'Un tango más' - Pasión entrecortada
María Nieves y Juan Carlos Copes deben ser al tango argentino, no sé, desde la comparativa gratuita y algo aleatoria, la Pantoja y Paquirri en España o quizá, algo más cercano (por compartir vida personal y profesional durante décadas mezclado con tortuosidad) a lo que son Albano y Romina en Italia. Salvo si se es argentino o amante del tango, supongo que a todo el que la vea o lea estas líneas le pasa como a mi y es que no conoce a los protagonistas ni la historia que nos trasladan. Ese quizá sea su primer y mayor punto en contra.
Y es que, aunque el documental te traslada la historia a la perfección de forma que cualquiera no iniciado o ignorante en los sucesos pueda entenderlo, tiene un potente factor de, por un lado, cultura de arraigo del tango y por otro, no se si decir el morbo (que no juega con él, no es un telefilm de Mediaset ni mucho menos) o la curiosidad de conocer los entresijos de su historia. Y claro, para ello, tienes que ser argentino y conocerlos. Aún con ello, son apreciables y de fácil empatía con cualquier tipo de espectador, sus factores de nostalgia, el relato de alguien que triunfó y repasa con cariño el recuerdo de su vida, con alguna dosis de arrepentimiento respecto a algunas decisiones y con una mezcla, como si hubiera sido ayer, de amor y odio que vuelven a aflorar al rememorar cosas vividas.
Maria Nieves es la total protagonista, que relata lo acontecido, en ocasiones sola ante la cámara y en otras en una mesa junto con actores, que en algunos momentos teatralizan momentos de la historia. Dolida, en algunos momentos taxativa, pero en general agradecida. Un torbellino de la naturaleza que a los 81 años aún vive su pasión cual adolescente. Igual que Juan Carlos Copes, al menos en este último sentido, dado que su presencia es mucho más secundaria y testimonial, e incluso en el papel del "villano" de la historia, un rol que él, cuando habla, tampoco ayuda a desmentir o quitarse de encima.
Los mejores momentos son cuando la protagonista se desata en pasión y brillo en sus ojos rememorando algunos momentos, acompañado de los actores teatralizando partes del relato, con silencio más allá del tango, cual película de cine mudo. La lástima de la historia en general y de tramos de ella en particular, es que requiere un interés del espectador y haber conocido a sus protagonistas. No me sucede como con otros documentales o películas (como algún/os acladado/s recientemente sobre F1) que aunque no conozca el tema ni me apasione, logran tenerte enganchado y despertar algo en ti.
Por Abrahán Guirao
@TurboLover1984