Este jueves por la mañana unos cuantos compañeros de otras tantas webs, entre los que me incluyo en representación de El Séptimo Arte, hemos tenido la oportunidad de asistir por gentileza de Paramount Pictures a una proyección especial de unos 20 minutos de duración a modo de breve adelanto de la esperada 'Super 8', la nueva película de J.J. Abrams producida por Steven Spielberg que llegará a los cines norteamericanos el próximo 10 de junio, y lamentablemente algo más tarde a los españoles, concretamente el 12 de agosto.

Y la sensación generalizada, me consta, no podía haber sido más satisfactoria para con un título cuyo preview ratifica que se posiciona sin duda como una de las propuestas, a priori, más prometedoras e interesantes de entre todos los films que nos llegarán durante la temporada estival, y quien sabe si incluso de todo el año... o más allá. Por si las expectativas no estuvieran de por sí lo suficientemente altas, pero las cosas como son: pinta muy pero que muy bien, especialmente para todos aquellos que crecimos gastando los cabezales del VHS a base de ver una y otra vez películas como 'Los Goonies'.

Tras la proyección en 3D del tráiler del tercer título de la popular franquicia basada en la línea de juguetes de Hasbro (valor añadido del que luego algo me comentaré), le ha tocado el turno al verdadero reclamo por lo que a un servidor no le ha importado prescindir de algunas de las horas de sueño que le correspondían en el día de hoy, la proyección de un breve adelanto de la muy anticipada (y esperada) 'Super 8'. Precedidas por una divertida introducción en vídeo por parte del propio J.J. Abrams, quien de forma concisa explicaba brevemente la génesis del proyecto al tiempo de que advertía que el montaje y demás aun no era los definitivos, un total de seis escenas con una duración estimada de 20 minutos nos han sido mostradas. Como no podía ser de otra forma hemos podido ver la escena al completo del espectacular accidente de tren que sirve de detonante de la acción, la cual aún retumba en mi cabeza y cuya presentación en pantalla es bien distinta a la vista en su muy temprano téaser, así como tres breves escenas previas al mismo y una última, posterior al accidente, en la que hemos podido "intuir" el ataque que se produce por parte "de algo" en una gasolinera al dependiente de la misma estupendamente concebida y realizada. Sí, lo cierto es que la película pinta demasiado bien como para, llegado este punto, haberse quedado a medias.

Sin entrar a detallar lo visto en pantalla, algo que considero totalmente innecesario, varias cosas son las que merecen la pena destacar de lo que promete ser 'Super 8', algo que no obstante ya deja entrever también su tráiler y que ha propiciado que el hype se haya hinchado hasta niveles peligrosamente altos. De partida se hace palpable el mimo que le ha puesto al proyecto J.J. Abrams con el fin de ofrecer una buena película en toda regla que, al menos en intenciones (veremos los resultados una vez podamos hincarle el diente a la película al completo), vaya mucho más allá de los límites del blockbuster veraniego por el que hasta ahora se había movido en sus anteriores incursiones en la gran pantalla. Abrams pretende (y parece que lo ha conseguido) recuperar el aroma, las maneras y las formas que desprendían buena parte de las producciones de Steven Spielberg de los años 70 y 80, ya fueran como director o productor, con títulos como 'E.T., el extraterrestre', 'Encuentros en la tercera fase', 'Tiburón' o 'Los Goonies' a la cabeza, y no sólo en la óptica y el trabajo del equipo de fotografía. La mezcla de géneros de la primera capaz de saltar de uno a otro en un simple cambio de fotograma, el manejo de la narrativa de la segunda, la elaboración y creación de tensión y suspense de la tercera, y el tono alegre y aventurero de la cuarta se dan cita como referencias inequívocas que Abrams ha manejado en su cabeza para crear un elaborado híbrido esperemos que irresistible y sólido una vez se junten sus piezas.

Si por un lado la escena del accidente del tren resulta verdaderamente espectacular, tal vez algo exagerada pero tan efectiva e impactante como cabe esperar del realizador de la notable 'Star Trek (2009)', por contra en la escena desarrollada en la gasolinera Abrams muestra un exquisito dominio de la puesta en escena mediante el empleo del encuadre, ocultando todo aquello que no quiere que veamos (o lo que es lo mismo, el qué o quién es la amenaza) mediante el inteligente uso de los elementos en pantalla y haciendo gala de una elaborada intencionalidad visual que juega un papel fundamental en la creación de una tensión y un suspense. Pero si se hace palpable que el nivel técnico de la cinta será de notable para arriba, no menos notable resulta la aparente selección de su excelente e intencionadamente más bien desconocido casting, todo un acierto a la hora de evitar ideas preconcebidas, y en el que nos encontramos con un grupo de jóvenes intérpretes que, al igual que en su momento los integrantes de 'Los Goonies', transmiten una naturalidad, frescura, credibilidad y camarería entre ellos tremendamente empática dejando en evidencia que Abrams ha puesto mucho interés también tanto en la elaboración de los personajes como en las relaciones entre ellos, perfectamente definidos sobre el papel, simpáticos y humanos, pero sobre todo (al menos hasta donde se puede apreciar en apenas unos minutos) validados por la dirección de actores de una producción que, crucemos los dedos, sea al menos tres cuartas partes tan buena como se aventura a ser, algo que de por si la colocarían muy por encima de buena parte de la producción cinematográfica anual. Se intuye una de esas producciones que trasciende lo cinematográfico hasta convertirse en un fenómeno...

Además, y aprovechando la ocasión, Paramount también ha tenido a bien presentarnos la versión en 3D del (espectacular) tráiler de 'Transformers: El lado oscuro de la Luna', el mismo que desde hoy mismo se podrá ver precediendo a las proyecciones de la recién estrenada 'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas' y que presenta unas pocas imágenes nuevas respecto a la versión vista hace ya unos días. De este último avance decir que, a diferencia de otras tantas que han empleado su nombre en vano (caso de la propia cuarta entrega de la franquicia protagonizada por Jack Sparrow), la nueva película de Michael Bay parece hacer gala de un inmaculado, espectacular y verdaderamente poderoso 3D por el que realmente merecerá la pena pagar un suplemente, algo que se intuye de un tráiler que en pantalla grande resulta eso mismo, grande, y que entre la suma de sus imágenes y el sonido, y como bien ha definido nuestro amigo Oscar de la web 'No es cine todo lo que reluce', más que un 3D parecía un 4D por cómo retumbaba todo la sala y se sentían las imágenes en nuestras propias carnes. Otra que también promete, aunque a un nivel muy distinto, eso sí.

Por Juan Pairet Iglesias