Capítulo V - En serie
En serio, y también en serie: Que 'La espía roja' es una producción británica resulta tan evidente como evidente es que se trata de una producción británica para todos los públicos. Formalmente inapelable, moralmente servicial y artísticamente neutral. Con esa suma corrección británica, tan británica y a la vez impersonal, de elegante fabricación en serie donde sólo los intérpretes sobresalen por encima de una superficie agradable pero superficial. Como una Judi Dench que podría haber rodado su parte sin salir del salón de su casa, durante un fin de semana cualquiera. Y mientras tanto en nuestra cabeza resuena 'The Americans' con fuerza como la estupenda y compleja serie sobre espionaje durante la Guerra Fría que es.
Hablando de series, de muy buenas series y poniéndonos ya de paso un poco más exigentes, hablemos de los 'Gigantes' de Enrique Urbizu (y Jorge Dorado). El estado de la nación es, que lo siguiente del director de 'No habrá paz para los malvados' es una serie de televisión. Así estamos mientras Movistar+ sigue dando un bienvenido aroma cinematográfico a lo que desde 'La peste' se le queda pequeño. Urbizu (y Dorado) servido en raciones de 50 minutos más que aptas para una pantalla de cine. En contra, la abundancia en la que nada el espectador y una dinámica que no suena a nueva; a favor, su pulso narrativo y una segunda temporada que promete subir aún más una apuesta tan seria (y sólida) como 'El día de mañana'.
Aunque si tuviéramos que apostar, o escoger, o quedarnos sólo con una sería con el 'Arde Madrid' de un Paco León (& Anna R. Costa) que tenía razón: El Luisma es de todo menos tonto. Porque tonterías, ninguna. La serie, además de seria (y sólida), trae consigo ese "toque" necesario para destacar como una producción virtualmente única. Lo sea, o lo parezca. Como para que dentro de la actual sobredosis de ficciones (patrias o extranjeras), se sienta distinta. Arrolladoramente reconocible, propia e intransferible. Una apariencia fresca y ágil, un encantador blanco y negro, y en raciones de 30 minutos que se disfruta, del tirón, y de principio a fin. O una de las series del año que explica el por qué la televisión se ha colado en los festivales de cine.
Porque lo que es bueno, es bueno, y lo que es mejor, es mejor para todos. Y todos contentos.
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Dos buenas películas, aunque cada una con su "pero". La primera recorre varios años y está llena de saltos temporales, lo que para mi gusto entrecorta mucho la narración, y la segunda no deja de ser una historia que ya hemos visto muchas veces aunque esté bien contada.
Concha de Oro: Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta
Premio Especial del Jurado: Alpha, the right to kill, de Brillante Mendoza
Concha de Oro al Mejor Director: Benjamín Naishtat, por Rojo
Concha de Plata a la Mejor Actriz: Pia Tjelta, por Blind Spot
Concha de Plata al Mejor Actor: Dario Grandinetti, por Rojo
Premio Mejor Fotografía: Pedro Sotero, por Rojo
Premio Mejor Guion: Paul Laverty, por Yuli, y Louis Garrel y Jean-Claude Carrière, por L'Homme Fidèle (EX AEQUO)
Premio Kutxabank Nuevos Directores: Boku wa Iesu-sama ha kirai, de Hiroshi Okuyama
Mención Especial Nuevos Directores: Viaje al cuarto de una madre, de Celia Rico
Premio Horizontes: Familia sumergida, de María Alché
Mención Especial Horizontes: El Motoarrebatador, de Agustín Toscano
Premio Zabaltegi - Tabakalera: Song for the jungle, de Jean-Gabriel Périot
Mención Especial Zabaltegi - Tabakalera: Los que desean, de Elena López Riera
Premios del Público: Un día más con vida, de Raúl de la Fuente y Damian Nemow
Premios del Público a la Mejor Película Europea: Girl, de Lukas Dhont
Premio Irizar al Cine Vasco: Oreina, de Koldo Almandoz
Premio de la juventud: Viaje al cuarto de una madre, de Celia Rico
Premio TVE - Otra Mirada: The Third Wife, de Ash Mayfair
Premio Cooperación Española: Los Silencios, de Beatriz Seigner