Esta es una de esas ocasiones en las que hacer una crítica de un simple comentario me parece tanta pérdida de tiempo como puede ser ver la propia película. ¿Merece la pena estrujarse el cerebro por algo como 'Atraco por duplicado'? Pues la verdad, con un par de líneas nos bastaría para solventar una papeleta que cuando uno no se siente particularmente "sembrao", "mosqueao" o ambas cosas a la vez es más un marrón que cualquier otra cosa. Porque es tal la indiferencia que provoca que a uno le apetece pasar página, evitar malos rollos y sin acritud alguna olvidarse de la experiencia, sin más, sin que la perspectiva de juntar, no sé, pongamos que 200 ó 300 palabras en torno a ella se presente con un mínimo interés, si acaso sólo por guardar las apariencias, el qué dirán y bla bla bla bla... precisamente esto es ‘Atraco por duplicado’, bla bla bla bla…Algunos de los habituales de los pases de prensa tienen la costumbre de ir acompañados de una libreta, PDA o similar en la que a lo largo de la proyección van dejando constancia de sus impresiones a modo de lo que yo y muchos otros mortales llamamos “chuleta”, algo fundamental cuando uno asiste a un festival si quiere poder ordenar sus ideas a final de cada maratoniana jornada (¿verdad Víctor?) pero que en sesiones aisladas siempre me ha parecido más una molestia y/o distracción que otra cosa, al menos a esa conclusión he llegado cuando yo he intentado hacer bueno el "allá donde fueres haz lo que vieres" y predicar con el ejemplo. ¿Por qué cuento esto? Aparte de porque me viene muy bien de relleno, se hace evidente, porque durante casi toda la proyección de ‘Atraco por duplicado’ estuve más distraído escribiendo tonterías en un papel –porque leídas después no se podían calificar de otra manera- que prestando atención a la película. Y es que a los pocos minutos no es que me estuviera aburriendo soberanamente y/o me resultará insultantemente mala, tampoco es eso, simplemente no me creía nada de lo que estaba viendo de la misma manera que no me creo lo que pueda salir de la boca de alguien que se haga llamar político, y hasta el punto de sentirme literalmente desconectado de una pantalla a la que miraba como si fuera una pecera situada al fondo de la habitación.
Abro paréntesis: Aquí es cuando en un primer momento había pensando meter un copy & paste de la sinopsis oficial y seguir haciendo tiempo hasta que llegue al final de la crítica, pero me ha parecido un detalle tan fullero como puede ser el guión de la propia 'Atraco por duplicado’, una producción que es como esta crítica -puro relleno- a la que podemos equiparar con una Coca-Cola a la que no le queda rastro del gas que le viene de fábrica, que al final lo he descartado. Cierro paréntesis. Repito, no es tanto que sea una mala película -sin dejar de ser de lo más rancia- como la falta absoluta de credibilidad que presenta a lo largo y ancho de todo su conjunto, una lógica interna a la hora de procesar sus ideas más increíble que las misiones de Ethan Hunt y a la que el aséptico guión escrito por “los guionistas de Resacón en Las Vegas”, ahí es nada, retuerce de forma caprichosa sin que la mediocre labor del director Rob Minkoff -¡¿de verdad este es el de 'El Rey León?!- se muestre con voluntad, ganas o aptitudes de dotar de sentido, compostura, orgullo y algo de la vida a la producción que por ejemplo sí le dio la presencia de Todd Philips tras las cámaras a la citada comedia producida por la Warner.
Claro que Patrick Dempsey -que para mí siempre será Ronald Miller, y en su defecto el yayo maligno de T3- o la inexpresiva Ashley Judd tampoco alcanzan ni como sombra del trío protagonista que tuvo la suerte de (saber) manejar Philips mientras que su plantel de secundarios, aquellos llamados a salvar la cinta desde el banquillo, oscila entre los que resultan realmente irritantes (Tim Blake Nelson) y los que simplemente están de paso (Jeffrey Tambor). No, tampoco, ni aun haciendo siete cambios, y si acaso peor, de ahí que incluso el hecho de que vaya ausentándose de pantalla recuerda a lo que decían de 'La chaqueta metálica', ya se sabe, que a las órdenes de Kubrick todos los soldados/actores se peleaban por ser el siguiente en morir... Perdida la credibilidad, y con ello la preocupación por el devenir de una historia que se ve cómo se puede ver llover a través de una ventana, tampoco encontramos en ella algo que nos anime a despistarnos de nuestro propio y personal despiste debido a su por otro lado indefinición y cobardía a la hora de ser aquello que pretendía ser... ya fuera lo que fuera esto, algo que tampoco queda del todo claro.
Porque aunque presuntamente estemos ante una comedia, de ahí que constantemente siempre haya en pantalla alguien haciéndose el gracioso (otra cosa es que lo sean…) y cada dos frases una aparente ser un chiste (aunque las apariencias engañen), muchos son los elementos y géneros que conviven de forma torpe, confusa y aleatoria en una cinta ensamblada de forma harto rudimentaria, conservadora e insípida sin que ninguno de ellos llegue a funcionar, faltos de carisma y deambulando en una continua sucesión de escenas que parecen improvisadas sobre la marcha como si lo que estuviéramos viendo fueran los designios del becario de turno realizado para salir al paso… lo mismo que esta crítica, más o menos. Porque para terminar he aquí el par de líneas a las que hacía mención al principio, y con las que me podría haber ahorrado tanta palabrería -importada de 'Sherlock Holmes 2'- de no haber sido por mi amor por las sopas de letras: ‘Atraco por duplicado’ parece una copia barata de una película de Brett Ratner… mentí, no eran dos líneas, bastaba con una sola frase. Jorobate Flanders.
Nota:
2.0
por Juan Pairet Iglesias