'Juntos y revueltos' - Dame 20 minutos...
Dentro de 20 minutos sonará la alarma. Eso es el tiempo que le concedo a la redacción de este texto. Salga lo que salga, vaya por donde vaya. Puntualidad europea y ni un minuto extra de regalo. Incluso creo que peco de generosidad, dedicar 20 minutos a escribir sobre 'Juntos y revueltos' pueden ser incluso más minutos de los dedicados por Ivan Menchell y Clare Sera ha escribir el guión de la cinta... a juzgar por el resultado. Y eso es algo que describe a la perfección esta comedia perezosísima que viene a ser, tal y como la describió un amigo cuando leyó "Yo sobreviví a la última de Adam Sandler" en mi camiseta: Ufff, esa es mierda para americanos.
¿Se acuerdan de aquel famoso tweet de Sylvester Stallone sobre su amigo Bruce Willis? Me refiero a ese que escribió tras rechazar Willis, según la versión extraoficialmente oficial, un cheque de 3 millones de dólares por participar en el rodaje de 'Los mercenarios 3', lo que le iba a suponer cuatro y a buen seguro agotadores días de duro trabajo porque quería 4, a uno por cada día. Ese que ponía "Codicioso y perezoso... una fórmula segura para que una carrera fracase". Pues bien, eso mismo debería alguien de decírselo a Adam Sandler. Porque 'Juntos y revueltos' es el tipo de película que definen a un "codicioso y perezoso". Y quizá por eso incluso los americanos le han dado la espalda ya...
Esa comedia que hemos visto un millón de veces y que nos conocemos de pe a pa. No hay absolutamente nada que pueda llegar a sorprender: La típica de relleno, hecha con el piloto automático y a partir de un molde. Esto es, hecha por codicia y con pereza. No es que Adam Sandler haya podido perder la gracia que ha podido tener en algún momento (que la ha tenido), es que parece que ha perdido cualquier cosa salvo el amor por el dinero: 'Juntos y revueltos' define una carrera que vive de unas rentas cada vez más exiguas. Hubo un tiempo en el que Sandler al menos se curraba las premisas, ahora ya ni eso, y 'Juntos y revueltos' ni se molesta en disimular que no corre ni gota de sangre por sus venas.
¿Por dónde iba...? Ah, sí, 'Juntos y revueltos', o lo que vendría a ser la sombra de una película, una de esas producciones que parecen improvisadas por un grupo de amigos durante sus vacaciones. O porque Sandler tiene amigos como el director Frank Coraci a los que tiene que dar de comer. Por lo que sea, da lo mismo: 'Juntos y revueltos' está hecha simplemente por hacer, porque algo hay que hacer algo y se tiene un nombre. A lo Nicolas Cage. Algún chiste entre medias ni compensa su visionado ni erradica un pensamiento creciente que, cual Sith en su caída hacia el Lado Oscuro, deriva al final en un considerable estado de cabreo: ¿por qué esta mierda sí se estrena cuando otras no lo hacen...?
Ah, por cierto: me han sobrado 3 minutos...
Nota: 3,5
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
El lado bueno de las cosas. Nota: 5.
El lado bueno no... caridad pura y dura.