Estrenada en nuestro país en verano de 2020, 'Ninja a cuadros' fue para un servidor una de las sorpresas más agradables de aquel año. Una de esas películas de las que no esperas nada pero que te ofrecen mucho más que nada, para alegría de ese niño que la mayoría llevamos dentro.

Tal fue su éxito en su país de origen que ahora nos llega una inevitable secuela que como tal, asume la condición de oportuno aunque evitable efecto colateral. Una película sensiblemente inferior a la ahora primera entrega que se puede decir que vive de las rentas de aquella. Explotar el filón, vaya.

'Ninja a cuadros 2: Misión Tailandia' es entretenida, y vista con buenos ojos no es peor (ni mejor) que la gran mayoría del cine de animación por ordenador que suele acaparar las portadas y marquesinas. Películas que, por lo general, cumplen como entretenimiento para hoy, hambre para mañana.

Así, esta secuela no tan cuidada carece del brillo de la primera, siendo un eco distraído que funciona con la ligereza del que no espera nada que le complique lo más mínimo la existencia. Más pero a la vez menos sostenido, principalmente, por el buen recuerdo de un original de sombra alargada.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex