'Musarañas': Death by Kiki
La proyección durante el pasado festival de Sitges de la nueva versión en imagen real de 'Kiki's Delivery Service' (más conocida en español como 'Nicky, la aprendiz de bruja') trajo consigo un recuerdo imborrable: el que alguien -no recuerdo quién- la bautizase como "Death by Kiki" en un evidente gesto de mala leche (que un servidor comparte). Lo sé, es una estupidez, pero por algún motivo es un recuerdo que ha arraigado en mi cabeza muchísimo mejor que, por ejemplo, cualquiera de los reproches que a menudo me transmite de manera belicosa -y ahora que no me escucha, habitualmente merecidos-mi compañera de piso (y amante a jornada completa). Tanto que se encuentra entre mi top de recuerdos de aquella semana (y pico) de mi vida. La pregunta es, ¿y qué tiene que ver todo esto con 'Musarañas'?
¿Y qué tiene que ver todo esto con 'Musarañas'? Nada más allá de la casualidad de ser la proyección que precedió a la de "Death by Kiki", palabras que no puedo mencionar y/o escribir sin esgrimir una sonrisilla maléfica. Cuando uno se sienta en su butaca predispuesto a lo que sea que esté predispuesto espera que esa predisposición se cumpla. Es su jodida definición, y romper esa predisposición puede ser tanto para bien como para mal. En el caso de "Death by Kiki" (XD) fue para mal, en el caso de 'Musarañas' lo fue para bien. Sin embargo me lo pase bien con ambas, y he aquí la palabra clave, bien, y la encargada de relacionar la una con la otra: 'Musarañas' dejo una sonrisa tan ancha en mi boca que lo que fuera que proyectasen detrás no me la iba a quitar.
¿He dicho sonrisa? Sí, sonrisa. La magia del cine, y en gran medida la magia de 'Musarañas', un filme que funciona a la vez como comedia y como película de terror, y que a la vez lo hace como drama o como thriller: si tuviéramos que rellenar una ficha con su género todos ellos podrían tener cabida, sin margen de error. Y es ahí donde reside la gracia sin gracia de 'Musarañas', en esa indefinición que abarca todo un espectro tan amplio que no puede ser reducido a una etiqueta. Para bien y para mal: habrá para quién poder ajustar una predisposición sea muy necesario. En tal caso contextualizar 'Musarañas' en pocas palabras resulta complicado... pero por pura vocación, la de una ópera prima que se permite el lujo de no depender de sus modelos cualesquiera que sean.
Entre lo macabro y lo paródico, 'Musarñas' es un thriller tan grotesco y exagerado que parte de una postura en apariencia muy seria que no hay que tomar para nada en serio, como bien se va demostrando a medida que avanza esta caricaturesca versión a la española y de post-guerra del 'Misery' de Stephen King. Plenamente autoconsciente de su carácter lúdico y sin reparar en cuestiones de fondo, funciona muy bien como un desvergonzado divertimento popular de trazo grueso, como una gamberrada santurrona que cuenta además con unos malsanamente deliciosos Macarena Gómez y Luis Tosar, este último en un papel "muy troll" que a buen seguro ha disfrutado como un niño... como un niño puede disfrutar el espectador sin saber a qué atenerse, sin un luminoso que le indique cuando reír, llorar, gritar o aplaudir.
Y es que recuerdo con igual claridad al mencionado "Death by Kiki" (XD) el continúo discurso que en plan "inside out" mantuve en mi cabeza. ¿Esto es serio? ¿es de coña? La respuesta es clara: Esto es 'Musarañas', la que hubiera sido una inauguración mucho más digna de lo que fue el colgajo aquel que decían era la cuarta entrega de [•REC], posiblemente, debido al mimo puesto en una y en otra: sin ir más lejos, la energía que desprende 'Musarañas' es la misma que desprendió '[•REC]' en 2007, en un sorprendente debut que además casa muy bien con el estilo de su productor, Aléx de la Iglesia, por cuanto sabe extraer de una historia lúgubre un halo a desvergonzada sátira que, a la postre, deja claro que todo se resumen en una sola cosa: envenenar al espectador para devorar su corazón.
Nota: 7,5
Por Juan Pairet Iglesias
4/10
Le doy un 6.