'Better Man' - Alguien y famoso
Quién me iba a decir que una de las películas que más me iban a emocionar y gustar de todo el año, sino la que más iba a ser un biopic de Robbie Williams...
Un día, paseando por la Gran Vía madrileña, a la altura del número 32, hace ya muchos años, me encontré a una exaltada multitud esperando con impaciencia y excitación. Por descontado, pregunté quién venía. Robin Williams entendí yo, lo que es verdad que no tenía mucho sentido teniendo en cuenta la edad media de las allí presentes... Cuando apareció Robbie Williams y la locura se apoderó de la situación, se me quedó cara de tonto, y volví a preguntar a la misma persona que quién era ese. Obviamente, era Robbie Williams.
Nunca he estado tan cerca de él, y dudo que vuelva a estar cerca suya. Pero después de ver 'Better Man' constato que conozco bastantes más canciones suyas que de por ejemplo Taylor Swift, a la que no creo que reconociera si me la encontrase en un ascensor. Aunque a decir verdad 'Better Man' no es ni un musical ni un biopic al uso, sino más bien una creativa y chispeante forma de exorcizar sus demonios por parte del propio Williams. Al final que lo interprete el único mono CGI de toda la película hasta acaba teniendo sentido.
Porque puede. Porque quiere. Porque no es un don nadie. Y porque 'Better Man' ni quiere ni pretende ser o un musical o un biopic tradicional como pueden ser 'Bohemian Rhapsody' o 'Rocketman'. Precisamente, en la crítica de una de ellas escribí que "no se dejaba llevar por la incontenible alegría musical que desprendía ese 'El gran showman' del que debería, podría haber tomado más (y mejores) notas". Williams es obvio que sí lo hizo, hasta el punto de contratar directamente al director de 'El gran showman', Michael Gracey.
'Better Man' posee la misma arrolladora y alegre energía de aquel ya mítico film, siendo un cruce entre biopic y musical sumamente inteligente que evita lo malo de unos y otros; en especial, la tendencia a convertirse en mecánicos, superficiales y modosos "greatest hits" que lo fían todo a los fans y a la música, como por ejemplo 'Back to Black'. 'Better Man' incluso se permite el lujo de que la canción más representativa e importante de la película, la que de hecho da forma a su clímax emocional... no sea siquiera de Williams.
La grandeza de la película reside, precisamente, en que ni está anclada ni tiene por qué ser fiel a la realidad, siendo una constante ensoñación onírica, como por otro lado deja claro que su protagonista sea un simio CGI (tan bien hecho) como los de 'El reino del planeta de los simios'. 'Better Man' está concebida como una suerte de gran, impulsivo, disparatado y vibrante videoclip, manifestándose continuamente con la misma desenfada y desenfrenada libertad y explosividad narrativa, alegórica y conceptual que suele permitir dicho medio.
Más, no por ello sin dejar de encajar en las formas de una película, y además de comportarse, también funcionar como tal. Y es que más allá de la música, siempre presente pero no omnipresente, 'Better Man' hace algo que muchos biopics ignoran por costumbre: En vez de dedicarse a repasar y leer la Wikipedia en voz alta como si fuese un dictado para fans aborregados, convierte la historia de Williams en la historia de un padre y su hijo que, por cosas de esas de la vida, es lo que siempre había querido ser: Alguien. Alguien y famoso.
Esto es, si le quitas a Williams y su música, incluso si le quitas sus efectos CGI o la exquisita y eléctrica labor de Michael Gracey... te queda una película. Puede que no tan especial y emotiva, puede que no tan vigorizante y contundente; puede que no tan guay y vibrante. Pero te queda una película, la que sirve de base a 'Better Man': Un estupendo film con un fuerte componente musical y algunas escenas soberbias -como la de "Rock DJ"- cuyo visionado se siente como un conciertazo de dos horas tras el cuál sales con ganas de vivir.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
* Esta crítica ha sido escrita bajo el influjo de la música (sonando de fondo) de Robbie Williams...
... aunque me gusta mucho más el 'Better Man' de Pearl Jam.