'Teresa' - Cara a cara con Dios
Vuelve la directora de 'La novia' con una nueva película de los pies a la cabeza. Una obra de nuevo sobrecargada que relata una historia en la práctica muy sencilla narrada, otra vez, con una estilizada y absorbente teatralidad visual que, igualmente, dejando al margen la altanería o el servilismo, exige un tiempo de reposo y meditación.
'Teresa' podría ser exactamente lo que es, una obra de teatro sobre dos personas con ideas y convicciones contrarias que discuten con entusiasmo sobre la fe en tiempos pretéritos. Un duelo aparentemente a muerte entre Blanca Portillo y Asier Etxeandia que luego no es tan fiero ni demoledor como lo pintan. Cárcel, hoguera o libertad.
Eso dicen.
Se trata de un combate teológico, pero también político y personal. Sobre el amor y el dolor, sobre la muerte y el sentido de la vida, sobre la obediencia y la libertad. Un retrato parlanchín sobre las contradicciones de uno mismo enfrentadas a las contradicciones de la existencia misma. Un paisaje, un deseo, una duda, una determinación al amor.
Y así, entre palabras y ensoñaciones, 100 minutos supervitaminados y mineralizados muy distraídos -aunque no se sepa muy bien por qué- que en consonancia con la película, ni nos harán creer ni nos harán dejar de creer. Al fin y al cabo de eso se trata, de una cuestión de fe a merced de las conclusiones que cada uno quiera o pueda sacarle.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex