Recuerdo como si fuese ayer la vez que vi en el cine El Rey León de Disney, al igual que recuerdo los cines en los que vi La Bella y la Bestia, Aladdín, e incluso Lilo & Stich o Pocahontas. Soy de los asiduos de Disney o mejor dicho, soy de los incondicionales de Disney, y llevo desde los 14 años acudiendo año tras año (que por desgracia para mí son ya muchos) a todos y cada uno de los estrenos de animación de los llamados clásicos de la compañía (incluso muchos de los no clásicos), perdiéndome tan sólo las de los años 2003 al 2007 (luego las vi en DVD. No se preocupen). ¿Por qué me atraen tanto sus películas? Muy sencillo. Además de ser un amante de la animación ya sea esta tradicional o digital, hay una cosa que siempre ofrece una película de Disney y son valores morales, más comúnmente Moraleja, y eso me atrae sobremanera. Vale que a veces sus moralejas son flojas, forzadas, repetidas o incluso un poco ridículas en algunos casos, cada uno busque sus propios ejemplos, pero por desgracia a mí me atrae este tipo de cine, así que cuando se me brindó la oportunidad de ver la de este año, no lo dudé ni un segundo.Por supuesto los tiempos han evolucionado, y donde antes había animación tradicional (mi preferida), ahora suele haber animación digital, lo que le viene como anillo al dedo a este ¡Rompe Ralph!, ya que la película se desarrolla por completo en un salón de máquinas recreativas, el universo de lo digital. Este es el primer acierto de la película, basar la misma en un personaje de videojuego, concretamente el malo de uno de los pocos títulos que aún se mantienen en uso tras muchos años (en clara alusión y homenaje al Donkey Kong) que por supuesto no es tan malo como parece. Y es que con tan sólo pensar un poco nos damos cuenta de que los padres de los críos de hoy en día son aquellos chavales que crecimos (me incluyo) en pleno boom de las recreativas, aunque el motivo puede bien no ser éste sino que los creadores de la misma coincidan en edad con dicha generación incluso puede que ambos se den a la vez, lo cual es todavía mejor. Se nota claramente que los creadores crecieron en salones de videojuegos intentando mejorar los récords de turno en Street Fighter, Out Run y que aún hoy en día como la mayoría de nosotros, mantenemos ese espíritu gracias a las consolas.
Todo eso se nota, y mucho: los detalles desde el minuto 1 son innumerables, enriqueciendo la película, creando continuamente guiños de cara al espectador adulto que son más que bienvenidos. Esa terapia de grupo en la que aparecen M.Bison, Otoboke, Zanguief o Sub Zero hablando de por qué son los malos de los juegos, el videojuego Héroes Duty que recuerda claramente al Halo o la aparición de mítico Root Beer son sólo algunos ejemplos de los muchos que pueblan la película que harán las delicias de los adultos. Pero no sólo hay guiños a videojuegos, sino a otras muchas películas que han hecho las delicias de esos mismos adultos, y es que parece que ¡Rompe Ralph! no está orientada en exclusiva a los niños como normalmente ocurre, sino casi por completo a esa generación de adultos que fue etiquetada de “Friki”, esa palabra que tanto parece estar de moda, pero que hace unos años era estigmatizadora y que ahora verán cómo un grupo de los suyos les hacen un claro homenaje con esta película. Sí, por supuesto que la película es de animación, infantil y tiene moraleja final, pero es demasiado claro que los que más se divierten con ella son esos adultos que están en la treintena.
¿Y qué pasa con los niños?. El motivo principal del 80% de los que acuden a la sala de cine. Dependiendo de la edad que tengan, se lo van a pasar bien para los más pequeños y pipa para los un poco más mayores, aunque ésto no siempre sea lo mejor, y no me malinterpreten: no es que esté mal que los chiquillos disfruten, todo lo contrario, simplemente me refiero a con que disfrutan y que aprenden con ello. Todos somos partidarios de que nuestros hijos disfruten y se diviertan viendo cine; creo poder decir sin temor a equivocarme que si bien al menos la mitad de ustedes no verían con demasiados malos ojos que sus hijos se divirtiesen viendo un programa de videos de primero, pondría la mano en el fuego a que sin embargo la gran mayoría no les parecería correcto que lo hiciesen viendo un programa de JackAss, ¿me equivoco?. Y es que sin llegar a tales extremos como los del ejemplo, si que podemos decir que esta vez Disney ha cometido un grave error en la manera de intentar divertir a los niños a la hora de atribuirle un lenguaje totalmente inapropiado al personaje de Vanellope, es decir a la coprotagonista. Por supuesto que los chavales se lo van a pasar genial, y que muchos dirán que si los niños son muy crueles y que si ya se habla así en los colegios y todo lo que quieran, pero una cosa es la vida real y otra muy distinta es que los dentro de los valores que se les intentan inculcar con películas como ésta. Eso de la moral que mencioné antes, se les dé a entender que esta bien hablar tal y como lo hace este personaje. Juzguen ustedes mismos y discrepen conmigo si creen que me equivoco. A lo mejor me estoy volviendo muy quisquillosos con la edad, pero me da mucha pena que Disney haya confundido sus propios valores por miedo a no evolucionar y quedarse anclada en el pasado de los mismos. Yo soy de los que piensa que no es que lo antiguo sea lo mejor, es que simplemente lo correcto es lo mejor, ya tenga esto la edad que sea.
Como ya dije al principio recuerdo perfectamente el mensaje de El Rey León, Pocahontas o la infravalorada Mulán, y tampoco me duelen prendas en admitir que he olvidado o más bien recuerdo vagamente las de Tiana y el Sapo, Enredados, Bolt o cualquiera de las que ustedes elijan de los últimos 5 años (quien dice 5 podría decir 10) a aquí, y no es porque las películas no me hayan gustado, de hecho tanto Bolt como Enredados me agradan bastante (no así la funesta Tiana y el Sapo) sino porque más allá de resultar entretenidas o divertidas, que lo siguen siendo, no llegan a dejar ese poso que antaño dejaban sus producciones. Ahí radica el quid del asunto. Las películas de Disney se espera que no sólo sean entretenidas, sino que les enseñen a los niños unos valores morales que por desgracia en los tiempos que corren parecen haberse perdido, tanto como Disney en sus intentos de encontrarlos y recordarlos, de ahí que este ¡Rompe Ralph! sea más de los mismo de los últimos años, entretenida, divertida, con un final bastante decente y con una moralina de quita y pon.
Seguiremos esperando otro año más el resurgir del Gigante, aunque quizá debemos empezar a pensar que el Gigante se ha hecho viejo y difícilmente volverá a tener el porte que antaño lució. Se lo contaremos el año que viene.
Nota:
6 / 10
Por David J. Soto
+1. Una lástima, una buena producción de animación que te deja con la agridulce sensación de que podría haber sido una de las grandes. En un segundo visionado gana, no obstante, por cuanto esa relativa decepción ya se evapora y sabes a lo que vas, y aún a buen seguro que es un filme que permanecerá en el recuerdo aunque sólo sea por sus detalles. Por cierto, si alguien ve Futurama reconocerá algunos guiños que también podemos encontrar en un par de episodios de su sexta temporada, por ejemplo al Dr. Farnsworth tomándose una cerveza en el bar del Root Beer Tapper.
Posiblemente esa será la base de la secuela, o algo parecido. Al menos lo esperemos. De hecho pinta a que es de ese tipo de producciones que si la saben hacer bien la secuela será mucho mejor que la primera al poder aprovecharse "de los fallos" de esta, y así como dice Fenometrix "desmelenarse" como no lo hace la primera.
Definiticamente, creo que en este tema pensamos igual, "pequeño" Tyrion. Esta misma película, los mismos personajes, pero con algo más de "desmadre" hubiera sido una de esas que llegan al 9 tranquilamente y se queda en la mente como una de las "grandes" (dentro del genero animación).
Guarda ciertos parecidos con Toy Story (tienen vida propia cuando nadie les ve, entre otras) y con Monstruos, S.A. (la central de videojuego es un poco la fabrica de sustos, la relación, pese a sus diferencias, de una niña y un -Grandote- y algun que otro detalle más) donde por ejemplo en Monstruos tiene una secuencia final "desmadrada" en cuanto a puertas para arriba para abajo, entrando a japon, siguiendo por hawai, se pasan por paris... podrían aver combinado todos esos "guiños" que tanto gustan del inicio de la película para quitar 20 minutos a sugar rush, y tener una "gran sequencia final" donde pegarse unos cuantos paseos por otros videojuegos. ¿Soy el único al que le hubira gustado que la niña y Ralph se pasarán a toda velocidad, por ejemplo, por el Green Hill Zone de Sonic y pasar un par de loopings a todo trapo mientras se cojen unos rings? ¿o haver interrumpido un combate de Street Fighter? incluso, que se yo, a modo de gag, por que no, entrar la ciudad de GTA y que el tio del GTA intente robar el coche a la niña, y la niña ( o Ralph) le de un buen sermón o alguna cosa así para que deje de hacer cosas malas?
La cosa es, que una película con un concepto tan grande, y con tantiiiiisimas posibilidades, que "sabe mal" saber lo que podría haver sido y no fue. Hay una segunda parte en marcha, como ye dije en un comentario anterior, quizas en esta segunda "oportunidad" Disney se desmelena y invita un poco al desmadre de imaginación... y salgamos todos con ganas de volver a verla otra vez
Le doy un 7/10. Y que conste que tiene al menos un punto extra por estar basada en el mundo de los videojuegos, ya que en condiciones normales no habría pasado del 6.
7