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'Dragonkeeper: Guardiana de dragones' - Un cuento chino

Vía El Séptimo Arte por 19 de abril de 2024
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Como adulto que para mi desgracia aparento ser, se me hace difícil no reparar en el acabado técnico de 'Dragonkeeper: Guardiana de dragones', el cuál, como por otro lado es más o menos lógico, palidece ante el de producciones que han contado con muchos más medios a su disposición. Algo que no obstante no le pasó tanta factura a otras españolas como la mucho más lograda 'Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo', por ejemplo.

Y es que aquel (estupendo) filme de Javier Fesser tenía las ideas muy claras, mientras que 'Dragonkeeper: Guardiana de dragones' es un pastiche que no parece tenerlas... quien sabe si debido a un complicado proceso de producción, o no. Más, su acabado técnico no deja de ser representativo de un filme dubitativo y titubeante que, para entendernos, parece una copia de trabajo en baja resolución a la que le falta un buen meneo final. O más de uno.

Y no sólo en lo técnico.

De hecho es lo de menos aunque sea lo más evidente, pues también sería lo más irrelevante si la historia o la narración nos atrapasen como para que como adultos, repito, no nos saltase tanto a la vista. Pero esto no es así, siendo que llega a la meta con lo justo como para tal vez contentar a un niño, pero no a un adulto ante el que se presenta como una película que no encuentra su voz y carece de argumentos de peso para sobreponerse al inevitable aroma a déjà vu.

Bienintencionada y con numerosos brotes verdes que diría Zapatero, pero a la que le cuesta un mundo ya no sólo rematar, sino incluso llegar al área del rival. 'Dragonkeeper: Guardiana de dragones' es una película algo tosca, una bola de arcilla horneada a la que le falta el esmaltado, la decoración y la segunda cocción. Cumple con lo que podríamos considerar el mínimo con cierta holgura pero sin permitirse ninguna alegría, ni mucho menos poder dárnosla.

El problema está en los detalles, donde se forjan las personalidades y se marcan las diferencias. En la simpleza y desgana generalizada por los remates... sea algo voluntario o accidental, en una duda que ya resulta de por sí bastante elocuente. Para un adulto, no tanto para un chaval algo menos curtido que no preste tanta atención a un cuento que ya nos han contado muchas otras veces; por lo general, con algo más de cariño, implicación, medios, predisposición...

... o suerte.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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