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'Querido Evan Hansen' - Yo, él y Zoe

Vía El Séptimo Arte por 10 de diciembre de 2021
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No sé si es sólo cosa mía, pero por lo general tiendo a relacionar el cine musical con películas alegres y dicharacheras. Películas que a pesar de poder coquetear con el drama en sus más variadas formas, en esencia, tienden a arrimarse al buen rollo en cuanto les dejan. 'Querido Evan Hansen' tal vez no sea una excepción propiamente dicho, pero sí tiene un marcado carácter melodramático que la aleja de musicales más llevaderos estrenados este mismo año como 'En un barrio de Nueva York', 'Cenicienta' o 'Todos hablan de Jamie'.

En este punto no puedo sino acordarme de 'Yo, él y Raquel', película con la que destroce a mi pareja sentimental, haciendo mía la mentira de Greg en base a lo mismo que más o menos pretende 'Querido Evan Hansen': Extraer el lado positivo de una situación en teoría, con más connotaciones negativas que positivas. Vista así, quizá la nueva película de Stephen Chbosky no termine de funcionar tan bien como funcionaba la anterior, 'Wonder', dado que el poso que nos deja al final no es tanto de buen rollo como de una especie de abatimiento o aflicción.

No deja de ser parte del encanto quebrado, melancólico y a contracorriente de este valiente aunque poco enérgico musical nacido para la controversia. No es para menos, pues se trata en cualquier caso de una obra sensiblera y manipuladora, tanto como por otro lado lo era también la mencionada 'Wonder'. Claro que dentro de su ámbito de actuación, aquella no sólo era más redonda sino también más alegre. Esa alegría que tanto ayuda a limar asperezas y que tanto le cuesta encontrar junto a su tono a 'Querido Evan Hansen', ya sea con o sin canciones.

Aún con todo, 'Querido Evan Hansen' es una película apreciable y que funciona, a ratos mejor o peor, por más que no acabe de estar cómoda con quien es y asuma con desatendida resignación no ser la mejor versión de sí misma. Los elementos que la caracterizan y le dan cobertura siguen presentes. En ese sentido, cabe agradecer que se atreva a pisar según que charcos que muchos prefieren no mirar, siendo su falta de rotundidad lo que realza su voz frente a otras producciones cuyos mismos pecados quedan en segundo plano por ser... ¿más simpáticas?


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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