Efectivamente, como bien sabrán Matthew McConaughey ha ganado el Oscar al mejor actor por su interpretación del tal Ron Woodroof en esta película que nos ocupa, galardón que venía a poner punto y final a una carrera de varios meses que bien podría haber durado unas pocas horas, pues prácticamente desde el principio de la misma quedó claro que era tan favorito en esta categoría como lo era Cate Blanchett en la de mejor actriz. Dicho y hecho, tan claro estaba que McConaughey prácticamente ni se inmuto al oír su nombre ni se molestó demasiado en disimular a la hora de recitar un discurso de agradecimiento que tenía tan ensayado como los mohínes del irritante Detective Rust Cohle.
McConaughey lo tenía todo a favor para ganar, para desgracia de un Leonardo DiCaprio que sigue sin hacerse con ese Oscar que tan poco le hace falta. Quizá la clave la encontramos en los 23 kilos que perdió este oriundo de Texas para dar vida a su compadre, no tanto en una actuación que, medida en kilates, no supera a las que el actor nos ofreció en 'Mud' o sobretodo 'Killer Joe', cuyo tramo final -muslo de pollo incluido- se ha de contar entre lo más interesante que ha dado el arte del siglo XXI (¡!). De igual manera que dos "pibones" como Charlize Theron y Halle Berry tuvieron que "afearse" para dejar constancia de que podía haber vida tras un cuerpo escultural. Leo, toma nota.
Desde finales del año pasado que venimos oyendo hablar de ese posible Oscar que ahora llega a los cines españoles convertido en una realidad, un muy oportuno tagline con el que venderla que nos deja poco margen de acción si no tiramos de imaginación. Pues sí, McConaughey lo hace tan bien como tan bien lo hace Jared Leto, de quien no me olvido aunque no le mencione. Justo premio o no, uno abandona la sala con el pensamiento en la cabeza de que McConaughey lo hace bien, algo que tan machacado que nos llega no sorprende como si podía hacer el otrora despreciado actor en el verdadero punto de inflexión de su carrera, 'El inocente', thriller donde con 23 kilos de más esgrimía una arrogancia igual de inmaculada.
En fin, que nada empieza y acaba en los Oscar, si bien la forma en la que estos puede encauzar nuestro juicio no es algo que se pueda desdeñar a la ligera. Como tampoco cabe desdeñar lo que entre líneas pueden sugerir, que 'Dallas Buyers Club' empieza, gira y acaba en torno a la interpretación de dos nombres, McConaughey y Leto. Como cuando Javier Bardem opto a un Oscar por 'Antes que anochezca', mención con la que rescató de la indiferencia y el olvido al filme de Julian Schnabel. Si bien no es un caso tan exagerado, la solidez y sobriedad de 'Dallas Buyers Club' se ve oscurecida en todos los sentidos por dos interpretaciones tan oscarizables que se convierten en una causa y efecto en sí mismas.
Porque por lo demás, en fin, qué voy a decir que ustedes no hayan visto ya a estas alturas...
Nota:
6.75
Por Juan Pairet Iglesias