'Kung Fu Panda 2': A lo Jackie Chan
Hace tres años DreamWorks Animation sorprendió con 'Kung Fu Panda', una cinta de animación que más allá de las habituales limitaciones autoimpuestas por la compañía recuperaba en buena medida el aroma y las maneras que hicieron de 'Shrek' una de sus escasas producciones que no hubieran necesitado de secuelas, derivados o cualquier otro producto fundamentado en la pederocomerciastia moderadamente infantil para ser recordadas tras la meada de rigor a la salida del cine. O lo que es lo mismo, 'Kung Fu Panda' ofreció buena parte de aquello que hace de Pixar una modélico ejemplo a seguir, el hacer una producción cinematográfica que empleaba la animación como herramienta sin incurrir en el tan habitual error de hacer del fin económico el fin último al que y ante el que doblegarse. O sí lo hizo, todo puede ser, al menos lo hizo con tanta maña como si no importase lo más mínimo.
Pero eso fue hace tres años desde los cuales tan sólo con 'Cómo entrenar a tu dragón' DreamWorks ha dado muestras de interés, ganas y aptitudes en pulir sus producciones más allá de la cada vez más lograda perfección técnica con las que estas lucen en pantalla, un acabado visual que en 'Kung Fu Panda 2' vuelve a ser tan inmaculado e intachable como lo era por ejemplo en 'MegaMind', donde el detalle de un tornillo en una silla evidenciaba más trabajo que el desarrollado en afinar de igual manera un guión un tanto inconsistente, problema en el que se reincide con 'Kung Fu Panda 2', una secuela de obligada existencia industrial y víctima de las circunstancias bastante justa de calidad que vive de las rentas de un primer título mucho más satisfactorio, que a estas alturas ni sorprende ni se molesta en intentarlo, y que al igual que las películas de Jackie Chan salva los muebles gracias a sus numerosas escenas de lucha (y a su excelente banda sonora).
Como ya dije en su momento a raíz del estreno de 'Cómo entrenar a tu dragón', que si ellos viven de las rentas por qué no voy a hacerlo yo, es difícil quitarse de la cabeza a la hora de abordar una de sus producciones que el éxito comercial de DreamWorks Animation supera con creces la calidad de sus films, y que rara vez estos han trascendido en algo digno de ser considerado como algo más que prescindibles pasatiempos que viven del chiste fácil, motivo por el cual a la mayor parte de sus películas hay que buscarlas en IMDb para acordarse de su existencia. DreamWorks es víctima de un innato y cobarde espíritu comercial (que no obstante sabe ejercer como nadie) el cual en no pocas ocasiones les conduce a secuelas tan intrascendentes como 'Shrek 4' o a producciones como 'MegaMind' que, por más que reúnan condiciones, elementos y posibilidades para ofrecer algo mucho más estimulante se conforman con ser una especie de fácil, seguro, cobarde y cómodo sucedáneo barato de lo que podrían haber sido.
'Kung Fu Panda 2' tiene mitad de cada una de las dos producciones citadas. Si bien a efectos prácticos entretiene a los puntos, contiene ideas interesantes y tiene momentos bastante resultones, no es menos cierto que al igual que las producciones de Jackie Chan sus mejores momentos coinciden con las peleas en las que se ven envuelto el protagonista careciendo de garra, tensión e interés todo lo que las rodea merced a un guión funcional y simple que carece de emoción, demasiado centrado en el personaje central y al que se le ven un tanto las costuras, falto de un humor que vaya más allá del tráiler para rendir una vez más el tributo a la secuela de obligada existencia en la que tan sólo John Powell y Hans Zimmer parece que verdaderamente se han esforzado para sorprender con una nuevamente extraordinaria banda sonora, y que llegado un punto plantea la duda razonable sobre si no sería más justo poner sus nombres en el cartel en sustitución del de Jack Black, pues su aportación al conjunto se estima mucho más valiosa que la suya o la de cualquier otro miembro de un reparto a los que se les deja el mismo margen que al Alex González de la notable 'X-Men: Primera generación'.
'Kung Fu Panda 2' huele a distancia como producto prefabricado y eminentemente hueco, doblegado a la simplicidad que se le presupone a una secuela como excusa pretérita para vender aún más Happy Meals, algo que indudablemente limita demasiado sus opciones para sobresalir por sí misma y que deja sus logros a merced de un título colgado de un boceto más bien poco original. Un producto cuyo verdadero motor dramático está supeditado a la necesidad de apurar una producción para rellenar un calendario de estrenos cada vez más saturado que debiera exigir un plus de calidad para sobresalir que pocas veces parece ser correspondido. O puede que sea yo quien le exija más de la cuenta a una herramienta como la animación que a cuantas más producciones da cobijo peor es la calidad media que ofrece, y donde no son pocos los que de igual manera que con el 3D no pretenden más que hacer uso nada desinteresado y honesto de aquello a lo que dicen honrar.
Se hace evidente (esta es la cuestión) que tras la realización de 'Kung Fu Panda 2' existe un interés comercial. Y después en menor medida un interés por distraer al espectador. Ni nada nuevo ni nada reprochable, la verdad, ni mucho menos nada que no sea lo que al fin y al cabo nos encontramos tras toda producción comercial aunque sea por definición, ya resulte más o menos evidente. Lo que sí que brilla por su ausencia es la más mínima intencionalidad por intentar sorprender o trascender de alguna forma, dejando que el buen trabajo de la primera sirva como principal argumento de esta segunda que cumple como todo estudiante que tan sólo ejerce la noche antes de un examen: sin pena ni gloria. No obstante DreamWorks le tiene pillado el pulso al medio y su éxito desmedido no invalida que merezca cierto reconocimiento. 'Kung Fu Panda 2' no es ni mucho menos su peor película porque en realidad no es ni tan siquiera una mala película, lo que tampoco la convierte en lo que pudiéramos considerar como, literalmente, una buena película. Simplemente es una producción como tantas de la compañía que cumplirá con su función, entretendrá algo más que la mayoría por el camino y además nos regalará algún que otro plano de muy bella factura... y a otra cosa. Y es que si no fuera por la música de John Powell y Hans Zimmer en poco se diferenciaría "de una de Jackie Chan". Y lo dice uno al que le gustan ver hasta los créditos de las películas de Jackie Chan.
Nota: 6.0
Por Juan Pairet Iglesias
p.d: La mantis es genial
Spoiler
Y claro, también tiene cosas malas como que no intenta sorprender ni ofrece nada nuevo, que hay secundarios que sobran, es verdad, o que se pasa el oso de intentar sacar la risa fallida cada vez, pero vamos, lo bueno gana, así que otro 6.
Visualmente es preciosa, muy colorida y muy espectacular tanto en animación 3D como los flashbacks 2D. Tiene un ritmo muy ágil, es un no parar de acción de principio a fin como ya lo era su antecesora, sazonada con diálogos divertidos e incluso ingeniosos que hacen que el espectador no quite en ningún momento la sonrisa en la cara.
En su corto metraje hay momento para el drama, con una reflexión en esta ocasión sobre los traumas del pasado, concretamente familiares y la influencia de los padres en la vida de cada uno.
A destacar también su BSO y el elenco famoso de voces que hacen de cada personaje, muy acertado en todas ellas (al menos en V.O. que es como la he visto yo)
Una secuela a la altura de una notable primera parte aunque quien compare mi nota entre ambas puede que vea mucha diferencia, pero seguramente me pasé algo con aquella y/o me he vuelto más exigente. Un 6.5 que aún no se para donde redondear.
Por suerte la idea es buena, pero podrían haberle sacado muchísimo más provecho. La película pierde con mucha batalla repetitiva olvidándose por completo de tomarse el tiempo necesario para explicarnos qué está pasando.
El momento final es lo que más me sorprendió. Todo apunta a que habrá 3ª entrega
Nota: 7.