'Napoleón: Director's Cut' - Make the Movie Great
Creo que la mayoría estábamos más o menos de acuerdo: al 'Napoleón' de Ridley Scott estrenado en cines a finales del año pasado le faltaba "algo"... de igual modo que ya le faltaba "algo" también a la versión estrenada en salas de 'El reino de los cielos'. Una buena película que adquirió su verdadera y notable dimensión cuando al fin se la pudo ver... completa. Porque la auténtica película es la extendida, siendo su versión estrenada en cines una alternativa "abreviada". O más bien recortada, adulterada y/o malherida.
Casualidades o no, a ambas películas les faltaba lo mismo para constituirse en lo que finalmente se les ha permitido ser: los 50 minutos de metraje adicionales de sus respectivos "Director's Cut", una alusión obvia a lo que se supone que su principal responsable creativo tenía en mente cuando las rodó. Era de suponer, pero no está de más poder ratificarlo y redescubrir de esta manera lo que, ahora sí, es un filme notable que se entiende y disfruta más y mejor. Porque ahora se trata de un filme mejor armado y más orgánico y equilibrado.
La clave está en esto último, el equilibrio. El fin último del montaje: dotar a una película de una constitución adecuada y fluida, eficaz y fundamentada. Y eso es lo que hace el "Director's Cut" del 'Napoleón' de Ridley Scott, aportándole al habitual buen hacer del cineasta británico esa templanza, profundidad, encanto y en general oxígeno que echamos en falta en la "sucesión de acontecimientos" estrenada en cines. Es más completa, sólida y/o redonda, y también se hace más llevadera al dotar de estabilidad a su narrativa entrecortada.
Lo mismo que sucede por ejemplo con las versiones extendidas de 'Alien 3' o 'Watchmen', por citar dos de los casos más relevantes y admirados en la materia. Entiendo pero no quiero comprender por qué Apple decidió "capar" a este 'Napoleón' cuando poco antes ya había estrenado la versión -en teoría- íntegra de 'Los asesinos de la luna', de también 205 minutos (incluyendo 10 de créditos). Una duración por otro lado acorde a la (ya) indiscutible condición de ambos largometrajes de imperecederos clásicos modernos.
El cine, en especial el norteamericano, ha hecho carrera gracias a títulos tan robustos y sólidos que logran algo tan innegociable como a veces ingobernable cuando hablamos de tan grandes producciones: estar al servicio de una causa que -ahora sí- está siempre en el centro de toda inquietud. Sin prisa pero sin pausa durante tres breves horas y pico donde hay multitud de puntadas, sin hilo ninguna, tomándose su tiempo para exponer y definir una historia que avanza con firmeza bajo una engañosa apariencia de inexactitud.
Este sólido y firme 'Napoleón: Director's Cut' incluso se nos hace corto y nos deja con ganas de más, en el mismo buen sentido que 'Los asesinos de la luna', toda vez que, aunque fundamenta y define de manera más conveniente la relación entre sus dos protagonistas, apenas sigue teniendo tiempo para dimensionar a todos (y a todo) lo demás. Scott, al igual que Scorsese, no inventa nada ni tampoco se complica, ambos tan clásicos y de la vieja escuela que hasta nos resultan transgresores, aún no sé decir de qué manera.
Este 'Napoleón: Director's Cut' es, en resumen y también en la práctica, la versión del 'Napoleón' de Ridley Scott que echábamos en falta mientras la veíamos en el cine, una versión más sólida, completa, redonda y en resumen satisfactoria que si bien sigue sin poder abarcar todo lo que podría, sí abarca todo lo necesario para funcionar a las mil maravillas dentro de sus propios términos: los del gran, respetable y épico biopic histórico atemporal que combina eficacia, profundidad, espectáculo y agilidad con noble aplomo y prudente gallardía.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex