'El reino del planeta de los simios' - Sentido y responsabilidad
Una película en los tiempos del blockbuster, donde las palabras pesan más que las balas y las motivaciones de los personajes prevalecen ante las necesidades comerciales de un universo paralelo. Eso era 'La guerra del planeta de los simios', y eso es también 'El reino del planeta de los simios'.
La citada cinta de Matt Reeves nos dejó tan buen sabor de boca que lo mejor que podemos decir de la de Wes Ball es, probablemente, que se enfrenta a su recuerdo y legado de tú a tú, mirándola de frente y a los ojos. Sin miedo ni complejos. Hasta el punto de resultar irrelevante preguntarse cuál de las dos es mejor. O más redonda. O más satisfactoria, el término quizá más adecuado a la hora de valorar esta o cualquiera otra película... tan satisfactoria.
'El reino del planeta de los simios' es, básicamente y a grandes rasgos, lo que uno espera de una película de la saga; al menos, tras el paso por la misma del mencionado Matt Reeves entre 2014 y 2017. Lejos de algunos de los vicios o condicionantes de la trilogía de 'El corredor del laberinto', Wes Ball presenta una obra seria, adulta y sobre todo madura que representa la mejor, más lograda y a menudo más esquiva expresión del cine de Hollywood: la de que una gran superproducción conlleva una gran responsabilidad.
Tirando de titulares tan grandilocuentes como sensacionalistas, se trata, vamos a decir que casi seguro, de la mejor o más completa película que ha hecho la Fox en manos de Disney, un ejemplo idóneo de película que funciona como blockbuster, de pasatiempo que es a la vez espectáculo, drama... y sí, también emoción. 'El reino del planeta de los simios' hace suyas las bondades "in crescendo" de las tres entregas anteriores para ratificar que estamos ante una de las más interesantes, sólidas y completas sagas de la actualidad.
Sirva de ejemplo su capacidad y habilidad para que, de nuevo, su abrumador y constante despliegue CGI pase totalmente desapercibido ante nuestros ojos, aceptando, per se, que sus simios son incluso más reales que los pocos humanos que aparecen. Pero no es sólo por la calidad de sus efectos visuales, como hemos podido comprobar tantas veces un envoltorio hueco y frío si no se le pone empeño, alma o corazón; si no se les arma con unos personajes y/o una historia a la altura de tal presupuesto... y responsabilidad.
Y 'El reino del planeta de los simios' es, por descontado, una superproducción altamente responsable, y a consecuencia de ello, altamente satisfactoria que honra el legado de César, a la franquicia y a lo que representa como obra cinematográfica además de al espectador. Una obra muy completa, como película y blockbuster, en la que todo brilla en su conjunto y que funciona a las mil maravillas, tanto por sí misma, de manera independiente, como en relación a un franquicia a la que dota de una nueva (y prometedora) vida.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Un 7,5.
Esta pasa en un suspiro y luce fantástica. Quizá una mejor elección de protagonista humana femenina la elevaría más si cabe, pero le daremos una oportunidad. No olvidemos que el prota de la que arrancó esta era (y que sigue siendo mi favorita) fue James Franco. Lo mejor (ojalá) está por llegar en esta nueva ¿trilogía? de la mentada saga.
Nota: 6'8
Los primeros 45 minutos son extraordinarios, donde se nos abren unos maravillosos espacios naturales, bellamente fotografiados, (supongo que esto se haría por ordenador), en los que vemos a unos monos trepar para llegar a algún lugar y unas escenas muy espectaculares y emocionantes, en ellas, ya podemos intuir la personalidad de cada uno de los protagonistas, que empaticemos con el personaje principal y sentir sus emociones. Todo lo que sucede en estas primeras secuencias, nos hace pensar, que lo que vendrá después, será aún más espectacular.
En esta entrega, se nos presenta al nuevo líder de los simios, en la figura de un joven mono, al que vemos como a todos los adolescentes, rebelde, idealista, aventurero... Este personaje es Noa, al que interpreta perfectamente, Owen Teague. Es tan creíble su interpretación, que te identificas con el, en los momentos más difíciles y dramáticos que vive, ello origina que se te pueda escapar una lagrima, con lo que le sucede.
Wes Ball, trata de devolver la saga a sus inicios y sitúa la acción, (después de esta introducción), a un contexto paralelo, a la de "El planeta de los simios" de 1968, con la que hay mucha similitud, muchos guiños y homenajes. Nos encontramos con Nova, en lugar de Taylor, teniendo esta, todo el protagonismo que tenía Charlton Heston en la original, además de las referencias a la cacería de los humanos, la cueva, la muñeca.... y, hasta aparecen las señales o escudos de la zona prohibida.
El director quiere valorar, el entendimiento entre las distintas especies del reino animal y le da mucho protagonismo a las águilas desde el principio, como algo común en la convicencia de estos dos grupos.
El final me ha parecido muy convencional, como se lleva en el cine de superhéroes de hoy.
En definitiva, después de ese comienzo espectacular, esperaba un desenlace más en la línea con la película de 1968.