'Los amos del aire' - Tú dame un avión y yo te daré guerra
Vaya por delante una cosa: 'Los amos del aire' hace valer la inversión y su generoso presupuesto, el cual se dejar notar en lo que a bordo pasa a ser una no tan pequeña pantalla (aunque sea la de un teléfono móvil). No es ni mucho menos una serie perfecta, ni en tierra ni puede que tampoco en el aire, pero en cuanto alzan el vuelo sus posibles inconsistencias se olvidan de la misma manera que, no sé, podía suceder en 'Top Gun: Maverick'.
El "universo 'Hermanos de sangre'" -también conocido como la II Guerra Mundial- se amplía con esta tercera entrega más cercana a la segunda que a la primera, aún hoy en día la más armónica de las tres. Y es que al igual que sucedía con 'The Pacific' quizá intenta abarcar más de lo que puede (o quiere) apretar, siendo, en última instancia, un problema relativo de deslavazada cohesión, apariencia sobreexpuesta y narrativa intermitente.
Nada serio que pueda llegar a ser un verdadero incordio, mucho menos cuando al igual que sus antecesoras en combate resulta genuinamente emocionante -lo que es a menudo-. En ese sentido 'Los amos del aire' hace honor a su nombre: tú dame un avión y yo te daré guerra. Como cuando en 'Monarch: El legado de los monstruos' aparece cualquier criatura digital, mola mucho. Ahora bien, no todo son ni pueden ni tampoco deben ser piruetas áreas.
En realidad no dista mucho de lo que podía suceder en 'Salvar al soldado Ryan', puede que tal vez también en la mayoría de este tipo de producciones. No es fácil mantener vivo el fragor de la batalla en tiempos de paz, tampoco que una película o serie de acción sobreviva a sus periodos de calma y sosiego. Sobre todo, lo dicho, cuando sus escenas de acción resultan tan intensas, vibrantes y contundentes como las de esta trilogía bélica.
Una en cualquier caso estupenda trilogía, siendo tal vez este el auténtico hándicap de 'Los amos del aire': ser la última en llegar. A estas alturas nuestra ambición y expectativas son tan altas que automáticamente parecen hacer de menos a una buena serie como esta, condicionada por su herencia y la necesidad de llegar a un gran público, y cuya propia naturaleza combativa, aérea y seriada tiende a la dispersión y a acusados cambios de ritmo.
La serie no obstante nunca deja de resultar estimulante, por más que su prepotente patriotismo y americanismo intrínseco puedan resultar molestos... como de hecho lo son. Incluso en sus momentos menos intensos, aquellos durante los que por lo general, por minutaje se encuentran más lejos del combate. Al fin y al cabo, hemos venido a la guerra. Y el ruido de la guerra sigue siendo igual de ensordecedor que lo ha sido siempre.
Así, 'Los amos del aire' no decepcionará a quienes se acerquen a ella con unas expectativas tan realistas como cuando en 2010 lo hicieron a 'The Pacific', siendo conscientes además del cambio de paradigma que supone una serie complementaria a otra. Una serie, como lo son cualquiera de las tres, con un acabado audiovisual de primerísimo orden que sobre todo luce y ruge cuando se trata de entrar en combate, especialmente aéreo.
Quizá de una manera demasiado higiénica y aseada respecto a las dos primeras (como por otro lado suele ser habitual en Apple), lo que redunda sin duda en un nivel sensiblemente menor de rudeza y crudeza, situándola de esta manera un peldaño por debajo, aunque sólo sea por una mera cuestión de sucia rabia no desatada. Más, no por ello deja de mantener vivas buena parte de sus virtudes... a falta de comprobar cómo la trata el paso del tiempo.
Por lo pronto, 'Los amos del aire' es sin duda una buena serie muy bien hecha que difícilmente encontrará rival en el cielo. En tierra ya no se siente ni tan cómoda ni tan convincente, ni tan prominente ni tan especial, ni tan encantadora ni mucho menos tan contundente. Pero al igual que sucedía con 'Hermanos de sangre' y luego -un poquito menos- con 'The Pacific', el poso que deja hace honor al tiempo invertido.
Y con creces.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Spoiler
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Un mes después y ya con más de 1.500 votos, en FA mantiene la puntuación de 7,2. Y en IMDb, con más de 40.000 votos, también mantiene la nota media de 7,9.
La verdad es que me sorprende pero tampoco es la primera vez que no estoy de acuerdo con la valoración que se tiene de una serie, mi impresión sigue siendo decepcionante aún dejando de lado las expectativas generadas.