'Cenicienta' - Canta o revienta
¿Una nueva versión del cuento de Cenicienta? Pues sí, las que hagan falta y puede que alguna más. ¿O es que sólo Disney puede vendernos una y otra vez distintas versiones de una misma historia como si no pasase nada?
En realidad, no tiene por qué pasar nada. Quien viene ya sabe a lo que viene. Y la mayoría de las historias son una repetición de una repetición de una repetición. La cosa está en como arropas dicha repetición. En como la adornas para que no parezca ser una repetición, o peor aún, una repetición de una repetición. Para que no parezca, ni se sienta como una noche cualquiera. O para que no parezca más, y más, y más de lo mismo... como la versión que hizo Disney de esta misma historia en 2015.
No era ni buena ni mala, simplemente era una repetición... de una repetición. Más de lo mismo. ¿Quién se acuerda?
En resumen, se trata de darle un meneo y aportarle "algo" que la haga distinta a otras versiones, y también, ya de paso, la ubique dentro de un mundo plagado de "cenicientas". Que no sea una más de tantas, aunque eso no signifique ser mejor que las demás. En este punto es cuando comenzamos a hablar de la 'Cenicienta' de Camila Cabello, cantante que hace dos días no sabía que existía y que ahora me cae bien. Por lo pronto no parece una cantante haciendo como que actúa.
Tiene carisma. Sabe cantar. Es mona. Y esta 'Cenicienta' está a su entera disposición, tanto a la suya como a la de todos los que saben cantar y de Pierce Brosnan, que no. Porque de eso se trata, de cantar. Y eso es lo que aporta esta versión musical, en su mayoría versiones de clásicos ante las que sin oponer resistencia, es fácil dejarse llevar. La magia y el empuje de la música, el principal argumento de una película que sin ella no tendría sentido. Directamente, no existiría. No merecería existir.
Porque sus números musicales pasan por encima de una película con una equilibrada mezcla de aciertos y errores, los cuales se alternan con tanto dinamismo que no da tiempo a celebrar o lamentar unos y otros. En ese sentido, como película, esta 'Cenicienta' se queda a medias, dando cierta sensación a película remontada; especialmente durante sus últimos minutos, resueltos de manera tan atropellada y brusca que su rebaba feminista parece insertada a capón el día después de lo del tal Weinstein.
A una de esas películas cuyas posibles inquietudes creativas y artísticas quedan enterradas bajo las directrices de la clásica producción comercial de estudio. Pero lo dicho, sus números musicales pasan por encima de la una y de la otra, en un musical queda rematadamente claro que inofensivo, cómodo, condescendiente y para nada subversivo. Sus números son vibrantes, tienen energía, desprenden alegría. E impregnan de buen rollo a una producción a la que suministra todo el aire que la mantiene (muy) viva.
Si hasta se permite bromear con las dotes para el canto de Pierce Brosnan, en una escena que ya es mítica. Un fino sentido del humor algo intermitente, pero tan bienvenido como unos números musicales que promulgan que esta reinterpretación jocosa no se trata de otra más, ni de una más. Ni mejor ni necesariamente buena, pero sí mucho más simpática, alegre y dicharachera. Pero sobre todo disfrutable, cortesía de una BSO que resuena en nuestras cabezas horas después de acabar la función.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 6.