'Tron Legacy' - Un bonito papel de regalo
Una de las condiciones que se le suele exigir a un film para poder aspirar a la categoría de clásico años después de su momento es la capacidad para envejecer con cierta dignidad. Pongamos por caso 1982, el año de 'E.T., el extraterrestre', 'La cosa' o 'Blade Runner', tres clásicos indiscutibles que siguen luciendo en pantalla y ante quien haga falta en pleno siglo XXI. No por casualidad ese también fue el año del primer 'Tron', un film que si bien pudo ser técnicamente importantísimo, innovador para su época y hoy en día una merecida obra de culto conceptual, poco más que su interesante envoltorio puede ofrecer para salvaguardar su estatus de film a considerar después de unos 28 años que han dejado obsoleto gran parte de su propuesta.
Y es que 'Tron' era un fallido blockbuster bastante justito no exento de una serie de defectos a los que, además, el tiempo no ha tratado precisamente bien hasta el punto de que sus logros visuales vistos por cualquier irrespetuoso cinéfilo de nueva hornada pueden resultar hasta ridículos. Y en este factor técnico es en gran medida donde este nuevo 'Tron' encuentra su plena justificación y validez por cuanto se sirve de los avances tecnológicos para actualizar y replantear un acabado técnico que luce de forma magistral durante sus muy distraídos 120 minutos de metraje. Y puede que esto no haga de esta 'TRON Legacy' una buena película porque, tal vez, tampoco tenga por qué serlo, pero librados de prejuicios en poco desluce un espectáculo (audio)visual de muy grato visionado y recuerdo.
¿Se hace necesario recurrir a una posible y odiosa comparación con 'Avatar'? Lo cierto es que no, pues se trata de dos films completamente distintos, aunque bien puede ser aceptada para ayudar a entender qué se puede esperar de 'TRON Legacy', y tal vez así sortear ese factor de riesgo sumo y doble filo que son las expectativas. Ambas producciones tienen algo en común, y es que funcionan mejor como experiencia que como película. En ambos casos la narrativa (audio)visual luce muy por encima de dos irregulares entramados dramáticos que no pasarían de ser correctos si no fuera por un envoltorio que las aupe a ese nivel superior en el que el bien o el mal pierden buena parte de su fundamento (y credibilidad).
De igual manera que Pandora el mundo de 'Tron' cobra vida ante nuestros ojos con inusitado realismo y credibilidad, donde la integración de los elementos en un espacio tridimensional resulta excelente y otorga un fondo sensacional en donde desarrollar su historia, una línea argumental más bien sencilla, funcional y sin excesivas complicaciones pero que funciona dentro de su propia simpleza por cuanto mantiene en movimiento la trama sin injerencias superfluas a base de una idea atemporal, el amor de un padre por su hijo y viceversa. Esta historia condicionada por el contexto, pero sin depender en exceso de éste, es retratada con dinamismo y energía por el debutante Joseph Kosinski cuya excelente y muy medida labor tras las cámaras, sin apabullar a la audiencia ni dejarse llevar por los recursos esteticistas, dota de consistencia a un relato de tal manera que permite que podamos pasar por alto lo que podríamos considerar algún que otro "despiste" argumental.
Si tanto el aspecto visual como su diseño de producción rozan un nivel muy alto, algo a lo que ayuda el inteligente y muy hábil empleo de uno de los pocos "tres dé" bien implementados y con fundamento, no podemos dejar de tener en cuenta otro de los factores que hacen de esta una experiencia más que recomendable a pesar de sus imperfecciones, a las cuales me referiré en el párrafo siguiente (porque haberlas haylas). Y es que 'TRON Legacy' no sería lo mismo sin su excelente banda sonora. Al igual que John Williams consiguió darle vida a los Episodios I y II gracias a sus dos notables partituras, el dúo Daft Punk refuerzan el impacto de las imágenes de 'TRON Legacy' con una banda sonora sencillamente magistral que suena constantemente, una indisoluble asociación entre sonido e imagen que nos produce ese raro placer en el que nos resulta imposible dilucidar donde empieza uno y acaba el otro.
Sin duda una de las mejores y más brillantes composiciones del año, no ya sólo por su propia sonoridad sino también por su capacidad para mimetizarse con las imágenes por las que se dejan ver unos más que acertados Garrett Hedlund y Olivia Wilde, mucho más convincentes de lo habitual para esta clase de producciones en las que se suele exigir poco más que lucir bueno y bonito, un cameo que mejor no desvelar a las primeras de cambio (dando vida al hijo de Dillinger, el "malo" del primer film), un histriónico Michael Sheen emulando a un David Bowie con exceso de bits en el cuerpo, y unos recuperados del primer film Bruce Boxleitner y, especialmente, un Jeff Bridges que acaba adueñándose de la cinta y que como es costumbre en él solventa la papeleta con mucha profesionalidad y saber estar aunque, en esta ocasión, le haya surgido un rival pixelizado que toma su imagen... que no su talento interpretativo. Y es ahora cuando toca hablar de "lo malo" pues, lo dicho, aunque disfrutable 'Tron Legacy' no es ni mucho menos perfecta...
Jeff Bridges se desdobla en pantalla para dar vida también a CLU, una versión digitalizada de sí mismo que mantiene la juventud que la naturaleza ha privado al personaje de Kevin Flynn tras el paso de los 20 años que abarca el relato desde su prólogo. Y sin desmerecer para nada el esfuerzo técnico en la creación de este avatar virtual cabe decir que el resultado dista de ser tan perfecto como, por ejemplo, sí que resultaba en 'El curioso caso de Benjamin Button'. Si bien en según qué planos el personaje virtual puede llegar a resultar creíble, particularmente cuando se juega con las sombras o el encuadre, su notoria presencia en pantalla y la multitud de primeros planos que regala la ingenua planificación de sus escenas, y que denotan una completa fe ciega en los efectos especiales, hacen de él un personaje sin alma por cuanto se hace presente su condición de marioneta artificial, algo que dentro de un mundo virtual podría tener cierta base para ser obviado si no fuera porque la misma representación digital es la que aparece en un prólogo ambientado en el mundo real, por ejemplo, donde sus posibilidades de credibilidad son mínimas en cuanto la cámara enfoca unos ojos que carecen de la vida que, por ejemplo, Pixar es capaz de dotar a las más diversas criaturas.
Y este es el gran handicap que resta fuerza al film, entre otras cosas, pues su villano nunca resulta todo lo convincente que se requiere para ser tomado en serio. No es el único defecto que podríamos achacarle a esta producción, entre los que podríamos citar que en su apuesta por resultar siempre entretenida se olvida de responder a algunos interrogantes: que el personaje de Tron queda relevado a un plano muy secundario (e intrascendente) y que existe cierta sensación de estancamiento mediada la cinta que, eso sí, se produce tras unos primeros 50 minutos sensacionales cuyo nervio narrativo se acaba recuperando en los últimos minutos. Pecata minuta... si nos dejamos llevar.
No sin razón se ha dicho en más de una ocasión que el primer 'Tron' fue la excusa para una inversión tecnológica por parte de la Disney por lo que, 28 años después, la revisitación de aquel film no debería sorprender que se sustente sobre un mismo interés particularmente técnico, en el cual sus responsables verdaderamente se han esforzado para ofrecer un espectáculo digno de ser considerado como tal.
Puede que 'TRON Legacy' no sea una gran película pues dicho esfuerzo no contempla una inversión similar en ganas ni tiempo en un libreto que, por desgracia, no nos permite explorar apenas un mundo virtual repleto de posibilidades que poco más que se intuyen. Puede que incluso no alcance para ser siquiera la película que debería de haber sido dado su simpleza. Pero eso no quita para que sea un gran espectáculo al que la "gran pantalla" se le queda pequeña. Y es que su poderío visual y sonoro es tan arrollador que incita a que cualquier factor negativo pueda ser despreciado en beneficio de un bien mayor, el de una producción sumamente estimulante por la que merece la pena pagar una entrada. 'TRON Legacy' ni es perfecta ni puede que sea una joya, pero termina por ser una experiencia de lo más gratificante. Y es que esa es la palabra: es una experiencia. Mejor o peor, ya depende del gusto de cada cual.
Nota: 7.0
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Spoiler
- Yo espero que no haya muerto. Si no, es difícil de entender como el hijo esta tan pancho con Olivia Wilde en la moto después de lo sucedido.
- Lo del colgante es La red, de eso no hay duda me parece.
- Esto es dificil. Sin CLU ya no quedan lideres pues Olivia Wilde se ha ido con el hijo de Flynn, Flynn ha muerto y Castor (Michael Sheen) más de lo mismo. ¿Que nos queda? Pues solo nos queda Tron como posible líder de La red y es algo más que coherente.
Spoiler
Yo si que lo entiendo
Y ahora me dispongo a bajar la bso.
Eso si los efectos especiales y la banda sonora son muy buenos.
NOTA:5.5