'Los años nuevos' - Cuando Óscar encontró a Ana
10 episodios. 10 años. 10 momentos.
Inevitable pensar en 'Boyhood (Momentos de una vida)' y la trilogía "Antes de..." de Richard Linklater, al menos como concepto. Del cine a la televisión, anclando la serie a un punto exacto de cada año: la Nochevieja y el Año Nuevo. Un momento simbólico, igualmente como concepto. Es al mismo tiempo un final y un principio. Lo mismo que cada episodio de 'Los años nuevos': Diez mini películas, independientes y autónomas pero complementarias, que una tras otra trazan un retrato cómplice y generacional de una pareja en su treintena.
De 2015 a 2024.
El concepto está tan claro como lo están las intenciones. Los 'Secretos de un matrimonio' de Ingmar Bergman reconvertidos en los "secretos de una pareja" a lo largo de 10 años, siendo tan importante lo que se cuenta como, sobre todo, lo que no entre uno y otro episodio (y año). No ya sobre, obviamente, las relaciones de pareja, sino también sobre las relaciones familiares, con amigos o con el trabajo; con la vida misma. Diez (intensos y rotundos) pedazos de la vida de alguien que diría (y vendería) el Lenny Nero de 'Días extraños'.
De 2015 a 2024.
Aunque servido en dos entregas, de 2015 a 2019, y de 2020 a 2024. La primera parte, sus cinco primeros episodios y años, se centran en cómo se conocen los protagonistas, se enamoran e inician una relación; la segunda, los otros cinco episodios y años, en cómo se enfrentan al paso del tiempo, a las vicisitudes propias del transcurrir de los años, los proyectos, las pérdidas, la madurez... es decir, al paso del tiempo y a la vida. Y a cómo evolucionamos, ya lo queramos o no, como personas. Paso a paso, momento a momento, año a año.
10 episodios. 10 años. 10 momentos.
Se pueden decir muchas cosas buenas de 'Los años nuevos'; para empezar, que como la vida misma merece la pena descubrirla por uno mismo. Todos y cada uno de sus episodios, diez mini películas fundamentadas tanto en el diálogo como en la acción, en lo evidente y en lo soterrado que muestran el recorrido vital de una pareja, la formada por Iria del Río y Francesco Carril, de una forma cotidiana, cercana y creíble. Una rotunda disección sobre el amor (y la vida moderna) a lo largo de los años que se autoerige en tótem de la materia.
Por méritos propios.
Los de una muy sólida producción con un concepto tan claro, como tan claras tiene sus ideas (y como llegar hasta ellas): Dar forma a una serie notable por partes, sobresaliente en un conjunto que al igual que la trilogía "Antes de..." se hace grande en el contraste y la complicidad entre sus (diez) partes; en cómo estas trazan un recorrido vital de forma orgánica y natural, con la misma simpleza arrebatadora y enamoradiza de 'Cuando Harry encontró a Sally'; pero, a diferencia de esta, como si fuera la vida misma y no una ficción.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex