'Fácil' - Una caña a media mañana
'Fácil' tiene el mismo "pero" que se han encontrado algunas otras series originales de Movistar Plus+ como 'Supernormal', 'Vergüenza', 'Mira lo que has hecho', 'Reyes de la noche' o la segunda temporada de 'Vida perfecta': que sus cinco episodios de unos treinta minutos por cabeza saben a poco. Son... como una caña a media mañana. Cinco episodios que podrían haber adoptado la forma de una película de dos horas, al mismo tiempo que podrían haber sido cinco episodios más. Fuera lo que hubiera podido ser, probablemente, en cualquier caso, hubiera sido igual de entretenido que lo que se ha estrenado.
La serie sigue a cuatro jóvenes con discapacidad intelectual que viven en un piso tutelado del que les podrían echar si causan algún tipo de revuelo, siendo una producción muy clara y directa tanto en sus intenciones como en sus maneras: habrá... revuelo. Lo que hay es lo que hay, sin tiempo que perder; darles visibilidad sin paternalismo, sin edulcorar y sin romantizar. El mantra es obvio, meridiano, y el tono agresivo pero afable: ¿Qué es ser normal, o "supernormal" que diría Patricia Picón? Todos, de una manera y otra, estamos igual de tutelados por el sistema, las convenciones sociales, el buenismo o el capitalismo.
La vida se abre camino entre la tiranía y el absurdo de vivir en sociedad bajo los prejuicios de cualquiera que pase por ahí. Pero, si todo el mundo lo hace, no puede ser tan difícil. 'Fácil' es una mezcla indisoluble de comedia, drama y realismo social para todos los paladares que sobre todo transmite proximidad y cercanía. Aunque todo esté algo apretado y vigorizado por la escueta duración y extensión de la propuesta. Somos lo que hacemos, no lo que somos. 'Fácil' es como una caña a media mañana: entra demasiado bien para luego saber a tan poco, que casi la hemos olvidado nada más volver a nuestra normalidad.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex