algo por demostrar, siendo esta, posiblemente, la principal diferencia respecto a la primera película. No hay más que ver cómo en 2020 Scott nos presentaba el Coliseo desde la arena con un emocionante plano circular...
... y aquí aparece sin más, como si fuera otro día en la oficina. Es esto lo que más marca a 'Gladiator II', que a pesar de su solidez incuestionable a todos los niveles, desde lo técnico hasta por supuesto lo interpretativo, y de su eficacia como un gran espectáculo cinematográfico "de la vieja escuela", no se siente especial. No es una secuela como las que hacen James Cameron, Christopher McQuarrie o Chad Stahelski. No es un intento por hacer más y mejor, por superarse. Es tan sólo más servido de manera algo desapasionada, no por ello menos efectivo ni vibrante, pero sí menos emocionante.
Menos completo y redondo. Menos contundente. Y a la sombra siempre de Máximo Décimo Meridio y Cómodo, tanto a nivel espiritual como interpretativo, sin que Paul Mescal ni Denzel Washington alcancen cotas tan... icónicas.
Puede ser en parte por el peso del legado, de ese II de su título al que recurre para llamar nuestra atención pero que también sitúa las expectativas en un exigente nivel mínimo. 'Gladiator II' cumple, de sobra y con solvencia aun sin ese brillo de las mejores ocasiones por más que, salvo por su más que probable inexactitud histórica, no se le pueda poner grandes peros. Si acaso, que como él mismo ha dicho en varias ocasiones, que a Ridley Scott se la suda todo un poco ya. Sólo quiere rodar, rodar y rodar. Bienvenido sea si el resultado sigue siendo como los de 'El último duelo', 'Napoleón: Director's Cut'...
... o esta 'Gladiator II' por encima de la media de este tipo de "panes y circos", por más que habiendo tanto entre donde elegir, no vayan a ser estas las que aparezcan en su epitafio. Por más que sigan contribuyendo a su leyenda.
Por más que sigan contribuyendo a nuestro placer y deleite ni pretenciosos ni históricamente relevantes.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Un 7.
Obviamente no iba con expectativas de que me gustara tanto o más que la primera, y quien vaya con expectativas así se va a llevar una decepción mayúscula.
Un 7.5
No soy de esos puristas (y de hecho me han dado bastante rabia siempre) que odian una secuela/precuela/spin-off de alguna obra que les gustara mucho, sin tan siquiera darle una oportunidad. Bien es cierto, que aunque en los últimos años nos hemos llevado gratas sorpresas en ese sentido, pocos ejemplos más allá del manido de 'El Padrino 2' hay de secuelas que estén realmente a la altura e incluso superen al original. Nos hemos hinchado a ver durante décadas como se arrastraba por el suelo sagas que valían la pena, al menos en su arranque. Yo, aún confirmando que la 1ª era y es una genialidad, juro que iba a ver 'Gladiator 2' con ilusión. Iluso de mi.
Como película de acción cumple. Toda la parte bélica tanto en su arranque como los momentos en el Coliseo, son potentes a nivel audiovisual y sus peleas están bien rodadas. Pero como secuela, no es sólo innecesaria, sino hasta estrepitosa. Si no fuera por su presupuesto y sus artificios, bien podría pasar por la típica secuela trucha telefilmesca que acaba en Antena 3. Es una sensación extraña. Como si Ridley Scott quisiera alejarse de la original y darle una personalidad propia y a su vez no para de hacer "copia y pega" de aquella, intentando evocar la nostalgia y todo lo que aquella provocaba al espectador sin lograrlo en ningún momento. Carece de alma, de ninguna emoción.
Le perdono y entro en las "trampas" que usa para relacionar ambas películas, me da igual (y no creo que importe en este tipo de film) su rigor histórico. Pero hay momentos y no quiero sonar hater ni exagerado, en los que parece una parodia. Reitero que no creo que haya ido con la idea de que nada estaría a la altura, pero es que nada lo está. Su reparto está hasta desaprovechado, empezando por Pedro Pascal, uno de los actores del momento que con su mera presencia se come o debería comerse la pantalla. El personaje de Denzel es de lo poco que da algo de chispa, aporta algo de diferencia al film, aunque su actuación sea muy Denzel. Igual que cuando Antonio Resines y sus manitas son muy Resines. De los emperadores mejor no decir nada, me imagino a Phoenix retorciéndose de dolor en su sofá mientras lo ve. Pero todos hacen un poco lo que pueden con un guion muy ramplón, que queda señalado como el gran culpable del "desastre". Su parte final, es sin comillas, estrepitosa, con momentos directamente ridículos. Pasar de uno de los films con mejor clímax de la historia al anticlímax total.
Algunos dicen que Scott chochea. Tonto no es, porque emulando a la famosa cantante colombiana, "los espectadores despotrican, los directores facturan". Denis Villeneuve o Fede Álvarez entre otros, nos habían devuelto la fe en las secuelas. No negaré, que después de esta, ha decaído un poco.
Nota
Como película de acción: 6
Como secuela: 3
El pasado sábado revisioné 'Gladiator', una película por la que ya han pasado casi 25 años, pero parece estrenada ayer por lo bien que aguanta el paso del tiempo, tanto en términos visuales como en términos sonoros como la BSO de Hans Zimmer y Lisa Gerrard y su impresionante elenco y dirección. Fue una total gozada volver a esa aventura épica.
24 años después, Ridley Scott vuelve a esa Roma corrupta y decadente de la que surgió el ídolo de Máximo Décimo Meridio (un espectácular Russell Crowe) y ahora atraviesa nuevamente un periodo de mierda donde los emperadores Geta y Caracalla son los nuevos jefes del corral, claro que vuelve Máximo Décimo Meridio en forma de Hanno/Lucius, interpretado por el actor cada vez más en alza, Paul Mescal. Y es que esa es una de las claves de 'Gladiator 2': es casi en su totalidad un refrito.
David Scarpa empezó su colaboración con Ridley Scott en 'Todo el dinero del mundo' (2017) y la cosa salió bien, pero repitió en una 'Napoleón' que salió a los cines mutilada y sin el impacto que se esperaba y vuelve el genio de los genios de la escritura cinematográfica para esta 'Gladiator II' en la que nos deja embelesados dándonos algo que no esperábamos en absoluto ("ah, por cierto, pretendía ser sarcástico", que decía un habitante amarillo de Springfield) que es coger elementos de 'Gladiator' como un protagonista porculero para la élite de Roma y vociferando al público presente en el Coliseo, aparte de otra trama de complot. ¿Lo malo? No tiene la chispa del filme del 2000.
Y hay que observar que en su reparto tiene a gente como el mencionado Mescal, Pedro Pascal, Joseph Quinn, el legendario Denzel Washington y los regresos de dos actores de la primera: Connie Nielsen como Lucilla y Derek Jacobi, infrautilizado en esta peli, como el senador Draco. Un reparto lleno de talentos que sale mayormente perjudicado por un guion que no inventa nada y no se le contagia la magia de la primera. De Jacobi ya digo que está infrautilizado, pero es que creo que Pedro Pascal un poco también; en su caso se siente que faltaba un paso más en su trama (además de dar un giro de 180º a las motivaciones de su personaje de forma inesperada) y Joseph Quinn no puede lucirse del todo por compartir trono con su gemelo emperador, interpretado por Fred Hechinger.
Es Denzel Washington como el traficante Macrinus quien es el mejor del reparto, porque ante tanta desidia y tan poca epicidad, su personaje transmite que se lo está pasando en grande. Aparte de que sus motivaciones se van plasmando sin prisa, pero sin pausa. No sabría decir si su nombre va a sonar para la temporada de premios de 2025; sin embargo, su nombre sí que merece un reconocimiento dentro de este disparate.
En una pantalla grande se ve bien, pero bien se le ven las aristas en ciertas secuencias de animales y no recuerdo alguna secuencia súper épica, aunque sí que las peleas mantenían el buen pulso visual del filme antecesor. Por otro lado, Harry Gregson-Williams, sin ser una leyenda de la talla de Hans Zimmer que ya quisiera, cumple con un trabajo con temas trepidantes, pero en aspectos dramáticos sin llegar a tocar la patata.
Creo que el mundo no está preparado aún para el genio del guionista David Scarpa, así que me daré de latigazos por no comprender lo que nos pretendía transmitir, que era su sabiduría.
Ahora en serio, 'Gladiator' era una de esas películas que no necesitaban secuela, y 'Gladiator II' es la prueba fehaciente. Es un largometraje que se deja ver, consigue un mínimo de entretenimiento, mas no hacía falta, además de que una vez vista parece que faltan escenas. Sí que agradezco ver otra vez a Connie Nielsen porque hipnotiza.
5