'Madre!' - Aronofsky!
'Pi, fe en el caos' fue un debut rompedor, de esos en los que el autor dice a todo el mundo "Ojo, estoy aquí y he venido para revolucionar el cine". 'Réquiem por un sueño' es una obra maestra, una de esas películas que en cuanto las ves sabes que no verás nada parecido jamás y uno de los largometrajes que mejor expresa el dolor y la impotencia a la hora de sufrir una adicción (sin importar a que seas adicto). 'La fuente de la vida' fue mucho más controvertida que estos dos anteriores films. Si 'Réquiem por un sueño' es el terror -real- absoluto, 'La fuente de la vida' brilla, es muy pura e invita al positivismo (teniendo en cuenta que hablamos de Darren Aronofsky, claro, esto hay que tenerlo muy presente) a la vez que toca un tema tan duro como la pérdida del ser más querido y la negación de afrontar la triste realidad.
Con 'El luchador' cambió totalmente de registro, lejos de lo rocambolesco de sus anteriores creaciones, Aronofsky hizo una película cercana y sencilla en la que demostraba que puede contar una historia sin contar con toda su imaginería visual pero sin perder esa espiral de autodestrucción que caracteriza a todos sus personajes protagonistas. Lo de Mickey Rourke fue inaudito, se nota que el personaje le tocó de cerca. Y la reivindicación que hizo sobre un deporte tan repudiado como el wrestling es de admirar (todos esos momentos entre bambalinas son geniales y se sienten muy reales).
Tras este paréntesis para demostrar que era algo más que un director complejo y experimental, volvió a sus raíces de forma contenida con 'Cisne Negro', un thriller con una Natalie Portman perfecta que nos hablaba sobre la enfermiza búsqueda de la perfección, del delicado y puñetero mundo del espectáculo y de lo tóxicas que pueden ser las relaciones paternales. En 2014 dirigió y co-escribió 'Noé', una superproducción que salió bastante mal en casi todos los aspectos y un proyecto que se vio perjudicado por su propia naturaleza de blockbuster. ¿Por qué os he soltado este resumen de la filmografía del director de Brooklyn? Pues porque quizá os habíais olvidado de él como me pasó a mi tras esos años sin noticias suyas. Pero aquí está otra vez, para demostrarnos que los que lo olvidamos lo hicimos de forma injusta, que sigue siendo uno de los mejores directores que (como mínimo) hay en el panorama actual.
Tres años no parecen muchos, pues Darren siempre se ha tomado un par entre película y película. Pero en este caso el descalabro de 'Noé' fue muy grande y no se supo nada de él hasta hace más bien poco, cuando vimos el primer cartel de 'Mother!'. Ha sido este repentino anuncio por el que más de uno ha oído un "Click!" en su cabeza y ha recordado que este gran director seguía vivo. Aronofsky vuelve para quedarse en lo más alto, con una obra que es muy suya, donde su estilo y sus tics están más visibles que nunca. Tanto como lo estaban en 'Réquiem por un sueño' o 'La fuente de la vida'. Si no te gusta el director o no te gustan esas dos películas será mejor que no veas la que nos ocupa porque no te gustará. Es una película pura de Aronofsky, mucho más que 'Cisne Negro' u 'El Luchador', sus cintas más convencionales. Mucho más compleja, y no a nivel de mecánica, sino de fondo e interpretación. Es el Aronofsky más puro y a la vez el que raya al nivel más alto posible. 'Madre!' es una maravilla, una película única dentro del séptimo arte, de las que nunca se repiten.
Es de ese tipo de films que, guste o no, jamás olvidará el espectador. Rompe con todo, se pasa las leyes de la narrativa cinematográfica por el forro y, minuto a minuto, sorprende al que está contemplando tal espectáculo. La labor detrás de las cámaras es apasionante, utilizando recursos como el archiconocido plano secuencia de forma excepcional, y todo para hacer sentir incomodo al espectador. Muy bien empleados ya que están al servicio de la narración y del espectador, no de lo audiovisual. Esos planos tan cerrados, invasivos, de Jennifer Lawrence y Javier Bardem, tienen un sentido, no están puestos para exhibir la cinematográfica belleza de ambos: Están ahí para ayudar a transmitir el mensaje que se queda tras 120 minutos.
Mejor dicho, uno de los mensajes, porque 'Madre!' tiene más de uno y puede tener varias interpretaciones. No voy a decir lo que ha significado para mí porque no quiero privar a nadie de disfrutar del film tal y como lo he hecho yo, sin saber absolutamente nada, pero si diré que en 30 minutos se condensan todos los elementos que crítica la cinta elevados a la máxima potencia exhibiendo una ejecución e impacto absolutamente perfectos. Y cuando digo perfectos me refiero a que son redondos, perfectos de verdad, consiguiendo despertar varias emociones: sorpresa, incredulidad, alegría, tristeza, malestar y rabia. Apoteósicos. Que un film despierte algo en tu interior es complicado, pero que lo haga tantas veces en tan poco tiempo es casi impensable. Aronofsky sabe muy bien cómo hacerlo y la sensación que siente uno al ver 'Madre!' en la gran pantalla es de las que te quedan marcadas, de esas que se cuentan con los dedos de una mano.
Dejando de lado los sentimientos que despierta y la magnífica labor de Aronofsky en dirección y guion, existe otro pilar fundamental, en el que recae todo el peso de la película. Obviamente hablo de las caras conocidas que vemos, de su reparto. Una labor muy complicada la suya, especialmente la de Jennifer Lawrence. No le tengo especial simpatía y tampoco me gusta como actriz, teniendo más papeles malos ('Passengers', 'Los juegos del hambre', 'El castor') que buenos ('Like Crazy'), pero aquí se ha anotado un tanto. Un auténtico tour de force del que sale muy reforzada demostrando que puede ser capaz de hacer cualquier cosa que le pongan delante. No por ser una actriz camaleónica sino porque tras pasar por un papel tan complicado como el suyo estoy seguro que intentará arriesgar más y recibirá un mayor reconocimiento. La actuación femenina del año, con momentos desgarradores y con una fuerza tremenda, que de no ser por la controversia que ha causado la película estaría nominada a varios premios.
En segundo lugar, está nuestro Javier Bardem llenando la pantalla con cada aparición suya. Es el personaje secundario más importante de todo el plantel y no falla. Intimida, como es costumbre, y hace dudar al espectador transmitiendo todo el misterio de su personaje, el más enigmático de todos. Los demás cumplen, no le puedo poner ninguna pega a ninguno, pero hay dos que destacan por encima: el siempre genial Ed Harris y una recuperada Michelle Pfeiffer, siendo esta última una de las mayores sorpresas del conjunto. Estos cuatro actores son el corazón del film, jugando contigo como quieren y siendo participes de la locura y el desconcierto que le invade al personaje de Jennifer Lawrence (su figura viene siendo la del espectador). Intachable también en este apartado.
En lo técnico es maravillosa en todos los sentidos. No solo en el despliegue del director como he comentado antes, la fotografía de Matthew Libatique con esos tonos tan apagados ayuda a que sea una película difícil de ver, pero muy potente en lo visual. El apartado sonoro es muy importante a nivel de ambientación. No hay banda sonora, pero si sonidos punzantes y estridentes que aumentan la incomodidad del visionado y hacen la experiencia más inmersiva. John Johansson vuelve a demostrar que tiene un estilo extraño, refrescante y que, aunque escuchada de forma independiente no aguantas ni cinco minutos, dentro de la película suena genial.
'Madre!' es un hito, una joya que a medida que pase el tiempo será mejor valorada. Rompedora, original, sorprendente, inquietante... Tardaremos años en ver algo así, si es que lo vemos. Es como si te diesen una bofetada en la cara. Ha causado controversia, pero poco a poco se está viendo que es una película grandiosa. Quizá sea cosa de lo estancada que está la industria ahora mismo, quizá no, el paso del tiempo lo dirá. Pero está claro que nadie debe perdérsela porque dentro de unos años habrá personas que desearán haber tenido la oportunidad de ir al cine a verla, y los que no fueron en su día se arrepentirán. Esto es algo que solo pueden permitirse maestros como Steven Spielberg, David Lynch, Stanley Kubrick y, sin lugar a dudas, Darren Aronofsky que ha demostrado sobradamente que es algo más que un director excéntrico y que se ha hecho un hueco entre los grandes. Ya lo sabíamos, pero 'Madre!' ha sido una torta en la cara para aquellos que lo habíamos olvidado. Otra obra maestra entre la filmografía del director. Gracias, Darren.
Por Marc Sacristán García
@TheLebowskiMan
Un 5 por esa buena primera parte.
#CopaDeCine
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