El realizador de 'Oppenheimer', Christopher Nolan, ha nombrado 'Gladiator II' como su película favorita de 2024. Dirigida por Ridley Scott, la película llegaba a los cines el pasado mes de noviembre bajo el protagonismo de Paul Mescal, Fred Hechinger, Denzel Washington, Pedro Pascal y Connie Nielsen entre otros. En su reseña en Variety, Nolan dijo lo siguiente respecto a la secuela de la cinta del año 2000:

"En el primer Gladiator de Ridley Scott, Maximus nos pregunta: '¿Os habéis divertido?', y nos enfrentamos a la verdad de por qué visitaríamos el Coliseo a través de una película. Scott sabe que no estamos allí para conocer la cultura romana; estamos allí para ver nuestros propios deseos oscuros a una distancia cómoda. Pero es un director demasiado experimentado como para dejarse atrapar haciendo paralelismos con nuestra época. Deja que el mundo de Gladiator II hable por sí mismo, mostrándonos una vez más quiénes somos invitándonos a disfrutar del loco viaje inflacionario. ¿Por qué hay tiburones en el Coliseo? Porque los exigimos, y Scott nos los da magistralmente. A medida que revela cómo se utilizan los juegos para manipular la opinión pública, no podemos evitar ver sombras de nuestro propio escenario público proyectadas sobre la arena".

"Como las mejores secuelas largamente esperadas, Gladiator II debe ser una nueva versión y una secuela a la vez, y es un testimonio de la brillantez de Scott que logra equilibrar la emoción de la original con las demandas expansionistas del tema central de la secuela, aportando toda una vida de experiencia. Scott eleva el juego con la puesta en escena de su acción: su increíble puesta en escena multicámara (tan diferente a la original) lucha magistralmente con la acción en secuencias claras y asombrosas una tras otra. El efecto no es sólo entretener, sino llevarnos a tomar conciencia de los temas de la película. Pocos cineastas han trabajado de manera tan invisible en múltiples niveles. En películas como Blade Runner, Thelma y Louise o Gladiator II, la densidad visual del arte de Scott sirve como contraste para su claridad temática subyacente".

"A pesar de todo su éxito, la contribución de Scott a la evolución de la narración cinematográfica nunca ha sido reconocida adecuadamente. Las innovaciones visuales que él y otros directores británicos de los años 70 introdujeron en el cine, a menudo se descartaban por superficiales, pero los críticos de la época no captaron la esencia: la suntuosa fotografía y el meticuloso diseño aportaron una nueva profundidad al lenguaje visual de las películas, una puesta en escena que podía decirnos cómo podrían sentirse los mundos que retrataban. Esto nunca ha sido tan claro como en la magistral toma inicial de Gladiator II, donde la mano de Paul Mescal acuna suavemente el grano cosechado del trigo que se balancea en la película original".