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'La oveja Shaun, la película: Granjaguedon' - Los hombres que miraban fijamente a las ovejas

Vía El Séptimo Arte por 30 de octubre de 2019
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Vuelve Aardman, vuelve la oveja Shaun y el resto del rebaño acompañados en esta ocasión por una adorable extraterrestre que se hace querer bajo el nombre de Lu-La. Quién ya les conozca de antemano, ya sabe de que se trata; quién no les conozca, tiene entre poco corazón y aún menos niños alrededor.

Tras la relativa decepción de 'Cavernícola' Aardman apuesta sobre seguro con esta oveja que no necesita presentación, menos aún abrir la boca para expresarse a la perfección. Es, y siempre será su mayor acierto: Dejar que sea, literalmente, la plastilina, la arcilla o lo que sea que sea lo que hable en su nombre.

'La oveja Shaun, la película: Granjaguedon' viene a ser en esencia, más. Más de lo mismo sea dicho de hola, muy buenas; dicho sea con la confianza que despiertan dos marcas de contrastada personalidad: La de Aardman, y la de la propia oveja Shaun, un personaje definido como la máxima expresión de la simpatía.

Más, no necesariamente mejor pero no por ello necesariamente peor. Más, más de lo mismo. Más, más de ese cine de animación que antes que una película parece una obra de arte, y que antes que para todos los públicos es especialmente recomendada para la infancia. Nada que objetar, porque no hay nada que objetar.

En realidad si me preguntasen por 'La oveja Shaun: La película' y fuera sincero, diría que no me acuerdo nada de ella. Posiblemente de su secuela, de aquí a unas semanas, tampoco. Pero no puedo dejar de sonreír cuando me mencionan cualquiera de las dos. Como si fuera un niño pequeño, como si no fuera un adulto.

Es esto, para mí, lo que las medio define a la perfección: La pureza con la que se disfrutan por mero instinto, más que por su limitada calidad como películas. A diferencia de Lu-La, no son nada de otro mundo. Ni falta que les hace: Esa humilde y mundana cercanía es lo que precisamente resulta tan adorable.

Y precisamente la palabra "adorable" es el otro medio de su perfecta definición: Esta secuela es adorable, tanto o igual que su antecesora. Tanto, que a diferencia de Disney no necesita ni de su ostentación ni que sus animales protagonistas hablen por unas imágenes que hablan, y muy bien, por sí mismas.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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