El regreso de Peter Jackson a la dirección tras la floja y, sobre todo, laaaaaarguísima 'King Kong' se salda con uno de los resultados artísticos más pobres del año en relación al talento invertido, y rivalizando con 'Nine' por el premio al mayor flop del año. Cierto es que existen en la cinta momentos, matices y detalles muy buenos, pero en su conjunto sus males pesan demasiado y la balanza se inclina hacia el suspenso de un film al que Jackson no ha sabido pillarle el tono, y cuyo magnífico arranque se ve contrarrestado con un desfallecimiento progresivo cuya inconsistencia dramática y narrativa conduce a una conclusión de vergüenza ajena. Decir que es directamente una película mala sería tal vez injusto, pero no del todo inapropiado.
Tremendamente irregular y frustrante en cuanto a las posibilidades de un relato que merecía mejor suerte, su falta de estructuración interna como narración provoca que acabe siendo más una suma de diversos elementos que un pedazo de cine que pudiéramos posteriormente desmenuzar por partes. Así, su fragilidad reluce como un estúpido artificio frío y distante, hueco en su interior y futil en su vano intento por sobreponerse a sus excesos y su falta de un sentido dramático que articule la idea que es la película, y sin que funcione más allá de un serie de sketches prefabricados a los que los propios actores no parecen tener muy claro como hacer frente, y a los que la falta de credibilidad les convierte en títeres de un telefilm de sobremesa rebozado en CGI por valor de 75 millones de dólares.Advertir que mi aprecio por Jackson en nada tiene que ver con ESDLA, trilogía más que respetable hacia la que sin embargo no comparto la devoción generalizada por mucho que el trabajo de Jackson sea notable. No, yo soy de los que asocia su nombre con 'Mal Gusto' y 'Braindead', verdaderas joyas del séptimo arte por encima de cualquier prejuicio sanguinolento. En aquellos tiempos, cuando Jackson era un relativo don nadie y apenas tenía cuatro duros el talento le asomaba en cada gota de sangre que se veía por la pantalla. La fuerza sin control no sirve de nada y el poder del anillo cual Gollum parece haberle corrompido, perdiendo en gran medida la mesura y el espíritu narrativo, y arrastrando el talento de Jackson hacia el exceso ególatra por encima de la historia. Ni ojeriza infecta ni la insana envidia hacia el éxito, simplemente una comparación entre el autor que se escondía tras 'Criaturas Celestiales' y el empresario que se esconde tras la adaptación de 'Desde mi Cielo'.
Proyección descentrada, descompensada, desperdiciada y desdibujada, Jackson no se decanta por nada en particular, y el film tira por la calle de en medio, con lo que la falta de soporte o entereza de sus partes devienen en un desarrollo funcional y simplista carente de alma, en un collage con forma de película que desfallece a cada nuevo paso, tan formalmente brillante como frío y distante, y cuya construcción como entente dramático se ve lastrada por una promesa sin concretar, por el falso y desganado amago fallido de sobreponerse a un aburrido y manido artificio. Y encima Jackson busca la solución fácil y la cobardía condescendiente, y sin dar la cara traiciona a su propio film con una negación casi absoluta de su condición dramática al hacer "trampa" a la hora solventar las vías abiertas, forzando la historia a expensas de un montaje abrupto y chabacano, y dejando un film plano al que solo esporádicas sacudidas de talento, representadas en un inicio poderoso, un par de escenas magistrales, o por casi todos los pasajes en los que hace acto de presencia un soberbio Stanley Tucci, y que marca lo que hubiera podido ser un buen thriller con metraje de corto si le hubíesemos restado el dramoncio fallido y maníqueo, y el relato fantásticucho aburrido de un cielo sin peso alguno (y que condena a Saoirse Ronan a convertir su personaje en una mera caricatura fantasmagórica).
Poco más que decir de un film al que cuantas más vueltas se le da más irritante se vuelve, al que no quiero bajar más la nota por sobreponerse a sí mismo de vez en cuando, y que entre otras cosas obliga a padecer un trabajo insultante para la categoría de Rachel Weisz, totalmente anodina, o de Susan Sarandon, cuya presencia no sirve para nada más que preguntarse, precisamente, qué caray aporta su personaje a la película aparte de un exceso de minutos inútiles y la que, si no fuera por los últimos momentos del metraje, sería la escena más irritante de la película. Pero lo dicho, su últimos instantes son tan nefables, manipuladores, rancios y rematadamente pueriles que no sólo la sensación es terrible y su emotiva conclusión es recibida con una sonrojante carcajada, sino que todo lo demás ya no parece tan malo y uno se acaba conformando con que, por suerte, ya puede salir de la sala.
Nota:
4.5
por Juan Pairet Iglesias
Impactó a todas las personas con las que la vi (sean hombres o mujeres).
La única explicación que encuentro a su baja nota es que obviamente una película que apela a las emociones difícilmente gustará a los fans del Jackson habitual (fans del gore o de las películas fantásticas con elfos orcos y todo eso).
Para mí es la mejor película de Jackson por ser la que más me ha impactado, llena de momentos sublimes y emotivos. Música e imágenes se funden perfectamente.
Por desgracia para todas las personas que sí la hemos disfrutado, el aluvión de críticas, hará que Jackson no vuelva a hacer nada de esto y ya este haciendo el Hobbit. Una pena.
P.D.: Stanley Tucci sublime, como decía un crítico compone un personaje terrible.
Pd. Criaturas celestiales.
Un 3'75.
Le doy un 9.