Sigue la actividad en el Festival de Cine de Venecia, y lo hace con una de las películas más esperadas de la temporada. Se trata de ‘La carretera’ adaptación de la novela homónima de Cormac McCarthy que le valió el premio Pullitzer en el año 2007. Dirigida por John Hillcoat, la película ha gustado al exigente público veneciano, que no ha dudado en destacar la fidelidad del metraje hacia el material literario original. Dura, bella, terrible y emocionante. Estos han sido los calificativos más usados para referirse a la angustiosa odisea que llevan a cabo un padre y su hijo por unos Estados Unidos post-apocalípticos. Resaltando también las buenas interpretaciones de la pareja protagonista (Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee), el filme, que ha sido presentado a concurso, ha sido uno de los primeros en desmarcarse en la carrera por el León de Oro.

Más lejos de estas buenas sensaciones encontramos ‘Teniente corrupto’ (cuyo primer trailer justamente os presentamos ayer), último trabajo del prolífico Werner Herzog. Revisión de la película de mismo título de 1992, en aquella ocasión dirigida por Abel Ferrara e interpretada por Harvey Keitel. Se trata de un drama que nos presenta a Terence Mcdonagh, un detective de homicidios del Departamento de policía de Nueva Orleans adicto al Vicodín y a la cocaína. Su vida dará un vuelco cuando le sea asignado un caso concerniendo a una familia de inmigrantes africanos. Ni la presencia de Nicolas Cage -protagonista de la cinta- en La Biennale ha animado a una crítica que parece no haber conectado con los desvaríos alucinógenos de Herzog.

La participación diaria en la sección oficial fue completada por otras dos películas. La primera, ‘Lourdes’, dirigida por la austríaca Jessica Hausner, cuenta la historia de una tetrapléjica de viaje turístico al lugar de los milagros. Si tenemos que fiarnos de las primeras impresiones que nos llegan de La Mostra, habrá que tener muy en cuenta a este filme de cara a los grandes premios. No tanto éxito tuvo la segunda película, directamente traída del lejano oriente. Desde China nos llega ‘Prince of tears’, del director Di Yonfan. Esta exótica propuesta intenta indagar desde la perspectiva taiwanesa el lado más oscuro de la revolución cultural de Mao.

La nota española corrió a cargo de Daniel Monzón y su cuarto largometraje: ‘Celda 211’. Presentada fuera de concurso, la cinta es un drama carcelario en el que un guardia penitenciario queda atrapado en medio de un motín en el recinto donde trabaja. Con interpretaciones de impresión a manos de Luis Tosar, Antonio Resines y Carlos Bardem, la crítica afirma que Monzón ha conseguido rodar una película contundente, intensa y sorprendente.