'3 bodas de más' es una buena comedia romántica en donde, como es costumbre en el género, la parte de comedia se ve algo limitada por la parte romántica. Lo uno no quita lo otro, y su adhesión sin remordimientos a la vertiente romántica del género no supone ninguna herida grave, seria o preocupante. Javier Ruíz Caldera sabe lo que se hace y se confirma como la versión light sin pretensiones y americanizada de Daniel Sánchez Arévalo, y de la misma manera que Mike Newell hizo con 'Cuatro bodas y un funeral' dignifica el género con un filme efectivo y divertido, pero sobre todo simpático en el que destaca la carismática presencia de una Inma Cuesta que está para comérsela.

Se nota que Javier Ruíz Caldera es un tipo listo, como bien demuestra que ha llegado allí donde muchos no lo han hecho... por ejemplo su buen amigo Borja Cobeaga: A realizar su tercera película. Y aún más, a realizar una tercera película en donde su nombre es uno de los destacados y que, además, tiene la suerte de llegar a los cines con una buena parte de la población sabiendo de su existencia. La verdadera inteligencia no reside necesariamente en ser inteligente, sino en conocerse uno mismo para saber a qué se puede aspirar. Y Caldera a demostrado inteligencia de sobra como para merecer un lugar en la cartelera: Llamó la atención como comercial con 'Spanish Movie', una campaña de marketing que funcionó a las mil maravillas en taquilla, para más tarde re-definirse ya como director con la mucho más refinada 'Promoción fantasma'.

Y como ya lo era la película protagonizada por Raúl Arévalo, '3 bodas de más' es una dignísima película plenamente consciente de que es aquello que quiere y pretende ser, un ligero pasatiempo que se define a través de su eficacia, modestia y simpatía tanto para bien como para mal, y para lo cual se vale de una franqueza que hace valer su intrascendencia como el mejor antídoto ante cualquier otra posible (e inútil) ambición que pueda hacer mella en la moral del espectador más estúpido (o avaricioso). Lo mismo, vaya, que hace año y medio decíamos no por casualidad de 'Promoción fantasma', en cuyos valores reincide Caldera para reafirmarse como un inteligente productor, un hábil comediante y un solvente director al servicio de un espectador ante el que esgrime con personalidad su falta de ego.

Como producto es vendible, como comedia es divertida y como película es sólida. ¿Algo más? Añadan a la ecuación un preciso dominio del ritmo y el timing, en donde cada gag fluye con naturalidad y sin excesos; una protagonista con el cuerpo y carisma de Inma Cuesta, a quien es complicado no prestar atención en cada gesto; un argumento muy apañado, al que ni le sobra ni le falta; y un reparto de secundarios que aparecen en el momento más inesperado para soltar el chiste más oportuno. '3 bodas de más' se presenta como una comedia romántica muy apta para el consumo de todo tipo de públicos, y que no escatima la oportunidad de alternar el humor de Garry Marshall para los románticos con el de los hermanos Farrelly para los comediantes. O lo que es lo mismo, el vehículo ideal para ver o con la pareja o con los amigos. O con ambos.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex