'Blitz' - Jason... el Sucio
Jason Statham regresa a casa, allí donde quizá no por casualidad ha rodado sus trabajos más interesantes, ya sea a las órdenes de su "descubridor" Guy Ritchie o a las de Roger Donaldson en la (creo) todavía increíblemente inédita en España 'The Bank Job' (especialmente si tenemos en cuenta que su infame e incomprensible colaboración con Uwe Boll sí que torturó a más de un espectador en los cines españoles). Y es que Statham, un (divertido) juguete en manos de los yankees y demás, parece encontrar en Inglaterra un sustento del que suele carecer allende sus fronteras, algo parecido a un guión que vaya más allá de la simple excusa para cultivar las innatas habilidades físicas del ex saltador de trampolín. 'Blitz' no es la excepción a esta norma y le permite a Statham intervenir en algo más cercano a una película que a un pasatiempo.
No es que Statham evolucione como actor o nos permita tomárnoslo en serio al 100%, si es que aceptamos la posibilidad de que tenga el potencial que se/nos lo permita, sino que lo que cambia es lo que rodea. Aquí sigue siendo el mismo personaje que ha interpretado en casi todas sus películas, el mismo por el que es conocido y que le permiten sus muy justas cualidades como intérprete a quien debiera ser considerado más como un atleta. Pero en este Londres las personas son más humanos y las situaciones en las que se ven inmersos son más realistas, crudas y ásperas, casi tanto como la vida misma igualmente imperfecta donde a la violencia que nunca falta en sus películas se le puede sacar más lecturas que la clásica sonrisa y el chascarrillo de rigor con los que se le suele despedir al villano de la función.
La principal diferencia que encontramos en 'Blitz' respecto al grueso de la filmografía del novio de Rosie Huntington-Whiteley es que 'Blitz' no es "una de acción", sino que es un thriller más cercano por sus elementos y la forma de manejarlos al espíritu del 'Seven' de Fincher que a la saga 'Transporter', por contraponer dos ejemplos bien distintos y aleatorios. 'Blitz' no contiene prácticamente ninguna escena de acción, no al menos ninguna equiparable a las protagonizadas por Frank Martin, y apuesta al igual que Fincher en su icónica obra por crear una atmósfera que parta de una sólida base en forma de historia con pies, cabeza e intención, y que sin descuidar en nada su muy ajustada puesta en escena se esfuerza en medir sus ingredientes para dotar de cuerpo y solera un relato dramático pretendidamente algo más complejo que el simple "policía asesino contra asesino de policías" a lo Charles Bronson de su eslogan por más que en su metraje no escasean los clichés, tópicos y demás elementos previsibles sobre los que está construido este relato, en suma, de bases muy reconocibles y familiares.
Claro es que Elliott Lester, curtido en el mundo del videoclip, no es David Fincher y aunque intenta dotar de personalidad al que pretende sea su película no siempre es capaz de leer con la misma efectividad ni mucho menos con la misma maestría el guión que en este caso firma Nathan Parker ('Moon'), a su vez una adaptación de una novela de Ken Bruen que, como es habitual, en el salto de un medio a otro pierde parte de su encanto para quedar algo deslucida en el conjunto de sus intenciones, una apuesta un tanto irregular que además a ratos se debate entre su obligaciones para con el medio y la taquilla. Así la cinta juega a ser pero sin llegar a serlo, pero permitiendo cuanto menos que se le intuyan las posibilidades para dar forma a un filme elegante y casi siempre interesante que, sin embargo, se queda algo corto como para ser realmente tomado en serio y algo largo como para ser tomado como un ligero pasatiempo, a ratos lo uno y a ratos lo otro, y donde el buen ritmo en general se estanca en algún pasaje secundario de más (el personaje de Elizabeth Falls) que queda difuminado y que finalmente entorpece lo que no deja de ser un simpático relato de serie B que intenta ser un buen relato de serie B.
'Blitz', en cierto modo, recuerda a algunas de las películas de acción británicas protagonizadas por Michael Caine, especialmente ese reciente homenaje crepuscular al thriller urbano setentero que era 'Harry Brown', una especie de 'Harry el Sucio' con ese toque british seco, sucio y directo no exento de un soterrado sentido del humor negro y aliñado con un notable música underground compuesta para la ocasión por Ilan Eshkeri ('Kick-Ass') que en ocasiones, eso sí, reclama un mayor protagonismo del que requiere la narrativa. Puede que Statham no sea un actor tan capacitado como Caine o Eastwood para dotar de una verdadera dimensión a su personaje, aunque su carisma se ve en esta ocasión arropada en el buen hacer de Aidan Gillen como 'Blitz', el asesino de policías que trae en jaque a los cuerpos de seguridad, o de Paddy Considine como un improbable aliado, un policía gay que al igual que el personaje de Statham es visto con cierto recelo por sus propios compañeros. 'Blitz' es algo más que una película entretenida. No es mucho más aunque por intenciones que no quede, intenciones que hacen de ella una película de gama baja que aunque sea por simpatía puede funcionar como un buen thriller con el que ser distraído. Al fin y al cabo hacernos creer que Statham es algo menos que un superhéroe es una empresa tan complicada que el simple hecho de intentarlo ya se merece un (pequeño) aplauso.
Nota: 6.4
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex