'Ahí os quedáis': Septiembre
No por ser tan recurrente para el común de los mortales que la vean y/o para cualquiera, deja de ser una referencia igualmente apropiada de la que abusar con alevosía a plena luz del día: 'Ahí os quedáis' viene a ser una versión light y buenrollera de 'Agosto' a estrenar en una época en la que no repartan premios, no vaya a ser que alguien la confunda con alguna otra. Una producción amable a la vera de ese modelo de comedia dramática que tanto le gusta a Jason Bateman, casi un género en sí mismo que ya incluso práctica como director -aunque no en esta-, y en donde su falta de ambiciones y expectativas se resume en la contratación como matriarca de alguien como Jane Fonda -con tetas tuneadas- en vez de la de alguien como Meryl Streep.
Cuando muere su padre, cuatro hermanos mayores, golpeados por sus vidas de adultos, se ven obligados a volver a su casa de la niñez y vivir bajo el mismo techo durante una semana, junto con su excesivamente habladora madre y una gran variedad de cónyuges, ex parejas y antiguos pretendientes. Confrontando su historia y el estado fragmentado de sus relaciones entre las personas que los conocen y que más les quieren, conectan en último término de una forma emocionalmente afectada e histérica entre el caos, el humor, el dolor y la redención que solo las familias pueden proporcionar, volviéndonos locos incluso cuando nos recuerdan lo más auténtico y, a veces, lo mejor de nosotros mismos.
Blanco y en botella. La diferencia respecto a la mencionada 'Agosto' la marcan los nombres, y por supuesto también unas ambiciones acordes al resultado propuesto. Al César lo que es del César: el nuevo filme de Shawn Levy cumple a la manera en que suelen cumplir sus filmes, sin ambición artística, pongamos por ejemplo el anterior al que nos ocupa, la por otro lado muy lograda 'Acero puro'. Por algo ahí le tenemos en vez de a John Wells, del mismo modo que en vez de una obra de teatro tenemos de inspiración una novela concebida para el consumo fácil. Lo mismo es 'Ahí os quedáis', una película concebida para un consumo fácil e indoloro: tanto la disfruto hoy, que tanto me habré olvidado de ella mañana.
Lo uno no quita lo otro, y a esta más que correcta producción le sobran argumentos como para que empatices y disfrutes con ella... Y ahí nos quedamos... 'Ahí os quedáis' lo tiene todo pero no sorprende en nada, básicamente. Una película muy de manual, tan completa como impecable a nivel formal, y de las que se ven con una sonrisa no necesariamente cómplice, no necesariamente cruel. Con una sonrisa que no es poco, la misma con la que sabemos desde el principio que acabará toda esta retahíla de dramas familiares que se suceden con la misma gravedad, transcendencia y hondura que los de una sitcom cualquiera. Pero sin las risas enlatadas, y con bastante más dignidad, por lo pronto de un reparto y una historia que no caen ni por asomo en los excesos de otras reuniones familiares.
Nota: 6,0
Por Juan Pairet Iglesias
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