'Hanna' - Por poco no alcanza el corazón
Lo cierto es que sorprende ver a un director como Joe Wright involucrado en lo que a simple vista parece una producción de acción más propicia para lucir el nombre de Luc Besson en sus créditos que el del firmante de títulos como 'Orgullo y prejuicio', 'Expiación, más allá de la pasión' o incluso 'El solista'. Pero tal vez la sorpresa no sea tal si partimos de que 'Hanna' no es la típica cinta de acción como las que suele auspiciar el galo a través de la producción, títulos que por muy entretenidos que puedan ser suelen ser demasiado planos y modestos como para opositar a poseer esa alma que Wright logra endosarle a 'Hanna', ese plus que hacen de este cuento de hadas con forma de thriller en un film indudablemente interesante... a lo Jekyll y Hyde.
'Hanna' es un filme llamado a provocar una reacción en el espectador, un film que va más allá de la intención de entretener que cuenta con ese arma de doble filo que es tener personalidad; una personalidad que vista según que día o por quién puede contar con los suficientes argumentos como para ser odiada y amada a partes iguales. Unos y otros, detractores y seguidores, serán capaces de encontrar donde apoyar tanto sus críticas como sus aplausos sin que ninguno de ellos pierdan credibilidad a la hora de ejercer su derecho para señalar con su pulgar el cielo o el infierno, la vida o la muerte. Por suerte para mí el filme me enganchó y no pude sino enamorarme de esta 'Hanna' interpretada por esa realidad que ya es Saoirse Ronan quien "casi me alcanza el corazón". Pero precisamente su belleza radica en que no haya quien tenga tanta suerte ante un film que no se contenta con ser ni uno más ni uno cualquiera.
Está claro que no se puede convencer a todo el mundo, y por lo general es raro encontrar un film con el que (casi) todo el mundo esté de acuerdo. Sin embargo hacer coincidir la opinión de muchos no tiene por qué ser necesariamente bueno pues, habida cuenta de que resulta mucho más difícil hacer un 'El Padrino' que mil comedias románticas de Katherine Heigl o Kate Hudson, para cuando la mayoría de las opiniones coinciden suele ser en base a la indiferencia que despierta un proyecto concreto. Y se puede decir mil veces con la intención de erosionar su significado que seguirá siendo la verdad más pura de cualquier acto mínimamente creativo y/o artístico: La indiferencia es lo peor de lo peor... de lo peor.
'Hanna', para bien y para mal, es una película de Joe Wright. Y se nota que detrás de las cámaras hay un autor con ganas de dejarse notar... y repito, para bien y para mal. Esa es una de las grandes diferencias respecto a la reciente 'Sin identidad', por ejemplo, un thriller tan correcto como impersonal, tan efectivo como olvidable a medio-largo plazo. Ambos films comparten su apuesta por una trama enrevesada y un ritmo constante, pero donde Jaume Collet-Serra intenta resultar sobrio, solvente y sobre todo discreto, Wright pretende todo lo contrario, dinamizar y quebrar un relato para que se haga presente que "hay alguien" que nos está "contando algo", y cuyos constantes cambios de tono pueden llegar a descolocar y/o cansar. Es más, el film protagonizado por Liam Neeson no pretendía nada más que entretener, algo con lo que por supuesto el protagonizado por una excelente Saoirse Ronan no se conforma tratando de aproximarse de manera nada discreta a una especie de cuento de hadas con metralletas de por medio, algo parecido a lo que pretendía Zack Snyder son su fallida 'Sucker Punch' aunque de forma más efectiva, franca, directa y humana.
'Hanna' comienza como un thriller seco y rudo, con un personaje protagonista pariente cercano de la Mindy de 'Kick-Ass' o la Mathilda de 'El profesional', para no tardar mucho en "no ser lo que parece" y deshacerse de esa aureola de thriller "a lo Walter Hill", escapando de la condición de cine comercial al uso y mutando en una especie de híbrido postmodernista algo "friqui" en el que sus referencias van desde la imprescindible saga de Bourne hasta Terminator, pasando por el cine indie con un toque underground. El film no cabe duda de que te agarra o te agrede, pero no te suelta ya sea para ser abrazado o zarandeado merced a un ritmo impecable y constante, tal vez incluso estresante por momentos y al que los excesos no siempre le sientan bien, aunque siempre interesante ante la amenaza (que vence a su inapreciable irregularidad) de que algo va a pasar en el siguiente fotograma.
Su marcada personalidad, deudora o no que a estas alturas discernir algunas rentas es cuestión parcialmente baladí, se ve reforzada no sólo por la firme, enérgica y entusiasta mano de Wright tras las cámaras que aporta la credibilidad (artística) necesaria para sostener una historia algo rebuscada, aunque nada gratuita, que aprovecha cada mínima ocasión para pintarrajear en los márgenes del manual, sino también por la excelente banda sonora compuesta por The Chemical Brothers, a la que igual que en casos como 'TRON Legacy' o 'La red social' el filme le debe buena parte de su eficaz representación en pantalla; o por la aportación de un reparto más que solvente y acertado formado por secundarios de lujo como Eric Bana, Cate Blanchett o Tom Hollander, algo más que meros comparsas de una Saoirse Ronan tan creíble como una asesina inmutable de fría mirada como una adolescente de dieciséis años descubriendo por primera vez en la vida que existe algo más calido que las balas.
'Hanna', en resumen, es cine en estado puro, de ese que puede que no sea del agrado de todos. Pero no lo es por ser demasiado inteligente ni por ser demasiado estúpido, sino simplemente por pretender ser algo más que "ser" a secas. Y eso, guste o no, siempre es de agradecer por mucho que se pueda decir a favor o en contra. Al fin y al cabo si pensáramos todos igual el mundo sería un sitio algo más aburrido, más o menos similar al mundo de cualquier comedia romántica con Katherine Heigl de protagonista. No, 'Hanna' ni es 'El Padrino' ni se la parece, pero tampoco nadie es perfecto y alguien tiene que ocupar ese espacio que existe entre la una y las otras, ahí cerquita del corazón donde más que el amor nace el cariño.
Nota: 7.5
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex