Abandonamos definitivamente las costas del Garraf con la tristeza de saber que todo termina. Así lo ha hecho la 44ª edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges, sin duda nuestra cita cinéfila favorita. Para terminar con la resaca festivalera (y para empezar con la batería de recomendaciones que está por llegar), nada mejor que comentar la jugada con el director del certamen, Àngel Sala, con el que estuvimos charlando momentos después de que se diera a conocer el palmarés de este año. Tras el salto, todas las preguntas y respuestas.

Termina la 44ª edición del Festival de Sitges, una edición que en cuestión de cifras ha estado marcada por los recortes presupuestarios y por un rotundo éxito de público. ¿Cómo valora ambos datos?

Yo hago un balance muy positivo, ya que hablamos de un éxito espectacular de público, así como de las diversas actividades planteadas, ya que es importante no sólo que la gente vaya a la sala de proyección, sino que además participe y viva el cine. Esto se ha conseguido más que en otros años a través de post-screenings, clases magistrales... una serie de procedimientos que han funcionado muy bien. Creo que Sitges es un festival consolidado y que cada vez consigue captar el interés de más espectadores, ya que el boca-oreja funciona muy bien.

Ya que ha comentado el éxito de las actividades paralelas como los post-screenings o las clases magistrales, ¿cree que los festivales de cine necesitan reformularse o evolucionar?

Yo creo que en esta vida hay que adaptarse o morir. Hay que evolucionar, más aún en un mundo que cambia constantemente. O te mueves o te vuelves antiguo en cuatro días. No digo que deban eliminarse, por ejemplo, las ruedas de prensa, pero sí que hay que establecer vías de transición paralelas hacia otros lugares, pensando sobre todo en la participación de la prensa y el público. En una era en la que funcionan tan bien inventos como Twitter o Facebook, yo creo que hay cosas que ya están superadas, pero tampoco hay que eliminarlas de la noche a la mañana, sino establecer un proceso de transición. Esto es como los efectos tradicionales y los efectos digitales: las buenas películas son las que saben combinar ambas cosas. En otras palabras, no hay que mostrarse ni rompedor ni conservador. El camino medio es el más prudente; el más seguro.

¿Es este un buen momento para el género fantástico? ¿Cuál es el papel que puede jugar la industria de aquí en el panorama internacional?

Opino que la industria catalana es una de las líderes en la producción de cine fantástico. En los últimos años ha ido cuajando y mejorando, ofreciendo productos de primera línea. De hecho, en España de producen cada vez más películas de género, no sólo fantástico, sino también negro, ahí está por ejemplo la última película de Enrique Urbizu, 'No habrá paz para los malvados', que ha cosechado un excelente éxito en taquilla. Creo que el género, en toda industria que se precie, es la mejor forma de sobrevivir, y esto en España muchas veces nos ha costado demasiado entenderlo. Por suerte, estamos aprendiendo.

En los últimos años se ha conocido una gran proliferación en lo que a festivales de cine fantástico se refiere. ¿Teme que corra peligro la hegemonía de Sitges en el fantástico?

Tenemos una excelente conexión de festivales europeos a través de la red Méliès, y tenemos una estupenda colaboración con todos ellos. No es ninguna barbaridad afirmar que Sitges es el más importante de todos ellos. Es el que tiene más presupuesto y repercusión, ejerciendo de líder de esta federación. Estamos muy contentos por ello, y debo decir que muchos festivales nos ayudan, porque consultamos las películas que en ellos se presentan y escuchamos la opinión de sus respectivos organizadores, ya que son gente que sabe muchísimo del género fantástico. Asimismo, muchos de los directores de estos certámenes acuden a Sitges para seleccionar películas, ya que es aquí donde se abre la temporada del fantástico, contando con muchas premieres del género. De modo que no hay competencia entre los unos y los otros, sino una colaboración muy estrecha y buena.

¿Está de acuerdo con el Premio a la Mejor Película para 'Red State'?

A mí lo que diga el Jurado siempre me parece muy bien. Me gustan casi todas las películas que hemos seleccionado. Al fin y al cabo, el Comité de Selección las ha elegido por algo. Todas las que han pasado el corte cuentan con los argumentos suficientes para ganar, sino nos hubieran gustado, obviamente no las hubiéramos puesto en la Sección Oficial. Personalmente, 'Red State' es una película que me encanta, y esto ya lo puedo decir abiertamente, ahora que el Jurado ha dado su veredicto. Cuando la vi en el mes de febrero, tuve clarísimo que debía estar en Sitges, y que además sería una película importante; una película que seguramente se llevaría algún premio importante. Y así ha sido... ya son muchos años, y uno ya sabe cuáles van a ser las películas que van a funcionar aquí.

¿Ha influido el caso 'A Serbian Film' en la selección de películas para esta edición?

No. Dentro del género fantástico, todas las películas que por razones de fecha o de mercado pueden estar en Sitges, lo están, teniendo en cuenta, claro está, el límite de cintas programadas. A parte, hay condicionamientos de lanzamiento, o de respetar ciertas "exclusivas" de otros festivales. De modo que hay películas que quisimos tener aquí pero al final no pudieron llegar. En este sentido, me han preguntado mucho por la ausencia de 'The Human Centipede 2', en este caso se trata de las preferencias de la distribuidora internacional, que ha querido probar el estreno en Estados Unidos primero, aparcando de momento el mercado de europeo. Por desgracia, no todo depende de nuestra voluntad.

Por Víctor Esquirol Molinas

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