"Esta película está rodada en un plano secuencia ininterrumpido". Así comienza 'Hablar', y así comienza la 18 edición del Festival de Cine Español de Málaga.

Y mal empezamos, anteponiendo el cómo se ha rodado a la película, como bien demuestra unos títulos de crédito que incluso se alargan para incluir más y más imágenes "detrás de las cámaras". Como a Gustavo Hernández en 2010 con 'La casa muda', el artificio engulle a una película que no se sobrepone a ese mismo artificio, de igual manera que el número de planos retocados digitalmente no sustituyen a las palabras de un guión.

No siempre, pero sí demasiado a menudo en un formato que como el found footage condiciona sobremanera a unos actores preocupados de la marca, y que además siempre pone sobre la mesa ¿la cuestión de estilo? ¿de pasta? ¿o de capricho?. Teatral en el mal sentido y a la vera de lo que luce como un artificio tras la advertencia inicial, siempre estamos más atentos a lo que se ve que a unas palabras que deambulan por las calles de Lavapiés sin que el guión, la cámara o la providencia le den forma de historia, mosaico o película más allá de la curiosidad que permite, al menos, su breve metraje.

Y de una propuesta excesivamente teatral a otra que no lo es tanto, pero que debería de haberlo sido para poder aspirar a algo más que a dejarse ver con facilidad. Hablamos de 'Felices 140', película que todos daban por sentado pasaría por Málaga... pero que sin embargo no lo ha hecho, si bien nos aprovechamos de ella para complementar una jornada que en caso contrario habría dado poco de que "hablar".

Estrenada la semana pasada, a la nueva película de Gracia Querejeta le pasa justo lo contrario que a la de Joaquin Oristrell, que huye de esa apariencia teatral que tan bien le hubiera sentado. Una buena idea y un giro que sorprende, pero a la que le falta intensidad y un verdadero conflicto moral que lo arrope. Los personajes actúan con demasiada relajación habida cuenta de la circunstancia y la historia, erróneamente, se desperdiga a lo largo de un fin de semana en vez de concentrarse en un puñado de horas, que es lo que exigía para haber mantenido entera su credibilidad.

Continuará...

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex