'Ferrari' - Lo que merece ser hecho, merece que se haga bien
'Ferrari' es como ponerse a ver una serie de televisión por la mitad. Incluso su puesta en escena se ajusta a un modelo de producción televisiva de corte tan plano como clásico. Parece mentira que este sea el proyecto soñado durante décadas por un cineasta de la talla de Michael Mann, autor de títulos como 'Heat', 'El dilema' o 'Collateral', cuando parece concretado por su asistente...
Y es que este blandengue y espurio 'Ferrari' sobre todo lo que transmite es una alarmante falta de pasión. De energía. De personalidad. De orgullo. De ambición. De esa voluntad y mentalidad competitiva del propio Enzo Ferrari. Parece hecho por hacer en piloto automático, como si fuera lo dicho, un capítulo intermedio poco inspirado de una serie concebida como mero salvatardes televisivo.
Con el agravante, además, de ser algo más cercano a un culebrón que a un relato sobre coches y/o carreras, con un triángulo amoroso que canibaliza todo el capítulo. Los personajes secundarios más que secundarios son simples extras, y cualquier pormenor automovilístico se ve aplastado por el histrionismo sobreactuado de una Penélope Cruz que parece estar en otra serie.
Dicho sea no en su perjuicio, siendo la única que en verdad parece tener interés en este 'Ferrari', un relato plano, arquetípico y convencional que se siente como uno de esos episodios que se ruedan para tapar un hueco en la parrilla de programación. Una pena sobre todo por Michael Mann, por cuanto él ha perdido con ella algo más de dos horas de una pobre carrera.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Un 4.