En 'Asamblea' se habla mucho, durante prácticamente todo el rato pero se dice más bien poco. A pesar de todo, que no hay mal que por bien no venga: Después de todo, de eso se puede decir que trata al fin y al cabo, de lo mucho que se habla y de lo poco que se hace. Como en ese Congreso donde 350 diputados despilfarran las ilusiones y el dinero de los contribuyentes, en lo que podemos considerar la ficción más cara de la industria española.

Las 120 páginas de la obra de teatro 'La gente' se transforman en 75 entretenidísimos minutos acerca de la dificultad en la toma de decisiones en cualquier reunión de personas, llamase como se quieran llamar y en donde confluyen una serie de intereses, opiniones y circunstancias de lo más dispares. No es que el mundo no sea perfecto, es que las personas nos empeñamos en que sea aún todavía más complicado. Qué se le va a hacer.

'Asamblea' se define como una propuesta que cuestiona con humor el concepto mismo de participación. Así es, tomar decisiones de manera comunitaria nunca fue fácil y esta es la idea: La clave está en los matices. En los matices que dan forma a los 75 entretenidísimos (aunque escasos e inconclusos) minutos de 'Asamblea'. O cuando mensaje y película se mimetizan a la perfección en su imperfección, tanto en la salud como en la enfermedad.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex