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'The Studio' -

por 01 de julio de 2015

Una sátira sobre Hollywood en la que Hollywood se interpreta a sí mismo. Aunque podría, 'The Studio' no recuerda a 'Babylon', sino más bien a 'Boogie Nights' y 'Licorice Pizza'. Y es que 'The Studio' podría parecer una comedia de Paul T. Anderson, lo que no deja de resultar tremendamente estimulante... aunque también un arma de doble filo que se expone a la perfección en su primer episodio: ¿A quien escogerías para hacer una película, a Martin Scorsese o a Nicholas Stoller? ¿Y para hacer una película sobre no sé... Kool-Aid?

Aunque podría ser que no lo fuera, también existe la posibilidad de que lo fuera: De que 'The Studio' sea una serie para los que no sólo les gusta el cine, sino que además lo entienden. Lo suficiente al menos como para saber quienes son tipos como Scorsese y Stoller, y además, saber apreciar la diferencia. Seth Rogen quiere hacer filmes, buenos filmes... pero Hollywood no es sólo hacer filmes: Se trata, también, de hacer películas. Y sobre todo de industria. Y eso va mucho más allá de lo guay, divertido o entretenido que te pueda parecer algo.  

Sea como fuere, 'The Studio' vienen a ser como diez intensas y trepidantes minipelículas autoconclusivas no ya sobre el "detrás de las cámaras", sino sobre el "detrás del detrás de las cámaras" que al igual que ocurre en 'Curb Your Enthusiasm', en cada capítulo de unos 30 minutos cuenta con la participación de distintas personalidades de la industria... como sin ir más lejos, Scorsese. ¿Y quién es Scorsese? ¿Qué ha hecho Stoller? ¿Qué es un rip-off? ¿Y una d-girl? ¿Y Barieti...? Si te haces preguntas así, puede que 'The Studio' no sea para tí.

No porque sea una sátira muy técnica, demasiado privada o difícil de entender, para nada. Pero al igual que ocurría con 'El séquito' o en mucha menor medida con la reciente 'La franquicia', para disfrutar plenamente de 'The Studio' se requiere de un mínimo de querencia por el medio. De ir más allá de la obviedad de una serie en la que al igual que en las de Armando Iannucci, se habla mucho mientras la cámara no para de merodear; en este caso, a través de escenas filmadas siempre en elegantes plano secuencia con una sola cámara.    

¿Se acuerdan de 'Boogie Nights'? ¿Sabes qué película es sin Google? Pues algo que se le pueda parecer, en una divertida, adictiva y altamente entretenida, incluso estresante sátira meta sobre una industria con la capacidad de convertir en sueños sus miserias. Como ya vimos en 'Babylon'. Porque cuando haces una buena película o serie, lo es para siempre. Aunque tengas que recurrir a una puñetera muñeca de plástico, prescindir del homenaje a un familiar muerto o cargarte la última peli de uno de los mejores cineastas de la historia. O no.

Esto es Hollywood. Esto es cine. Y la magia, la auténtica magia sólo está en las pantallas... porque por supuesto, 'The Studio' sigue siendo Hollywood, y aunque sea una serie también sigue siendo cine. Del mismo modo que Apple TV+ sigue siendo industria. Esto es, lo que han hecho siempre Rogen y cía: Nutrir la ficción de la realidad, en una retroalimentación simbiótica que al mismo tiempo que nos permite soñar, nos recuerda que los sueños hay que perseguirlos en el mundo real. Porque la magia no deja de ser una ilusión de carne y hueso.

Ciertamente, 'The Studio' podría ser la visualización del sueño del propio Rogen. Un sueño servido con el debido y oportuno respeto, elegancia, humor, subtexto, autoconsciencia, tacto, cariño, encanto, famoseo, buen gusto y mala leche. 

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