'Living' - Dejarse llevar
Vivir es fácil. "Todo el mundo lo hace", como decían las chavalas de 'Fácil'. Basta dejarse llevar, como de alguna manera insinuaban en 'El club de la lucha'. Hasta que llega un día en el que todo lo que empieza tiene que acabar, y vas y te mueres. The End. A todos nos pasará. La muerte no admite excepciones (que sepamos). Así es la vida. La vida es así.
En 'Living', Bill Nighy interpreta a un "señor mayor" que después de haber estado toda la vida "dejándose llevar" se enfrenta a ese día que todos tememos pero que asumimos que tarde o temprano llegará. El momento de mirar hacia atrás y hacer balance. El momento de valorar si vivir, lo que se dice vivir, ha sido algo realmente tan... fácil y sencillo.
Williams -el personaje de Nighy- es un viejo funcionario público que arrastra una existencia monótona y gris, sin hacer prácticamente nada. Hasta que un día le diagnostican un cáncer incurable. Si este argumento les suena de algo es porque 'Living' es un remake británico del 'Vivir' de Akira Kurosawa. Un buen remake de un gran clásico, cabe añadir.
Acometer una empresa de este tipo y salir con la cabeza bien alta es, sin duda, lo mejor que podemos decir de esta "nueva versión" que mira de frente a su modelo japonés. Un acertado remake que en la práctica valida lo que en teoría no tendría por qué, haciendo suya una historia que se siente con el mismo derecho a la vida que la de su original.
Como si no fuera un remake. 'Living' es una notable película ejecutada con la misma solvencia fría e impasible de un funcionario público como el que interpreta Nighy. Un evidente pero a la vez sombrío canto a la vida que adopta la forma de un "dramón para abuelos" a la antigua usanza; sólido y reflexivo; contenido y sobrio; honesto y conmovedor.
Un obituario fílmico refinado, exquisitamente triste y melancólico. Un bello y elegante canto hacia los pequeños detalles del día a día que nos dan (sentido a) "la vida". El tiempo pasará, pero su esencia permanecerá impasible. El estimulante poderío inmutable de una obra tradicionalista sustentada en los valores inmortales del arte que le dan... vida.
(Sobre)vivir es fácil. Disfrutar de la vida, no tanto.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 8.