Siguiendo el ejemplo de 20th Century Fox con 'Prometheus', estrenada en Estados Unidos en VOD el pasado mes de septiembre tres semanas antes de que se pusiera a la venta en DVD y Blu-Ray, Disney ha anunciado que adoptará la misma estrategia de cara al lanzamiento doméstico de '¡Rompe Ralph!', filme de animación estrenado el pasado 25 de diciembre en España.

Así el próximo 12 de febrero, algo más de tres meses después de su estreno en cines, la cinta llegará a los videoclubs online de Estados Unidos en formato SD, HD y en 3D, justo tres semanas antes de que salgan a la venta sus correspondientes ediciones en DVD y Blu-Ray.

Es de suponer que de igual manera que el filme de Ridley Scott, su lanzamiento online se verá respaldado con un precio sensiblemente inferior al de las versiones en formato físico, un plan comercial cuyo éxito dependerá en buena medida de este factor y cuyo posible éxito puede ser fundamental de cara al futuro de la exhibición doméstica de los títulos de las 'majors' norteamericanas, cada vez más receptivas hacia el sistema VOD como otro canal más de distribución para sus filmes (al menos en Estados Unidos).En este sentido, el VOD responde perfectamente a las necesidades de un visionado único, similares a las de un alquiler en un video-club, aunque puede resultar más discutible como formato de venta de películas. En nuestro país hay algunas plataformas que ofrecen la venta de algunos de los títulos de su catálogo, como Wuaki.tv o Nubeox, aunque la mayoría se limita al alquiler siguiendo el modelo de Filmin, la plataforma sin duda más conocida y exitosa. Cuando compras una película en uno de estos video-clubs online se almacena en tu cuenta de usuario para que puedas disfrutar de ella tantas veces como desees, pero no se te remite un archivo de copia, por lo que para acceder a ella debes estar siempre conectado a Internet y acceder desde la plataforma.

Hay que apuntar, además, que en algunos casos la compra no garantiza el derecho de por vida para ver la película, expirando este al cabo de 2 o 3 años. Unas restricciones que suponen un escollo insalvable para que la mayoría de usuarios apuesten, de momento, por la compra de películas online. Si el ahorro fuese más considerable (por ejemplo, un 50-60% respecto a la compra del DVD o Blu-Ray) tal vez la cosa sería diferente.

En cualquier caso hay que apuntar este tipo de medidas como iniciativas más que interesantes de cara a un entendimiento, esperemos cada vez mayor, entre distribuidoras, espectadores y medios disponibles con el que podamos salir ganando todos a un precio igualmente razonable para todos, y por el bien, una vez más, de todos.