Capítulo II - El pasado
No hay nada como el erotismo para despertar de buena mañana. Alexis Kendra pone buena parte de su cuerpo al servicio de 'Goddess of Love', pero no tanto como co-autora de su guión junto a su realizador, Jon Knautz. Ya sea por A, por B o por Z, la cinta finalmente pierde la lucha que parece mantener constantemente por evitar el aroma a telefilme de Tele5. O puede que dicha lucha sea en realidad sólo una quimera.
Porque a quién madruga no siempre Dios le ayuda, menos todavía en Sitges dónde a esas horas sigue siendo demasiado pronto para saber cómo encajar según que golpes. Por ejemplo, el golpe bastante bajo que asesta 'El regalo' bien entrado su metraje, capaz tanto de lo mejor como de lo peor.
El actor Joel Edgerton debuta como director con este convincente y modélico relato que trata de hacer de la inquietud un valor al alza, cosa que consigue... al menos, hasta que se revela tan rematadamente tramposo que duele, molesta y hasta cabrea. A partir de ahí el margen de duda se reduce al mínimo y su gracia tiende al cero, viendo como la credibilidad de la propuesta se convierte en víctima de su propia trampa. Blumhouse, suma y tima.
Porque como en todo, el cine no consiste en hacer trampas, sino en saber como hacerlas. Y eso es algo que Eli Roth tampoco parece saber como hacerlo. Con 'Toc Toc' constata una vez más sus enormes limitaciones como guionista y realizador. Este cruce entre la exploitation de los 70 y el 'Funny Games' de Haneke naufraga prácticamente por todas partes, en especial a la hora de aportar algún tipo de morbo, erotismo o sentido subversivo a una historia que nunca funciona. Tan solo la presencia de un Keanu Reeves pletórico en modo Nicolas Cage que, sin duda, servirá de base a un buen número de gifs, "salva" -entre muchas comillas- lo que hubiera sido sino una completa pérdida de tiempo.
Bastante más curiosa resulta 'Los parecidos', del mejicano Isaac Ezban. Y la palabra es esa, curiosa, porque el filme no deja de sentirse como un cortometraje alargado hasta la extenuación. Y eso le pesa. Al igual que con 'El incidente', Ezban tiene entre manos una idea a la que no sabe darle el debido sustento como para saber hacia dónde ir. Y ahí, en esa indefinición, no termina ni de sucumbir ni de alzarse. Tan sólo a ratos sí, a ratos no.
Aunque ya es más de lo que puede decir la israelí 'Jeruzalem', enésimo found footage con nada relevante que enseñar más allá del uso de las Google Glass, y que dicho sea de paso no está apenas explotado de manera creativa (como por ejemplo si hacia 'Eliminado'). Ya no sólo es la inercia de los recursos habituales del formato, o ya no es sólo es que recuerde a otros 100 filmes por el estilo -la mayoría de ellos estrenados hace ya años-, es que su completa apatía por intentar "algo" que escape a la rutina se hace evidente desde el comienzo... y hasta el final.
Como también se hace evidente de principio a fin que 'Alena' es un filme bastante convencional. Lo más destacado, que es sueca. Porque por los demás este drama teenager sobre el bullying y el teen angst es tan sumamente correcto como para acabar siendo rematadamente convencional. La historia, inspirada en una novela gráfica de Kim W. Andersson suponemos que algo más interesante, requería de algún tipo de meneo que el debutante Daniel di Grado no acierta a darle, eliminando de la ecuación cualquier posibilidad de acordarse de la película en tres, dos, uno...
... como tampoco pasará a la historia 'Cuentos de Halloween', antología formada por diez historias que arrojan un saldo medio bastante pobre. Juntas no funcionan, mientras que por separado ni la mitad llegan al nivel que cabría exigir como indispensable para triunfar más allá de un festival como el de Sitges, capaz de salir al rescate de cualquier subproducto con la excusa de un buen par de tetas o una buena muerte. Algo hay, pero lo que hay es tan flojo que a uno no le queda más remedio que irse a la cama... a ver si mañana hay más suerte.
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
Siempre. Aquí se viene a pasárselo bien, está claro.