Al grano: no sólo es la mejor, más lograda y/o más redonda película de Jonás Trueba, sino que 'Volveréis' es también, posiblemente, la más accesible para el gran público.

'Volveréis' recuerda al mejor Woody Allen, ese capaz de hablar de la vida, el amor o el arte con una profunda y cálida perspicacia tan ligera y divertida como enriquecedora y a la postre reconfortante. Películas que a uno le animan a ser cineasta porque, así vistas y vividas, parece tan fáciles de hacer como tan sencillo es irse de fin de semana dejando atrás las preocupaciones de la vida moderna; baste un guión, una cámara, algunos amigos y un poco de tiempo.

'Volveréis' es, precisamente, una reflexión sobre la creación artística construida a partir de una historia de desamor y la firme creencia de que una película es el fruto de una cooperativa. Y es, desde luego, un trabajo en equipo como bien demuestran los títulos de crédito de cualquier película. O como bien intenta el propio Jonás Trueba, demostrar con cada una de las suyas, ya sea con o sin los siempre naturales y creíbles Itsaso Arana y Vito Sanz haciéndole compañía.

A grandes rasgos, "es un drama en serio, pero con buen humor" que va "de todo eso". 'Volveréis' parte del replanteo natural, cotidiano y por supuesto veraniego y madrileño de una comedia anti-romántica sustentada en la repetición para elaborar un atinado manifiesto metafílmico sobre la importancia del libre albedrio creativo, no ya sólo del cinematográfico. Una bucólica deconstrucción reflexiva que lejos de como suena resulta cercana, fresca y sobre todo afable.

Y que además, aun así, no por ello deja de lado las relaciones humanas sobre las que no sólo se excusa. Porque la vida, al igual que el arte, se nutre de las experiencias, conversaciones y relaciones del día a día. Así, además de un notable ejercicio metalingüístico, 'Volveréis' también es una no menos notable exploración sobre nuestra evolución diaria como personas, y el cómo esta está marcada por nuestras inquietudes vitales y creativas y nuestra agenda social. 

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex