Confesiones íntimas sobre el cuerpo y el deseo - 'Touch me not' en la Berlinale
La directora rumana Adina Pintilie ha logrado con su primer largometraje entrar en la sección oficial a competición de la presente 68ª Berlinale. Aunque este hecho no sea definitorio de que la película nos guste, no se puede negar el interés de su contenido ni su apuesta social tanto en la elección de la temática como en el casting de actores (o personas que aparecen delante de la cámara). Con las opiniones de la crítica muy divididas, se aventura en el terreno de la ficción documental para reflexionar sobre las relaciones humanas desde el punto de vista de la intimidad y el sexo.
Entre la fina línea que separa la ficción de la realidad, Pintilie (que también aparece dentro de la película como la directora y entrevistadora) nos presenta el testimonio de tres personajes en su búsqueda para explorar cómo funciona su cuerpo en contacto con el mundo: Una mujer que no tolera la cercanía ni las relaciones sexuales, un hombre que todavía sufre de su antigua relación, y un hombre con una gran disminución física que, muy al contrario de lo que podríamos pensar, disfruta normalmente de su sexualidad, dándonos una buena lección sobre hasta qué punto la actitud que tenemos ante la vida es definitoria de lo felices que podamos llegar a ser.
El deseo del cuerpo, junto con el miedo que conlleva a veces sentirnos desnudos (en el amplio sentido de la palabra), les hace trabajar para superar viejos clichés, mecanismos de defensa o tabúes que la sociedad ha ido inculcandonos a lo largo de los años, y que desgraciadamente a veces tan difícil resulta cambiar. Desde la Edad Media, con el cristianismo, que se nos inculcó la idea de que las cosas son o buenas o malas, o blancas o negras, pero las cosas son como son, y si hay que describirlas hay toda una escala de grises esperando.
Cuando nos cerramos en nosotros, cuando sentimos nuestro cuerpo como barrera, ¿es porque no queremos dejar entrar el mundo exterior, o porque tenemos miedo de que salga nuestro mundo interior hacia afuera? Mensajes como poder hablar libre y francamente sobre las sensaciones, nos gusten o nos molesten, sobre el sexo como una de tantas maravillas que tenemos como seres humanos o sobre el miedo de ser observados y juzgados, se suceden en la película y dan forma a dos horas de narración en la intimidad de la confesión y del deseo.
'Touch me not' no se corta en mostrar desnudos ni escenas de sexo o de bondage, sin convertirlo en el centro de atención, pero, siempre como una consecución natural del tema que trata. Mostrar el cuerpo como lo que es, un cuerpo, más o menos bonito, más o menos frontera con el mundo que nos rodea, pero siempre como un regalo de la vida que poseemos: este es quizás el logro de la película. De nosotros depende el aprovecharlo para experimentar y conocer nuestro alrededor. Una oda a la vida, sin prejuicios, y a poder amar al otro sin perdernos a nosotros mismos.
por Aina Riu
@ganiveta_online
Comentarios