Se podría decir que 'Señor, dame paciencia' es una especie de "versión española" de 'Pequeña Miss Sunshine'. Al menos, en teoría, eso se supone que es en palabras de su máximo responsable, Álvaro Díaz Lorenzo. Algo que así dicho de cara a la galería, durante una rueda de prensa o en una entrevista queda muy bonito... pero cuyo parecido con la realidad es casualidad, mentira o ingenuidad. Como por poder decir, se pueden decir muchas cosas.

En la práctica más o menos que lo habitual, por desgracia, en lo que parece ser, a los hechos hay que remitirse, es el género de la comedia para un cine español que actualmente no distingue entre la pequeña y la gran pantalla. La típica comedieta ramplona y bajo mínimos que abusa de unos clichés a los que no saca ni media hostia. Además, agitada con una chusquedad melodramática que reduce aún más el alcance de unos chascarrillos muy de garrafón.

¿Por qué lo llaman comedia cuando quieren decir pfffff? Nada que rascar de esta producción perezosamente acomodada en la rutina de una idea para un póster. Como en 'Villaviciosa de al lado', el postureo está de más y la película es lo de menos. La dictadura del tópico y la frase hecha tan propios de esa televisión de usar y tirar, así como la sensación manifiesta que para muchos se trata de unas vacaciones pagadas a cuenta de la casa. O del espectador.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex