'Anomalisa' - Es lo que recordaremos
"Es lo que recordaremos" asegura en un momento dado uno de los personajes de '21 nuits avec Pattie', lo nuevo de los hermanos Jean-Marie y Arnaud Larrieu. Y cuanta razón tiene, porque al menos el 75% de las películas no son lo que son en realidad, sino que son lo que recordaremos y/o queramos recordar que son. O eran. O fueron. Y a falta de una posible segunda oportunidad, quién sabe, igual lo serán para siempre aunque nos hayamos olvidado o no por completo de su existencia.
El mismo día que vi '21 nuits avec Pattie' fue el mismo que vi 'Anomalisa', allá por el pasado mes de septiembre, a orillas del Cantábrico y durante uno de esos festivales en los que se bebe mucha cerveza. De no ser por lo que deje escrito ni me acordaría de su existencia, una de las tantas y tantas películas que acaban sin pena ni gloria allí dónde terminó Bing Bong en la que es la mejor película de animación del año. "Ser recordada" es el primer objetivo de cualquier película, más no por ello "ser recordada" garantiza nada más que haber comenzado dando un pequeño paso.
Para el hombre. Y para la humanidad.
Por ejemplo 'Anomalisa', cinta de animación que trae consigo las consabidas preguntas sobre si ¿era necesario hacerla mediante stop-motion? o si esto ¿beneficia al resultado final?. Y la respuesta a ambas preguntas es, decididamente, que no. De hecho, dejando de lado su buena técnica, en el nuevo trabajo de Charlie Kaufman (co-dirigido por Duke Johnson) se echa en falta precisamente el calor humano que, habida cuenta de su textura netamente discursiva, y una vez alejada de lo excéntrico, podría haberle dotado la presencia en el set de actores "de carne y hueso".
¿Demasiado fácil tal vez?
La cinta no traspasa de la curiosidad de la técnica ni consigue que aporte un plus sustantivo, y una vez perdido el factor de la incertidumbre su desarrollo se torna en algo demasiado timorato, incluso rácano y convencional para lo que cabría esperar de alguien como Kaufman. Finalmente, tras su fría y áspera naturaleza artificial, uno la "recuerda" como una especie de versión sin calorías de 'Team America' para gafapastas en dónde, dejando al margen una escena de cama con reminiscencias a 'La novia de Chucky', no parece que haya vida colgando de ningún hilo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Mi nota es un 7,5.
P.D. La escena que sí me encantó fue la de el solo "a capella" y la posterior me puso cachondísimo. No sé si es normal o que estoy fatal.
O no.
También es verdad que el cine, es como el vino. Emulando a un jefe que tuve en unos años que trabajé de comercial y "enólogo", es un producto vivo. Un día te puede decepcionar y otro parecerte una maravilla. Depende como te hayas levantado ese día, que hayas comido, como lleves el humor... . Por ejemplo "Olvídate de mi", del mismo guionista, la tenía en mis pelis top de siempre y revisionándola hace un año, me gustó bastante pero bajó enteros. Pero bueno, aún así, no se le puede negar ser un creador inusial, apasionado y que vale la pena.