Ambientada en los años 70, 'Soy tu mujer' gira en torno a una joven mujer casada llamada Jean con una vida aparentemente fácil, cómoda y sin preocupaciones que dedica a su bebé y a su marido Eddie. Hasta el día que su marido, un criminal, decide traicionar a sus socios y entonces Jean se ve obligada a huir con su bebé a cuestas.

'Soy tu mujer' es una película con una premisa tan sencilla como la que se lee que a pesar de sus dos horas largas de metraje, se desarrolla y funciona por igual con la sencillez con la que pretende sonar. Un ejercicio de estilo que remite claramente al cine de esos años 70 en los que se enmarca. En el tono, en las maneras, en el fondo.

La directora Julia Hart busca alinearse con ese toque crudo, parco y seco de los thrillers de los 70 con un punto femenino, cosa que consigue de manera elegante aunque también con cierta inestabilidad; al menos, a la hora de cohesionar todas sus inquietudes por debajo de una apariencia que funciona bajo un modelo de conducta obvio.

Como buena reminiscencia del pasado, 'Soy tu mujer' es un thriller más cercano a los subrayados que a los giros imposibles. Una reverencia que gustará a los que gusten de las reverencias que no pretenden faltar el respeto a sus mayores, sino honrarles como miembros dignos de formar parte de la familia, siempre, sin menoscabar su autoridad.

Más o menos lo contrario a 'Mátalos suavemente', para entendernos.

Pero, al igual que le sucedía a Edward Norton con 'Huérfanos de Brooklyn', Hart logra una representación apreciable y voluntariosa que sin embargo se mantiene a la sombra, tanto del cine al que remite como del cine al que da la espalda, el actual. Falta contundencia, un ritmo más vivo, una pizca de orgullo y que el fondo no se imponga a las maneras.

'Soy tu mujer' es una buena película que convencerá a los que ya estaban convencidos mientras que los que no lo estaban seguirán sin estarlo, siendo que al final, en una especie de acuerdo de compromiso, nos quedaremos, o nos conformaremos tan sólo con la interpretación de la maravillosa Sra. Brosnahan. El resto, como si fuera un eco.

Por Juan Pairet
@Wanchopex