En 2016 Olfa Hamrouni perdió a dos de sus cuatro hijas cuando se unieron al ISIS en Libia. 'Las cuatro hijas' es un híbrido entre la ficción y la realidad que se adentra en esta dramática historia.

Sin embargo, lo que Kaouther Ben Hania propone no es ni un documental ni una película. Es más bien el 'making of' de algo que no hemos visto, lo que crea una barrera muy difícil de salvar para el espectador. Sobre todo, porque da mucha información necesaria por sentada, igual que da por sentado la emotividad intrínseca de un drama que no se molesta en acunar ni tampoco en desarrollar, creando unas expectativas demasiado altas y luego demasiado difíciles de cumplir.

Lo distendido e incluso alegre que es a menudo como relato "Detrás de las cámaras" también juega en contra de su exposición caótica y confusa, así como de una seriedad puntual, intermitente y sobre todo final que aunque sepamos que no (lo es voluntariamente), antes de invitar a la reflexión parece caer más bien en lo frívolo. Y es que al final 'Las cuatro hijas' ni es una película ni es tampoco un documental. Es un experimento fallido que ni chicha ni tampoco limoná.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex