'Slumdog Millionaire' - Desde India con amor

India está paralizada. Media población está pegada al televisor siguiendo el programa "¿Quién quiere ser millonario?". Allí el joven Jamal Malik, un adolescente que proviene de los suburbios de Bombay está contestando correctamente a cada una de las preguntas que se le van planteando. Justo cuando está a punto de acceder a la última ronda para llevarse el mayor premio jamás dado en un programa indio, se interrumpe la emisión. Aprovechando la pausa irrumpe la policía en los estudios televisivos para arrestar al supuesto genio, sospechoso de haber hecho trampas en el concurso. Una vez en comisaría los detectives tratarán de descubrir cómo un marginado social ha podido saber tantas respuestas.
Por fin llega la película más esperada del año. La que arrasó en la última edición de los Globos de Oro y que por consiguiente tiene muchos números para hacer lo mismo con los Oscar. Mirando la trayectoria de Danny Boyle podría decirse que es un autor aplastado quizás por su propio genio. Con 'Tumba abierta', -su ópera prima- una comedia que impactó por sus altas dosis de humor negro, el director británico se dio a conocer y se ganó el favor del público. Pero no sería hasta pasados dos años cuando, con el estreno de su segundo largometraje, el mundo cinéfilo se rendiría a la fiebre Boyliana. 'Trainspotting' cruzó todas las fronteras y el cineasta se convirtió ya en un autor de culto.
Durante el siguiente período de doce años encontramos en la carrera de Boyle filmes mucho más mediocres, mostrando casi todos ellos buenas intenciones, pero muy alejados del nivel mostrado en sus dos primeros trabajos de cara a la gran pantalla. Así que después de esta travesía por el desierto, el director decide cambiar de imagen y aprovechar el innegable filón que ahora mismo conoce el mundo de Bollywood. Interesante experimento que acaba convirtiéndose en una jugada maestra. El puente de conexión con el gigante asiático no sólo propicia una imagen llamativa, sino que sobretodo ayuda a ocultar las cojeras de la trama.
'Slumdog Millionaire' cuenta con uno de los mejores arranques vistos en los últimos años. No obstante, su voluntad por querer abarcar tantos temas; tantas historias hace que aquella locomotora que parecía iba a coger velocidad de crucero empiece a disminuir el ritmo. El peso de sus pretensiones acaba desvirtuando ligeramente la cinta. Como el la duración no puede ser eterna, no hay más remedio que dibujar personajes planos y situaciones culebrescas algo disparatadas. Todo ello disfrazado -eso sí, muy inteligentemente- por un supuesto homenaje (cuya única y verdadera concesión sólo se encuentra en la última secuencia) al cine que nos viene desde la India.
Entonces ¿cuál es la fórmula del éxito de este enamoradizo concursante? Dos principales ingrediente. El primero es como ya se ha dicho, el planteamiento de la historia, que propicia una narrativa ágil, extremadamente dinámica y que por ello engancha desde el primer minuto. Boyle ofrece una lección magistral de cómo usar los saltos temporales: se suceden sin parar, lo cual exige la atención del espectador sin llegar a hacerse nunca difícil el seguimiento de la trama. El segundo ingrediente para conquistar al respetable se basa en esta ocasión en el envoltorio. 'Slumdog Millionaire' cuenta con una estética para nada innovadora pero claramente electrizante. Una banda sonora de lo más pegadiza, buen colorido y un vertiginoso encadenado de imágenes preciosas y chocantes. Allí donde otros se hunden por sus propios excesos, Danny Boyle nada -de nuevo- como pez en el agua.
En definitiva, podría compararse este auténtico fenómeno de masas como una vista general de la ciudad de Bombay. Desde lejos nos asombraríamos al ver una urbe próspera, deslumbrante y comandada por sus modernos rascacielos. En cambio si activáramos el zoom, aunque el panorama siguiera siendo hipnótico, sería difícil pasar por alto por ejemplo las chabolas y los vertederos. Dos visiones contrastadas que no obstante pueden hacerse compatibles para formar un todo imperfecto pero con una innegable capacidad para dejarnos boquiabiertos.
Nota: 8 / 10
por Víctor Esquirol Molinas
@VctorEsquirol
Spoiler
Spoiler
Spoiler
- Cualquiera puede llegar a lo más alto (entiendase por 'alto' la palabra 'éxito')
Por el tramo final de la película subo la calificación hasta 4.9/10
Voy y veo Slumdog Millionaire en el cine y me encuentro con una historia dramatica/romantica muy bonita y simpatica, aunque con sus niveles de crudeza sobre todo al principio, pero la pelicula en si es un "pastelon" y eso se deja claro al final...
La BSO es hermosa, los planos son geniales, las actuacines muy buenas (el prota sale en "Skins" no me jodas
A mi el baile final a lo Bollywood si que me gusto, deja a la pelicula como con un aire optimista, aparte de ser un homenaje muy bueno :P
8.8/10
El baile del final me encantó, salí del cine con una sonrisa super feliz.
Me gusta todo de esta película, aunque destaco la banda sonora
Nota: 9'25/10
Ante tal insistencia, uno no tiene más remedio que cortar por lo sano y visionarla. No puede alargar más la espera y repetir más el "ya la veré". Y cuando acabas la película, hay veces que, una vez finalizado, es tal el sentimiento de miserabilidad que pernocta por nuestra mente que creemos merecernos hasta un castigo. La recomendación era tan extraordinaria que cada día rechazado duele en la conciencia como si tuviéramos la mente negra de remordimientos. Servidor ya ha tropezado 2 veces en la misma piedra con Danny Boyle. Una, por 127 Horas, su mejor película hasta la fecha vista por los ojos de quién escribe. Otra, después de una noche de suerte televisiva, por Slumdog Millionaire.
Y francamente, la caída ha sido impresionante. Slumdog Millionaire es una película fabulosamente bien dirigida, con un paralelismo casi simétrico con 127 Horas también de Boyle, ya que tiene elementos calcados que por supuesto la completan a modo de adornos (fotografía, banda sonora, planos made in Boyle) con la maravilla que es la película en sí misma. La gozada visual es constante, y no se desinfla por ningún lado; narrativa suficiente y compacta, música espectacular una vez de A.R. Rahman, que sabe como intensificar o dulcificar la escena que esté abrazando su melodía, interpretaciones sensacionales sobretodo la de Jamal (Dev Patel), que convence al espectador tanto en la faceta romántica como en la dramática (su relación con la guapísima Latika, interpretada por Freida Pinto, y el concurso) y una dirección como sólo el talentoso director británico sabe hacer, con escenas y planos de lo más variopinto y con un uso incansable pero fantástico del encuadre Macro Fotografía y del Big Long Shot o plano general lejano.
Danny Boyle es, a regañadientes seguramente, el director más sensible (a pesar de que él mismo declare públicamente ser un antisentimental) de Hollywood, la persona que mejor sabe llevar a la gran pantalla eso de "una imagen vale más que mil palabras". El reflejo de lo que pasa el pobre Jamal, una cruzada de lucha eterna con su madre, su vida, su hermano, su amor por Latika, y por supuesto todo esto haciendo de base para el fuste que es el concurso donde las respuestas están representadas con una brillantez sublime a modo de vivencia del bueno de Jamal, es para construirle un pedestal a Boyle puesto que no hay forma de representarlo mejor. Y aún con todo esto que se ha mencionado líneas atrás, hay una cosa que trasciende mucho más que toda la película, que conecta aún más con el alma del espectador, y esto no es otra cosa que su mensaje.
La creencia en el Destino, en que lo que ha pasado, pasa y pasará está escrito, en que toda nuestra vida está más que conocida por ella misma, es un elemento en el que Boyle deposita todo su trabajo. Lo que te va a llegar te va a llegar. No hay que buscarlo, no se encontrará. Confía y llegará. Bravo Boyle.
That´s what I say.
Hay que partir de lo que ya habéis dicho algunos, es una película "tramposa". Que una persona se sepa la respuesta a una pregunta de un concurso por alguna de sus vivencias es posible, que las sepa todas es un "Deus ex Machina" elevado a la décima potencia, imposible de creer. No obstante, si aceptamos esa premisa como posible, el resto de la película me parece genial, aunque me gusta mucho más el pasado del protagonista que todo lo relacionado con el concurso.
Mi nota es 8/10.