Según Maura Delpero, su guionista y directora, 'Vermiglio' es "un viaje en el tiempo y el espacio" que nos traslada a 1944, a finales de la Segunda Guerra Mundial, al remoto pueblo de los Alpes italianos que da título a una película "que trata de reflexionar sobre el pasado para entender dónde estamos ahora y mirar hacia el futuro". Una historia de guerra sin bombas ni grandes batallas.

A pesar de desarrollarse en un momento y un lugar muy específicos, Delpero le imprime a su 'Vermiglio' un cariz universal mediante un entramado de relaciones que le permiten reflexionar sobre la maternidad, la familia, el paso del tiempo, el patriarcado, la pertenencia a una comunidad, la vida en las montañas, la autodeterminación o las secuelas de la guerra, entre otras cosas.

Delpero apuesta por la cámara fija y los planos largos y estáticos con mucha profundidad, lo que le imprime una aspecto más pictórico que cinematográfico, en un film lacónico pero no por ello menos expresivo que, en efecto, se siente más parecido a estar en un museo frente a una sugestiva sucesión de cuadros que en un cine frente a una inquisitiva sucesión narrativa de fotogramas.

Y es que 'Vermiglio' es un relato coral, delicado y sugerente en el que pequeñas historias individuales forman un detallado y cuidado retrato de época sobre la familia, los roles tradicionales y la brecha generacional. Una densa y atmosférica recreación de una vida premoderna en apariencia estática e inmutable retratada sin sentimentalismo pero también subrayando su privación.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex