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'Almas condenadas': Craven condenado

Vía El Séptimo Arte por 09 de junio de 2011

Reina desde hace tiempo en el apacible pueblo de Riverton la leyenda de un asesino en serie que después de haber dado muerte a su mujer, y poco antes de desaparecer en un misterioso accidente, juró volver y asesinar a los siete jóvenes que nacieron la noche en que se le dio teóricamente por muerto. Unos adolescentes de los que se dice que encierran las múltiples personalidades del psicópata que tiempo atrás dio la -macabra- fama a la localidad en cuestión. Unos adolescentes que ahora están bajo seria amenaza de muerte, pues el baño de sangre que se dio hace años parece que va a desatarse de nuevo en cualquier momento.

Alabado sea Wes Craven, eterno maestro (simple alumno aventajado para otros) del terror; principal responsable de iconos tan influyentes dentro del género como Freddy Krueger, Papa Júpiter o Ghostface. Larga vida al creador... y largo descanso el que parece pedir a gritos. Hay ocasiones en las que una película parece salir de la pantalla, rompiéndose así la cada vez más fina barrera que separa la realidad de la ficción (si es que alguna vez ha existido), algo que Craven y su ampliamente contrastado gusto metafílmico ha conseguido en más de una ocasión. Hay veces en las que el visionado de una película exige una lectura entre líneas, pues lo que se ve en pantalla puede ser un mero reflejo del mensaje con el que el autor quería dotar a su criatura.

Ejemplo: a simple vista podría parecer que en 'El bosque', el ahora masacrado M. Night Shyamalan nos hablaba de un pueblo que vivía bajo la permanente amenaza de unos aterradores monstruos, pero en realidad ilustraba con maestría cómo el miedo puede ser la mejor herramienta de control social jamás concebida. En el caso de 'Almas condenadas', los ojos poco expertos no irán más allá de sufrir las insoportables aventuras de un grupo de niñatos perseguidos por un despiadado destripador, pero los más despiertos, a poco que presten atención a lo mostrado (tarea nada agradecida), verán con claridad meridiana a un director ya de edad avanzada, de pelo y barba blancuzca, agotado, cuyo amor hacia el séptimo arte es solo comparable a las ganas que debe tener de cogerse unas buenas vacaciones.

Ignoro las razones que llevaron al Sr. Craven a escribir y realizar 'Almas condenadas'. Las desconozco, pero creo poder deducirlas, porque no sería la primera vez (ni tampoco la última) en la que un artista se deja tentar por la llamada de Don Dinero. Poderoso caballero, sin duda, pero demasiado a menudo asesino implacable de la inspiración y la creatividad. De confirmarse su papel inductor en dicho filme, ésta sería la enésima prueba de que la recompensa económica puede ser argumento suficiente para que un proyecto llegue a las salas de cine... lo cual en absoluto tiene nada que ver con la calidad artística del mismo, que en este caso, ya puede decirse bien alto, brilla por su ausencia en todos los aspectos.

Por mucho que en el fondo admiremos al bueno de Wes por los innegables méritos que ha ido cosechando a lo largo de su prolífica carrera, no menos cierto es que por el camino nos ha dejado alguna que otra cinta de difícil digestión (por no emplear calificativos malsonantes), pero con 'Almas condenadas' puede afirmarse que se sienta un horripilante precedente: nada, definitivamente nada funciona en este patético slasher, que amenaza primero con aburrirnos hasta la muerte con la historia de un sociópata que descarga todas sus frustraciones con una panda de jóvenes aspirantes a delincuente, y después con exterminar nuestras neuronas, invitándolas a pasear por los pasillos de un instituto con aspiraciones a Glee, Gossip Girl, o vaya usted saber qué.

¿Cómo se fuma todo esto? No se puede. Misión imposible. Y la culpa es, como la mayoría de estos casos, del director. Un director que se ríe del concepto de veteranía (como ya se ha dicho, seguramente por cansancio acumulado) firmando un trabajo que parece hecho por estudiantes. No hay introducción, hay un chapuzón en estilo planchazo que nos sitúa de la forma más patosa y precipitada imaginable en una trama que ya en los primeros minutos da signos del colosal disparate que está por llegar. Los elementos dramáticos y de tensión (aquellos que el propio realizador y su amigo Kevin Williamson decían añorar tanto en las sucesivas entregas de la saga 'Scream') se emplean siempre a destiempo, los tópicos más engorrosos del género se acumulan (no faltan los imbéciles que se sienten inexplicablemente atraídos por ruidos sospechosos provinentes de pasillos oscuros, y que no paran de repetir a grito pelado aquello de ''¿Hay alguien allí?''... un clásico), y un larguísimo etcétera. Ni las escenas en las que el cuchillo es el máximo protagonista tienen la mínima gracia, haciendo gala todas ella de una ejecución digna del peor de los debutantes. Quiero(¿?)-no-puedo. Y por no poder, el espectador no puede ni reírse, por lo extremadamente lamentable del conjunto. ¿Es la peor película del Sr. Craven? Seguramente, y lo peor es que seguramente a poquísima gente va a importarle... quizás te lo merezcas, Wes. Felices vacaciones, por cierto.

Nota: 2 / 10

por Víctor Esquirol Molinas

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Comentarios

  • Avatar de ÁngelNeg
    ÁngelNeg 08 de Junio de 2011, 03:59:34 PM
    Primero un +1 por evitarme hacer una crítica de algo que es muy difícil que es este infumable bodrío fílmico que acá se llamó Espíritus. Lejos quedaron los años en los que Craven podía sorprender al público con personajes que tenían cierto aire de originalidad. Los tiempos han cambiado, el espectador común también, el cine ha hecho lo propio, y Craven se empecina en mostrar poco menos que asesinos indestructibles atados a una especie de guión fantasma que no tiene coherencia argumental, y que sí por el contrario tiene la mayor cantidad de baches posibles y una ridícula forma de llevar el ritmo en base a actuaciones adolescentes acartonadas y un sinfin de destalles inconexos que harán de quien vea esta cosa, el más puro deleite de la comedia involuntaria por excelencia. Calde, Craven no debería jubilarse, sino ya dentro de la tumba tendría que estar...
  • Avatar de Sacri94
    Sacri94 08 de Junio de 2011, 04:20:41 PM
    Hay que tener valor para ver una película que olía a mierda desde hace tiempo. Parece ser que los años de gloria de Craven se quedaron en Scream y en Pesadilla en Elm Street.