'Civil War' - Tierra de nadie
La última película de Alex Garland nos sitúa en unos Estados Unidos sumidos en una nueva guerra civil. Para el caso, una guerra, como cualquier otra de las que estamos acostumbrados a ver por televisión en otras regiones del mundo... siendo esta la principal (o única) novedad de 'Civil War', al menos para los norteamericanos; se trata de una película de guerra ambientada en su propio país, con Washington D.C. haciendo del Berlín de la II Guerra Mundial.
Aunque a decir verdad no importe demasiado, como tampoco parece importarle demasiado al propio Garland, quien apenas se molesta en justificar el conflicto ante el espectador. Cosas que pasan. Como la propia película, una sucesión de cosas que les pasan a unos periodistas en su incursión en una zona de guerra. Una zona de guerra como cualquier otra, haciendo de 'Civil War' una película de guerra con cierto aroma a déjà vu. Cosas que pasan, en EE.UU. esta vez.
Y lo que pasa en la última película de Alex Garland no se puede decir que sorprenda o impacte. Está bien rodada y bien interpretada. Pero el guión no se moja y apenas se molesta en indagar más allá de lo evidente. Es una película de guerra... pero ahora ambientada en Estados Unidos. Como podría haberlo estado en cualquier otra parte del mundo, que como película de guerra tirando a superficial no habría habido demasiada diferencia. La guerra es así.
Y lo suele ser en todas partes del mundo, sin que 'Civil War' acierte a que su premisa bélica aporte algo realmente diferencial o sustancial, menos aún con la competencia en la vida real de Rusia o Israel. Y si bien el tira y afloja entre Kirsten Dunst y Cailee Spaeny con Wagner Moura de testigo es tan efectivo y eficiente como la narrativa del filme, a su conclusión nos deja con la sensación de haber estado transitando en todo momento por tierra de nadie.
Y de que esta guerra civil lo único que ha aportado a la causa es el decorado norteamericano, curioso pero de poco provecho siendo, a efectos prácticos, una suerte de 'Bushwick' vestido de manera más seria, elegante y trascendente con el logo A24.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
El currículum de Alex Garland es de sobra conocido. Guionista de '28 días después', 'Sunshine', 'Dredd' o 'Aniquilación' (de la que es también director) y director de 'Ex_Machina', 'Men' o esta 'Civil War' en el que nos sitúa en un escenario que hoy día puede ser muy posible, y es que se ve un ambiente cada vez más polarizado ideológicamente hablando. Si bien el escenario de una guerra civil aún se vislumbra como algo lejano, no hay que confiarse y no pensar que no puede escalar si las posiciones son cada vez más cerradas.
Garland tenía una gran oportunidad de abordar esta situación y contaba con un plantel de actores y actrices a los que se les puede sacar mucho provecho con un buen director como son la ya conocida sobradamente Kirsten Dunst, Wagner Moura, Cailee Spaeny (que se la verá este año en la espero no decepcionante 'Alien: Romulus') y Stephen Henderson, una ausencia notable de la secuela de 'Dune', 'Dune: Parte Dos'. Hacia ellos no hay ninguna crítica en particular, salvo en el caso del personaje interpretado por Spaeny, de quien sus descuidos y niñerías van a traer de cabeza.
La queja va más hacia el libreto escrito por el mismo Garland, un guion en el que las causas y consecuencias en la población estadounidense son vistos con pinceladas, pareciendo que las mayores víctimas son los periodistas, cuando realmente había muchas facetas que mostrar de un conflicto de tal magnitud y más en un contexto actual, lo cual aumentaba el interés. Los poco menos de hora y cincuenta minutos se sienten realmente cortos quedando muchas cosas que contar y una lección que se podría haber sacado para que la clase política y la población intentase no acabar en un escenario similar donde se luchase hasta la muerte por unas ideas.
En lo que hay que reconocer es que en las escenas con más acción, el realizador de 'Aniquilación' tiene un gran pulso manejándolas, especialmente los tiroteos. Uno se puede sentir como si estuviera ahí mismo disparando o intentando protegerse de no acabar con agujeros. En este terreno, casi nada a objetar, aunque sí que una de esas secuencias con el tan elogiado mini papel de Jesse Plemons esperaba algo más de impacto y, bajo mi punto de vista, no ha sido una secuencia que se me vaya a quedar grabado en el cerebro.
Sin duda, a esta película le hubiese venido bastante bien un estilo de narración más pausado que cubriese más aspectos del conflicto como lo que les llevó a la guerra, mostrar las formas de pensar de los bandos, las locuras cometidas, etc., Tal y como se ve aquí, queda un poso de decepción que no corresponde con los elogios que había leído. No es una película mala, ni horrible, mas tampoco es un barco al que me vaya a subir. Esperaré otra ruta más atractiva.
5
Desconozco cuál era su intención pero teniendo en cuenta que el conflicto solo sirve de contexto bajo mi punto de vista la película termina convirtiéndose en una crítica velada a cierto periodismo, ese que comercia con el horror demostrando nula empatía por el mundo que les rodea con tal de lograr su objetivo, en ese sentido no deja de ser una mirada interesante aunque también una ocasión desaprovechada de ofrecer una reflexión más profunda e impactante.
Me hubiera gustado mucho más ver lo primero
Correcto. Parecía que iban a tirar más por el lado dramático del conflicto o hacerlo un thriller y lo que tenemos es eso, una cinta sobre periodismo.