(0.8) Cine Mexicano 2009: Haciendo y resarciendo el daño
Hay estancamiento. No hay desde luego una vertiente distinta en el manejo de la producción y la distribución en nuestro país, lo que ha desembocado en similar número de producciones; y aún, menos capacidad de distribución y sostenimiento en carteleras. No hubo, y parece que de momento no habrá una recapitulación a lo vivido, ni una reformulación a las leyes de cinematografía que hagan pensar lo contrario pese a que la mirada colectiva es un pienso de igual manera colectivo y está puesta ahí sin abatir y debatir incluso los puntos que hagan de la producción y la distribución un mejor manejo de las producciones, viéndose con respeto el trabajo de los agremiados en el quehacer cinematográfico, donde años de trabajo se traducen en ocasiones en deprimentes semanas de exhibición comercial.
Ahora bien, lo anterior no va a preceder una confabulación en la que el cliché de 'Apoyen al cine mexicano' ocurra. Ha habido de todo tipo de esfuerzo para poder incluso sacar la producción adelante y un público para cada trabajo realizado. En ocasiones pues, se entiende que los complejos cinematográficos no quieran arriesgarse a poder exhibir sin ningún tipo de prejuicio cine mexicano en sus carteleras toda vez que el negocio no deja de serlo en ningún momento, y que basados en posibles estándares de calidad no todos debiesen tener el mismo tiempo de exhibición. La conocida balanza en la que el cine mexicano sale perdiendo ante el extranjero en la asignación de tiempo y número de salas es consabida, entonces pues, no queda más que aceptar la encomienda comercial y defenderse sin dar ni pedir cuartel contra las grandes producciones. Algunas cintas mueren en el intento mientras otras lo logran. Dicho de otra forma, mientras que algunas producciones mexicanas hacen mermar el número de espectadores y apoyo al cine nacional, otras están seguras de lo que ofrecen... pero ¿qué tan tarde puede ser? He aquí el recuento de lo que nos ofreció el 2009.
Iniciamos con los mejores ejercicios cinematográficos del año que resultaron ser por totalidad un compendio de seis documentales premiados en diversos lugares y con una narrativa evidentemente lograda. Mi vida dentro de Lucía Gajá; Trazando Aleida de Christiane Bukhard; Los herederos de Eugenio Polgovsky; Niño Fidencio: De Roma a Espinazo de Juan Farré; Los que se quedan de Carlos Rulfo y Carlos Hagerman; e Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo de Yulene Olaizola; este último al parecer el más exitoso de todos, aunque no el de más repercusión, pues su estadía en carteleras fue limitado.
El terreno de la animación no quedó desierto este año. México no es sinónimo de Disney, incluso nada parecido a los grandes estudios de animación conocidos por brindarnos vastos ejercicios de animación tradicional, pero hubo el atrevimiento de hacerlo, y en el 2009 vimos desfilar en pantallas tres cintas, la primera fue El agente 00-P2 de Andrés Couturier que pasó sin pena y sin gloria y no había porque merecer más, la segunda fue Otra película de huevos y un pollo de Rodolfo y Gabriel Riva Palacio, apoyada en gran medida por CGI; y la tercera y último estreno incluso del año, Nikté de Ricardo Arnaiz. No se puede culpar de ninguna manera el fracaso de estas cintas pues están realizadas de manera precaria y con un guión muy pobre. Desde luego que la de los hermanos Riva Palacio estaba precedida de años por mercadotecnia, que aunque peca ya de olvidada sigue dando frutos.
Ahora bien, el terreno de las coproducciones siguió vigente aunque con menor reelevancia que el año antepasado. Al límite del terror (Borderland) de Zev Berman fue coproducido junto con EUA, al igual que el excelente debut de Sin nombre de Cary Jogi Fukunaga; la multiestelar Todo incluido (All inclusive) de Rodrigo Ortúzar se coprodujo junto con Chile, mientras que Colombia y España estiuvieron presentes en la producción de La historia del baúl rosado de Libia Stella Gómez. España, también participó en la producción de cintas como 3:19 Nada es casualidad de Dany Saadia; y Sólo quiero caminar de Agustín Díaz Yanes.
De factura deficiente y casi alcanzando la categoría de videhome a no ser por haberse estrenado en cines tenemos a varias comenzano por la malograda Cementerio de papel de Mario Hernández; las comedias Un tigre en la cama de Rafael Montero; Condones.com de Mario Abraham Mancilla; las risibles Un brillante propósito, y Fray Justicia, ambas de René Cardona III; el drama Mi último día -aka Aurora Boreal- de Sergio Tovar Velarde; Bajo amenaza: 42 km de angustia de Christian González; y desde luego la cristiana Secretos de familia de Paco del Toro. Esto sin contar ejercicios muy pequeños con aires casi independiente que se quedaron en el camino con poca distribución e igual número de espectadores como Wadley de Matías Meyer; y la contrariada Limbo de Horacio Rivera.
Cintas que trataron de dar batalla a su mediocre exhibición en cuanto a su número de copias fueron El brassier de Emma de Maryse Sistach; El carnaval de Sodoma de Arturo Ripstein; Cosas insignificantes de Andrea Martínez Crowther; 7 soles de Pedro Ultreras; Año uña de Jonás Cuarón; Enemigos íntimos de Fernando Sariñana; Corazón del tiempo de Alberto Cortés; la comedia Me importas tú... y tú de Adolfo Martínez Solares y Adolfo Martínez Orzynski; y Espiral de Jorge Pérez Solano. Por otro lado, también tenemos a el segundo grupo de cortometrajes titulado La vida en corto: Volúmen 2 que no tuvo mucho éxito, y al compendio de cineminutos Suertes, humores y pequeñas historias de la Independencia.
La comedia ligera para adolescentes y jóvenes, tuvo como siempre sus menores pretenciones y los resultados fueron simples y hasta cierto tipo halagadores. Ahí tenemos a películas como Amar de Jorge Ramírez-Suárez, Como no te voy a querer de Víctor Avelar; Paradas continuas de Gustavo Loza; a esta habríamos de sumarle El estudiante de Roberto Girault, cinta algo pobre en contenido, y que con su formato más que sano y familiar pasó a convertirse en una de las cintas más taquilleras del año. Quizá en este listado, también podríamos enmarcar a las comedias pero ya no faltas de pretensión de Recién cazado de René Bueno; y Conozca la cabeza de Juan Pérez de Emilio Portes.
Ejercicios intermedios en desarrollo y exhibición fueron por ejemplo El libro de piedra de de Julio César Estrada, un remake que no ofrecía nada nuevo por ningún lado. Y hablando de no ofrecer nada, también está Cabeza de Buda de Salvador Garcini. El cine que prometía mucho y no hizo nada, fue Morenita: El escándalo de Alan Jonsson Gavica; y Amar a morir de Fernando Lebrija, una buena producción que llegó en tiempos de la contingencia sanitaria de la influenza en nuestro país, por lo cual el éxito comercial se vio limitado. Purgatorio de Roberto Rochin, fue otra de las afectadas por la contingencia, y aunque por lo menos uno de los tres relatos de su cinta era bastante bueno, con el filme en general no pasó nada.
Amor, dolor y viceversa de Alfonso Pineda Ulloa fue un buen comienzo en la carrera de largos de este director, pero no dio batalla a los grandes estrenos que de momento había en cartelera; pero lo mismo le pasó a Oveja negra de Humberto Hinojosa Oscáriz, que aunque de buena factura y bien llevada, en el camino quedó. Para este entonces, ya sólo nos quedan lo que bien puede representarse como de lo mejor en este listado, en el terreno de la ficción, exceptuando a Backyard: El traspatio de Carlos Carrera, una cinta con un buen diseño de producción, correctamente dirigida pero con muchos baches narrativos y ningún formulismo para contar lo narrado. Esta cinta fue la pre-candidata por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de México, para representarnos para optar un lugar en la terna de Mejor Película en Idioma Extranjero en los Premios Oscar 2010. No es tan buena, así que ya sabiamos el resultado.
Cochochi de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, quien tambien llegó en el mes de la influenza, ya había gozado de particular éxito en cuanto festival se parara, así que su llegada a cartelera de manera tardía ya estaba un poco de más. Rabioso Sol, rabioso cielo de Julián Hernández y Los bastardos de Amat Escalante fueron sin duda dos grandes ejercicios independientes que pese a su narrativa compleja y lenta consiguieron hacerse de fabulosas críticas y no era para menos. De igual forma 5 días sin Nora de Mariana Chenillo logró un buen ejercicio primario cinematográfico dotándolo de presencia sin irse al rídiculo o al extremo. Por su parte, Voy a explotar de Gerardo Naranjo, logró afianzar lo que ya había precedido con su anterior filme. Parque Vía de Enrique Rivero, es por su parte una excelente película que retrata la costumbre a la soledad. Desierto adentro de Rodrigo Plá por su parte consiguió una fantástica historia dotada de magia que pone de manifiesto la maestría del director; además esta cinta fue considerada por nuestra Academia, para optar a la terna de Mejor Película Extranjera de Habla Hispana en los Premios Goya 2010, tristemente no fue seleccionada.
2011 y sus posibles estrenos
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Un 2009, en el que muchos se dieron cuenta que no hubo grandes cambios favorables para el cine nacional; y aún a sabiendas de ello, muchos se permitieron entregar sus trabajos al público que con crisis o no, sigue esperando el espectáculo sobre la pantalla blanca. Es esa misma idea, la que hace surgir quizá en la cabeza de los directores, productores y exhibidores, una constante acerca de que con todo y todo esto no se debe detener. Con crisis o sin crisis se sigue trabajando, y muestra de ello es que este 2010 ya arrojó en tan un mes, cinco estrenos mexicanos, que son: Polvo de ángel de Óscar Blancarte; Amor en fin de Salvador Aguirre; AAA: La película de Alberto Chino Rodríguez; la coproducción con españa Regresa de Alejandro González Padilla; y el documental Los últimos héroes de la península de José Manuel Cravioto.
El panorama pinta cosas interesantes, pues además están previstos varios estrenos como la exhibición de Chicogrande, de Felipe Cazals. Contracorriente -aka Mujer alabastrina de Elisa Salinas y Rafael Gutiérrez, que se estrena entre el 15 de enero y el 12 de febrero. En febrero se estrena la cinta de ciencia ficción 2033 de Francisco Laregoiti. A fines de enero llega Juegos inocentes de Adolfo Martínez Orzinsky. La historieta de Roberto Fontanarrosa, llega a la cartelera dirigida por el argentino Gustavo Coba; nos referimos a Boggie: El aceitoso, que para el 5 de marzo llegará a las salas. En abril se estrena Bala mordida de Diego Muñoz Vega, con Damián Alcázar. Carlos Bolado llega con Tlatelolco, con un guión de Carolina Rivera; y de él mismo, quizá su documental Pablo Neruda. Fernando Sariñana, quizá pueda exhibir dos cintas ya terminadas y aún pendientes de fecha, como lo son la secuela de Sexo, amor y otras perversiones y Los siete magníficos.
Ahora bien, que en el terreno de la animación, no nos quedamos atrás, y menos cuando de 3D se trata, pues Brijes de Benito Fernández hará su aparición en verano. También se encuentra Te presento a Laura, dirigida por Fez Noriega y con Martha Higareda como guionista. Eva López Sánchez se encontrará también presente con La última y nos vamos. Luis Estrada regresa con la tercera parte de su trilogía titulada 40°: El infierno; y Francisco Athié puede aún cerrar filas con El baile de San Juan. Ahora bien, que Viaje redondo de Gerardo Tort y el documental ficticio sobre el grupo Botellita de Jérez de Sergio Arau titulado Naco es chido -aka Plan B-, podría ver luz en pantalla. Por fin llegará también Norteado, ópera prima de humor negor de Rigoberto Perezcano.
Desde luego, a todo esto habría que sumar las cintas que se están realizando y que esperan su estreno con motivo de Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, marco en el que caben cintas como Revolución, un grupo de cortometrajes dirigidos por Carlos Reygadas, Fernando Eimbcke, Amat Escalante y Gerardo Naranjo, con el apoyo de la productora Canana. La adaptación de la novela de Álvaro Uribe, Expediente del atentado de Jorge Fons, verá su estreno por esas fechas, contando con un gran reparto como lo son Daniel Giménez Cacho, Julio Bracho y José María Yazpik. Se suman también la otra parte de cineminutos que no salieron aún a pantalla de Suertes, humores y pequeñas historias de la Independencia. Además Antonio Serrano, nos presenta Hidalgo-Moliere. Aún en producción está Antonieta de Alfonso Pineda. Ninguna de estas últimas tendrá ningún problema para estrenarse dentro de tiempo y con recursos casi ilimitados.
Tenemos también contempladas a Los justos -aka La profecía de Los Justos-, con Ana Claudia Talancón; Chamaco de Miguel Necoechea; Todos hemos pecado; Cefalópodo; Amar y morir; y De la infancia de Carlos Carrera. También Rock Mari; El soldado Pérez para el 4 de junio; Seres, que cuenta la historia de una niña que habla con extraterrestres, con Liz Gallardo, Gonzalo Vega y Humberto Busto. También Acorazado, con Silverio Palacios; el director José Antonio Hernández llega con Redención; mientras que Daniel y Ana nos hablará sobre una relación incestuosa. Puede que Diego Luna nos presente también Abel, su último trabajo como director. El año quizá cierre con Pastorela de Emilio Portes; y quizá alguna que otra que se nos escapa.
Desde luego, algunas retrasaran sus estrenos y no las vereamos hasta 2011, quizá algunas sean enlatadas, quizá otras se irán directo a DVD. No lo sabemos. Con nuestra incipiente industria ya no se sabe, lo que sí es que hay mucho cine para ver y excusas no quedarán... ¿cuánto de ese cine vale la pena? conforme pase el tiempo lo iremos descubriendo. Acompañanos este 2010 para saberlo.